/ sábado 3 de febrero de 2018

Un nuevo panorama

Los escuché y leí en varias entrevistas y me convencieron. Al fin se suma a la palestra política, esa juventud que, desde hacía años debería tener un buen número de  representantes. Luis Donaldo Colosio Riojas, Agustín Basave Alanís y Samuel García, contenderán en las próximas elecciones

Dos son hijos de políticos (Colosio y Basave) y confiesan que debido a ello los han criticado. Ni el uno ni el otro aparecen por el partido en el que militaron sus progenitores, ni se vieron favorecidos por el toma y daca de sus papis.

Se suman al inusual caso de Pedro Kumamoto, en Jalisco. El chavo, independiente de cualquier partido, que ganó por más de 50 mil votos para diputado local (Por el Distrito 10 de Zapopan), supuso la confirmación de una voluntad popular por el cambio.

Sin los medios económicos, que se consideran esenciales para una campaña, logró conquistar a la población y, una vez que consiguió el escaño legislativo, trabajó con ahínco. Tuvo propuestas importantes, como la de reducir el financiamiento a los partidos.

Aspira ahora a llegar a una senaduría y con facilidad consiguió las firmas para su registro. Abrió la brecha a una generación, harta de la ancestral clase dinosáurica, corrupta, negligente en sus obligaciones y vacía de principios, ideología y valores.

Los recién llegados a la arena de la grilla, lo hacen cobijados por Movimiento Ciudadano, sin afiliarse al organismo. Pelearán por una diputación local (Colosio), una Federal (Basave) y una senaduría (García), de Nuevo León.

La tienen difícil: Acción Nacional acapara, desde hace más de dos décadas, un gran porcentaje de posiciones. Del Congreso a Presidencias Municipales, a pesar de los escasos resultados, el blanquiazul se ha vuelto costumbre y la ciudadanía le da el voto a ojos cerrados.

Tampoco quien llegó como “independiente”, Jaime Rodríguez “El Bronco”, consiguió dejar la imagen de un gobernador a la altura de las necesidades. Está el primero en la lista de quienes podrán alcanzar el registro como candidatos a la presidencia. Con una “facilidad”, cuando menos sospechosa, recabó los miles y miles de firmas de apoyo, aunque todavía el INE tendrá que certificar si son válidas.

El Bronco resultó una decepción. La inseguridad creció, se le percibió como a un ejecutivo frívolo, misógino y ambicioso sólo, por llegarle a la grande. Su promesa básica de campaña –procesar a su antecesor, Rodrigo Medina- se quedó en agua de borrajas, en tanto descompuso lo poco que se había hecho bien, sin aportar solución a la problemática.

En un país con mayoría de jóvenes es indispensable el ingreso, de estas nuevas generaciones, a la vida pública. Son urgentes ideas frescas que analicen una conflictiva ancestral, con preparación y conocimientos. Que sean capaces de tirar el entramado vicioso de la corrupción. Que tengan ideales y luchen por ellos.

Cuando se contempla el panorama sombrío, para millones de chavos, sin acceso a oportunidades, perseguidos por tener pocos años, bajo acoso y sospecha de quienes deberían protegerlos  –como lo ocurrido con Marco Antonio Sánchez-, el que tengan representatividad en el Congreso, supone un paso adelante.

Pocos quieren entrarle a la vida política. El descrédito de la profesión, aleja a personas capaces de romper con las viejas estructuras. El que empiecen a aparecer caras nuevas, comprometidas y capaces de apoyar el viraje, debiera hacer que las urnas se llenen a su favor.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

Los escuché y leí en varias entrevistas y me convencieron. Al fin se suma a la palestra política, esa juventud que, desde hacía años debería tener un buen número de  representantes. Luis Donaldo Colosio Riojas, Agustín Basave Alanís y Samuel García, contenderán en las próximas elecciones

Dos son hijos de políticos (Colosio y Basave) y confiesan que debido a ello los han criticado. Ni el uno ni el otro aparecen por el partido en el que militaron sus progenitores, ni se vieron favorecidos por el toma y daca de sus papis.

Se suman al inusual caso de Pedro Kumamoto, en Jalisco. El chavo, independiente de cualquier partido, que ganó por más de 50 mil votos para diputado local (Por el Distrito 10 de Zapopan), supuso la confirmación de una voluntad popular por el cambio.

Sin los medios económicos, que se consideran esenciales para una campaña, logró conquistar a la población y, una vez que consiguió el escaño legislativo, trabajó con ahínco. Tuvo propuestas importantes, como la de reducir el financiamiento a los partidos.

Aspira ahora a llegar a una senaduría y con facilidad consiguió las firmas para su registro. Abrió la brecha a una generación, harta de la ancestral clase dinosáurica, corrupta, negligente en sus obligaciones y vacía de principios, ideología y valores.

Los recién llegados a la arena de la grilla, lo hacen cobijados por Movimiento Ciudadano, sin afiliarse al organismo. Pelearán por una diputación local (Colosio), una Federal (Basave) y una senaduría (García), de Nuevo León.

La tienen difícil: Acción Nacional acapara, desde hace más de dos décadas, un gran porcentaje de posiciones. Del Congreso a Presidencias Municipales, a pesar de los escasos resultados, el blanquiazul se ha vuelto costumbre y la ciudadanía le da el voto a ojos cerrados.

Tampoco quien llegó como “independiente”, Jaime Rodríguez “El Bronco”, consiguió dejar la imagen de un gobernador a la altura de las necesidades. Está el primero en la lista de quienes podrán alcanzar el registro como candidatos a la presidencia. Con una “facilidad”, cuando menos sospechosa, recabó los miles y miles de firmas de apoyo, aunque todavía el INE tendrá que certificar si son válidas.

El Bronco resultó una decepción. La inseguridad creció, se le percibió como a un ejecutivo frívolo, misógino y ambicioso sólo, por llegarle a la grande. Su promesa básica de campaña –procesar a su antecesor, Rodrigo Medina- se quedó en agua de borrajas, en tanto descompuso lo poco que se había hecho bien, sin aportar solución a la problemática.

En un país con mayoría de jóvenes es indispensable el ingreso, de estas nuevas generaciones, a la vida pública. Son urgentes ideas frescas que analicen una conflictiva ancestral, con preparación y conocimientos. Que sean capaces de tirar el entramado vicioso de la corrupción. Que tengan ideales y luchen por ellos.

Cuando se contempla el panorama sombrío, para millones de chavos, sin acceso a oportunidades, perseguidos por tener pocos años, bajo acoso y sospecha de quienes deberían protegerlos  –como lo ocurrido con Marco Antonio Sánchez-, el que tengan representatividad en el Congreso, supone un paso adelante.

Pocos quieren entrarle a la vida política. El descrédito de la profesión, aleja a personas capaces de romper con las viejas estructuras. El que empiecen a aparecer caras nuevas, comprometidas y capaces de apoyar el viraje, debiera hacer que las urnas se llenen a su favor.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq