Por: Analicia Ruiz
El paquete de rescate económico H.R. 1319, American Rescue Plan Act of 2021, aprobado por el Congreso Estadounidense se presenta como el primer plan que busca apoyar a los más afectados por la crisis económica. De acuerdo a Biden, es una iniciativa progresista “histórica” de gran alcance. Sin embargo, a pesar de su sentido social, la iniciativa no logró el apoyo de ningún congresista Republicano. En el primer gran acto de gobierno, el Presidente Biden rompe una de sus grandes promesas de campaña, trabajar en unidad.
La ley de estímulos aprobada por casi 500 mil millones de dólares es un apoyo financiero a las personas y familias que continúan tambaleándose por la pandemia. El estímulo incluye apoyo económico a los desempleados por hasta mil 400 dólares mensuales, así como reducción de impuestos y recursos a familias con bajos ingresos que tengan niños.
Si bien el plan de rescate económico es un triunfo para Biden, también es una derrota política, al no convencer a ningún Senador Republicano ni conseguir su apoyo. El Congreso estadounidense muestra su división partidista desde el inicio del mandato de Biden y parece que será la constante, los republicanos en el Senado serán un obstáculo para los ambiciosos planes de Biden.
La Casa Blanca recurrió al recurso de Plan de Reconciliación (Reconciliation Act) para aprobar el plan de rescate económico. Bajo esta figura, se requiere únicamente 50 porciento del voto en el Senado para aprobar una ley. El Reconcilitation Act es la posibilidad que tiene una iniciativa de saltarse el obstáculo del fillibustering o el bloqueo por algún congresista o un grupo de congresistas. El Reconciliation Act se puede utilizar únicamente para iniciativas con fines económicos, por lo que cualquier iniciativa nueva que no sea un plan económico deberá contar con el 60 porciento de la votación para evitar el obstáculo de los republicanos.
La falta de agilidad de negociación de Biden fue la sorpresa en esta iniciativa, pues no logró convencer a ningún Senador republicano moderado, cuando se trata de una medida popular y que representa la continuación del plan de apoyo impulsado por Trump tras el embate económico provocado por la pandemia. Si bien el plan de rescate es mucho más ambicioso y amplio que los programas promovidos por Trump y los republicanos en los meses anteriores, coincide en el apoyo a los desempleados y a los negocios.
Al aprobarse únicamente por legisladores demócratas, le impone a Biden y a su partido el compromiso completo de la ley. Biden y los demócratas tendrán la responsabilidad íntegra sobre el plan de rescate económico, sea para bien o para mal. Por un lado, de ser exitoso y lograr el crecimiento económico esperado (incentivar el empleo e incrementar la recaudación fiscal) saldrán triunfantes y con la popularidad necesaria para las elecciones intermedias. Por otra parte, si no tiene el alcance ni los logros que la población espera, dejará a los demócratas solos para responder en las urnas debido a la implementación de ese plan económico tan oneroso para el país.
Profesora de la Facultad de Estudios Globales. Universidad Anáhuac México.
