/ domingo 17 de abril de 2022

¿Twitter en manos de Elon Musk?

¿Twitter en manos de Elon Musk?

Por Constanza García Gentil

Twitter: @cons_gentil


Una de las noticias más populares en el mundo de las redes sociales ha sido la reciente incorporación de Elon Musk, el hombre más rico del mundo y CEO de Tesla y Space X, como el nuevo mayor accionista de Twitter. El pasado lunes 4 de abril Musk anunció haber adquirido 9,2% de las acciones de Twitter con un valor de 2.900 millones de dólares. Este anuncio fue solo el inicio de una semana agitada para la compañía, en la que las decisiones financieras de Elon Musk generaron un gran impacto para cientos de personas, empezando por los empleados de Twitter.

El primero de ellos fue que, dentro de su acuerdo inicial, Musk tendría derecho a un lugar en la Junta Directiva de Twitter por lo menos hasta 2024. Dentro de estos términos, también se establecía que no podría adquirir más del 14.9% de las acciones de la compañía. El 10 de abril, Parag Agrawal, CEO de Twitter, anunció que Musk había decidido no estar en la Junta. Habiendo tomado esta decisión y sin un acuerdo fijo, Musk es libre de adquirir un mayor número de acciones en en la empresa y presionar para tener una mayor influencia sobre sus operaciones.

Más allá de las extravagantes decisiones financieras para las compañías de las que es dueño, Elon Musk es conocido por su comportamiento errático -cayendo muchas veces en comportamientos frívolos, de troleo e incluso amenazas a periodistas- en Twitter y por auto proclamarse un “absolutista de la libertad de expresión”, abogando por una visión de un Internet “descontrolada”.

Mucho se ha escuchado ya de millonarios invirtiendo en periódicos o canales de televisión, como Jeff Bezos con el Washington Post o Michael Bloomberg con el conglomerado de Bloomberg. Sin embargo, tener una visión para revolucionar una de las redes sociales más importantes del mundo con un estimado de 397 millones de usuarios, es algo a lo que debemos prestar particular atención.

En octubre de 2021 mencioné en este espacio cómo las redes sociales y plataformas digitales se han vuelto espacios esenciales para la convivencia humana y como tal debían ser regulados. Esto para poder garantizar el bienestar de sus usuarios, la democracia de los países en los que están presentes y la conservación del discurso civil en todos sus formatos. El enfrentar una realidad en que el futuro de una red social de casi 400 millones de usuarios dependa en gran parte de la ambición de una sola persona es un paso hacia atrás en la dirección democrática a la que deberían caminar las redes sociales.

Algunos analistas han declarado que a diferencia de otras compañías de tecnología, Twitter es particularmente vulnerable a los “activistas”, esto debido a que sus fundadores no estructuraron las acciones de la empresa de una manera que les diera mayor control. A diferencia, por ejemplo, de los fundadores de Google y Facebook quienes han mantenido el poder de voto sobre las acciones, otorgándoles un gran control sobre la dirección de sus empresas.

Esto es una muestra más sobre cómo los modelos oligárquicos de mercado se extienden a diferentes esferas de la vida social, incluso para el futuro de la regulación del internet y la libertad de expresión. El tener un sistema en el que una persona con recursos ilimitados tiene acceso a poder ilimitado es una amenaza para todos. Y lo es todavía más cuando los recursos ilimitados se combinan con ambición ilimitada.

¿Twitter en manos de Elon Musk?

Por Constanza García Gentil

Twitter: @cons_gentil


Una de las noticias más populares en el mundo de las redes sociales ha sido la reciente incorporación de Elon Musk, el hombre más rico del mundo y CEO de Tesla y Space X, como el nuevo mayor accionista de Twitter. El pasado lunes 4 de abril Musk anunció haber adquirido 9,2% de las acciones de Twitter con un valor de 2.900 millones de dólares. Este anuncio fue solo el inicio de una semana agitada para la compañía, en la que las decisiones financieras de Elon Musk generaron un gran impacto para cientos de personas, empezando por los empleados de Twitter.

El primero de ellos fue que, dentro de su acuerdo inicial, Musk tendría derecho a un lugar en la Junta Directiva de Twitter por lo menos hasta 2024. Dentro de estos términos, también se establecía que no podría adquirir más del 14.9% de las acciones de la compañía. El 10 de abril, Parag Agrawal, CEO de Twitter, anunció que Musk había decidido no estar en la Junta. Habiendo tomado esta decisión y sin un acuerdo fijo, Musk es libre de adquirir un mayor número de acciones en en la empresa y presionar para tener una mayor influencia sobre sus operaciones.

Más allá de las extravagantes decisiones financieras para las compañías de las que es dueño, Elon Musk es conocido por su comportamiento errático -cayendo muchas veces en comportamientos frívolos, de troleo e incluso amenazas a periodistas- en Twitter y por auto proclamarse un “absolutista de la libertad de expresión”, abogando por una visión de un Internet “descontrolada”.

Mucho se ha escuchado ya de millonarios invirtiendo en periódicos o canales de televisión, como Jeff Bezos con el Washington Post o Michael Bloomberg con el conglomerado de Bloomberg. Sin embargo, tener una visión para revolucionar una de las redes sociales más importantes del mundo con un estimado de 397 millones de usuarios, es algo a lo que debemos prestar particular atención.

En octubre de 2021 mencioné en este espacio cómo las redes sociales y plataformas digitales se han vuelto espacios esenciales para la convivencia humana y como tal debían ser regulados. Esto para poder garantizar el bienestar de sus usuarios, la democracia de los países en los que están presentes y la conservación del discurso civil en todos sus formatos. El enfrentar una realidad en que el futuro de una red social de casi 400 millones de usuarios dependa en gran parte de la ambición de una sola persona es un paso hacia atrás en la dirección democrática a la que deberían caminar las redes sociales.

Algunos analistas han declarado que a diferencia de otras compañías de tecnología, Twitter es particularmente vulnerable a los “activistas”, esto debido a que sus fundadores no estructuraron las acciones de la empresa de una manera que les diera mayor control. A diferencia, por ejemplo, de los fundadores de Google y Facebook quienes han mantenido el poder de voto sobre las acciones, otorgándoles un gran control sobre la dirección de sus empresas.

Esto es una muestra más sobre cómo los modelos oligárquicos de mercado se extienden a diferentes esferas de la vida social, incluso para el futuro de la regulación del internet y la libertad de expresión. El tener un sistema en el que una persona con recursos ilimitados tiene acceso a poder ilimitado es una amenaza para todos. Y lo es todavía más cuando los recursos ilimitados se combinan con ambición ilimitada.