La renuncia del ministro Arturo Zaldívar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha causado incertidumbre y revuelo entre varias personas, por si puede hacerlo o no, y por la foto con Claudia Sheinbaum que se difundió horas después de su comunicado.
La Constitución en su artículo 98 párrafo III estipula que “las renuncias de los ministros de la SCJN solamente procederán por causas graves; serán sometidas al Ejecutivo y, si éste las acepta, las enviará para su aprobación al Senado”.
La dimisión ya fue aceptada por el Ejecutivo federal, ahora toca a la Comisión de Justicia del Senado hacerlo. La controversia que ha generado múltiples debates, son las palabras “causas graves” del citado artículo, aludiendo los analistas a que no existe tal situación, por tanto, no se justifica.
Zaldívar es un extraordinario jurista, progresista que ha luchado por la justicia social. También es uno de los ministros más populares, no sólo por sus resoluciones pro derechos humanos, sino porque es bastante “ávido” en el manejo de las redes sociales, donde aparece constantemente. “Tik Tok”es una de ellas.
Pienso que tiene el derecho renunciar si le da la gana, y eso se apareja al libre desarrollo de la personalidad. Independientemente de todo ya lo hizo y en este gobierno, todo se permite nos guste o no.
Esta persona es un “as” bajo la manga para cualquiera, no sólo por su gran inteligencia, sino por ser buen estratega y excelente comunicador.
Dejará un vacío importante en la SCJN. Todos los presidentes han designado ministros o ministras a su albedrío, entonces, si Sheinbaum gana, que es probable que sí, estemos viendo un nuevo panorama para su famosa “transformación”. De Zaldívar, a ver en dónde lo colocan, pero donde sea, será excelso con su gran conocimiento.
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