/ miércoles 14 de octubre de 2020

Turismo y medio ambiente

Actualmente estamos en un nuevo pico de la crisis sanitaria y pareciera que no tiene una solución única; si bien nos llevará a una gran recesión a nivel mundial y se vislumbra de igual forma una crisis social, económica y ambiental muy fuerte, vale la pena no generalizar, sino ver las implicaciones sectoriales.

Una de las esferas que es transversal, justamente es la del turismo, donde muchas actividades además de ser recreativas, como las culturales o bien las de naturaleza, tienen implicaciones económicas serias. Si antes de la pandemia el sector turístico parecía ser de los más atractivos, lamentablemente hoy es una de las industrias mas afectadas. La organización mundial del turismo tiene contemplado que habrá afectaciones económicas y en los empleos. Por el mundo viajaban, antes de la crisis, 1300 millones de turistas y para 2030 se esperaban más de 2000 millones. En México se calcula que las pérdidas totales ascenderán a 1 millón de empleos, mientras que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) calcula que serán 2.9 millones los empleos que se perderán en el sector.

Algunos países como Italia, España e Islandia, están protegiendo el ingreso de los trabajadores con medidas como, por ejemplo, que durante 12 meses, a partir del inicio de la pandemia, el sector turismo no pagará impuestos, y, a pesar de que muchos sitios han cerrado sus puertas, la mayoría de los empleos se mantienen. Por desgracia, no ocurre lo mismo en nuestro país.

El turismo es un motor para la economía de México; el sector contribuye con el 8% del PIB, es el que más jóvenes y mujeres emplea, y en el que mayor capacitación permanente se requiere; sin recursos económicos disponibles, los empleados del sector no tendrán la misma suerte que sus homólogos en otros países. Aunado a esto, por decisiones de política pública nacional, se eliminó el apoyo a la promoción del sector. Hoy México ocupa el 7to lugar en infraestructura en el mundo (boutiques, spa, holístico, etc) con 800,000 cuartos de hotel, 75% de hoteles en México son independientes, y se encuentran en ciudades coloniales, pueblos mágicos, áreas naturales protegidas, etc.

Los hoteles están pasando un muy mal momento; además de las 300 aerolíneas que dan atención a nivel internacional, hoy hay efectivamente 30 activas, lo cual implica que también es mucho más difícil acceder a los diferentes destinos turísticos. Y con ello hay otros sectores que se ven afectados, como los restaurantes, muchos de ellos actualmente cerrados.

Nunca se había visto una crisis así. Cerrar requiere un periodo de análisis sobre lo que va a suceder, y representa igualmente esfuerzo y dinero.

El turismo en México abarca, asimismo, los negocios, la cultura, la medicina y la religión.

Estamos en el inicio de un problema de liquidez muy fuerte. No podemos dejar que se pierda la fuerza de este sector económico. Debemos de organizarnos e impulsar otro tipo de turismo, que permita a los visitantes sentirse sin la amenaza del COVID 19. Es aquí donde el medio ambiente juega un papel fundamental. En México tenemos más de 182 Áreas Naturales Protegidas (ANPs), donde se pueden desarrollar actividades de naturaleza en diferentes ecosistemas, lo que beneficiaría igualmente a las comunidades locales en las que se ubican estas ANPs.

Lo que no pensamos, hay que pensarlo ahora; aprovechemos nuestra riqueza ambiental y seamos, copiando ejemplos como los de Costa Rica, Perú y Brasil, un destino turístico de naturaleza por excelencia. Es una gran oportunidad que no debemos desaprovechar. Turismo y Naturaleza debe de ser nuestra gran apuesta de país en la nueva normalidad.

Actualmente estamos en un nuevo pico de la crisis sanitaria y pareciera que no tiene una solución única; si bien nos llevará a una gran recesión a nivel mundial y se vislumbra de igual forma una crisis social, económica y ambiental muy fuerte, vale la pena no generalizar, sino ver las implicaciones sectoriales.

Una de las esferas que es transversal, justamente es la del turismo, donde muchas actividades además de ser recreativas, como las culturales o bien las de naturaleza, tienen implicaciones económicas serias. Si antes de la pandemia el sector turístico parecía ser de los más atractivos, lamentablemente hoy es una de las industrias mas afectadas. La organización mundial del turismo tiene contemplado que habrá afectaciones económicas y en los empleos. Por el mundo viajaban, antes de la crisis, 1300 millones de turistas y para 2030 se esperaban más de 2000 millones. En México se calcula que las pérdidas totales ascenderán a 1 millón de empleos, mientras que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) calcula que serán 2.9 millones los empleos que se perderán en el sector.

Algunos países como Italia, España e Islandia, están protegiendo el ingreso de los trabajadores con medidas como, por ejemplo, que durante 12 meses, a partir del inicio de la pandemia, el sector turismo no pagará impuestos, y, a pesar de que muchos sitios han cerrado sus puertas, la mayoría de los empleos se mantienen. Por desgracia, no ocurre lo mismo en nuestro país.

El turismo es un motor para la economía de México; el sector contribuye con el 8% del PIB, es el que más jóvenes y mujeres emplea, y en el que mayor capacitación permanente se requiere; sin recursos económicos disponibles, los empleados del sector no tendrán la misma suerte que sus homólogos en otros países. Aunado a esto, por decisiones de política pública nacional, se eliminó el apoyo a la promoción del sector. Hoy México ocupa el 7to lugar en infraestructura en el mundo (boutiques, spa, holístico, etc) con 800,000 cuartos de hotel, 75% de hoteles en México son independientes, y se encuentran en ciudades coloniales, pueblos mágicos, áreas naturales protegidas, etc.

Los hoteles están pasando un muy mal momento; además de las 300 aerolíneas que dan atención a nivel internacional, hoy hay efectivamente 30 activas, lo cual implica que también es mucho más difícil acceder a los diferentes destinos turísticos. Y con ello hay otros sectores que se ven afectados, como los restaurantes, muchos de ellos actualmente cerrados.

Nunca se había visto una crisis así. Cerrar requiere un periodo de análisis sobre lo que va a suceder, y representa igualmente esfuerzo y dinero.

El turismo en México abarca, asimismo, los negocios, la cultura, la medicina y la religión.

Estamos en el inicio de un problema de liquidez muy fuerte. No podemos dejar que se pierda la fuerza de este sector económico. Debemos de organizarnos e impulsar otro tipo de turismo, que permita a los visitantes sentirse sin la amenaza del COVID 19. Es aquí donde el medio ambiente juega un papel fundamental. En México tenemos más de 182 Áreas Naturales Protegidas (ANPs), donde se pueden desarrollar actividades de naturaleza en diferentes ecosistemas, lo que beneficiaría igualmente a las comunidades locales en las que se ubican estas ANPs.

Lo que no pensamos, hay que pensarlo ahora; aprovechemos nuestra riqueza ambiental y seamos, copiando ejemplos como los de Costa Rica, Perú y Brasil, un destino turístico de naturaleza por excelencia. Es una gran oportunidad que no debemos desaprovechar. Turismo y Naturaleza debe de ser nuestra gran apuesta de país en la nueva normalidad.