/ domingo 26 de junio de 2022

Una audiencia indiferente y un entorno cambiante 

Twitter: @cons_gentil


El pasado 13 de junio fue publicado el Digital News Report 2022, un estudio publicado anualmente por la agencia Reuters. Este estudio revela nuevos hallazgos sobre el consumo de noticias digitales basado en una encuesta de YouGov de más de 93,000 consumidores de noticias web en 46 mercados que cubren la mitad de la población mundial.

A partir de este estudio, uno de los descubrimientos más importantes ha sido el creciente desinterés del público en las noticias. Se reporta que la evasión selectiva de noticias es alta y va en aumento. El 38% de los encuestados dijeron que a menudo o a veces evitan noticias sobre ciertos temas, especialmente sobre política y COVID-19. Esto se debe a que encuentran ese tipo de noticias deprimentes y repetitivas. Según el reporte, este tipo de comportamientos evasivos han sido más comunes en países que han presentado panoramas políticos inestables como Brasil (54%), Reino Unido (46%) y Estados Unidos (42%).

El panorama de noticias de los últimos años ha involucrado crisis económicas, una de las peores pandemias en la historia de la humanidad, disturbios políticos en distintas partes del mundo, descontento social, conflictos bélicos en diferentes regiones, crisis ambientales y el alza del autoritarismo político, entre otros eventos. La fatiga que la acumulación de estos eventos ocasiona en las audiencias es real y es de esperarse que impacte su manera de consumir noticias. Sin embargo, es interesante reflexionar sobre el impacto que puede tener un público desinteresado en asuntos de interés público frente a un panorama social en que una parte importante del orden público y el progreso social recae en que las audiencias no sean víctimas de estrategias de desinformación y a su vez que reciban información verídica. Estos incidentes se hicieron todavía más claros durante la pandemia de COVID-19, ya que la desinformación volvió aún más complicadas la contención de los contagios, el uso de cubrebocas y posteriormente la vacunación, entre otros.

En el libro The Phantom Public, publicado en 1925, Walter Lippman argumenta sobre la existencia de un tipo de ciudadano muy indiferente, que se involucra en los asuntos públicos porque vive en sociedad y no es un ser aislado, pero no siente que deba tomar parte en ellos. En palabras de Lippman, este ciudadano “vive en un mundo que no puede ver, no entiende y es incapaz de dirigir”. A pesar de tener casi un siglo, esta noción es sumamente familiar al fenómeno que hoy se vive entre las audiencias.

Y no se refiere únicamente al hecho de que los hábitos de consumo de noticias estén cambiando (aspecto que también se discute en el reporte) sino que vale la pena preguntarnos qué significa este creciente desinterés para el futuro de la conciencia cívica a través de los eventos de interés público. Esto puede afectar todo desde estrategias gubernamentales de comunicación hasta los resultados de elecciones presidenciales pasando por el porcentaje de participación electoral.

Los resultados de este estudio son alarmantes y a la vez representan más que una mera ruptura con la audiencia. A pesar de que exista una clara fatiga, es la manera de llegar a ellas la que está cambiando, al igual que la manera de financiar el periodismo y el acceso a las noticias. Más allá de intentar atraer a las audiencias, el verdadero reto está en crear contenido periodístico responsable, verídico y consciente en una época en la que el acceso a la información está en constante cambio y la oferta periodística es más grande que nunca.

Twitter: @cons_gentil


El pasado 13 de junio fue publicado el Digital News Report 2022, un estudio publicado anualmente por la agencia Reuters. Este estudio revela nuevos hallazgos sobre el consumo de noticias digitales basado en una encuesta de YouGov de más de 93,000 consumidores de noticias web en 46 mercados que cubren la mitad de la población mundial.

A partir de este estudio, uno de los descubrimientos más importantes ha sido el creciente desinterés del público en las noticias. Se reporta que la evasión selectiva de noticias es alta y va en aumento. El 38% de los encuestados dijeron que a menudo o a veces evitan noticias sobre ciertos temas, especialmente sobre política y COVID-19. Esto se debe a que encuentran ese tipo de noticias deprimentes y repetitivas. Según el reporte, este tipo de comportamientos evasivos han sido más comunes en países que han presentado panoramas políticos inestables como Brasil (54%), Reino Unido (46%) y Estados Unidos (42%).

El panorama de noticias de los últimos años ha involucrado crisis económicas, una de las peores pandemias en la historia de la humanidad, disturbios políticos en distintas partes del mundo, descontento social, conflictos bélicos en diferentes regiones, crisis ambientales y el alza del autoritarismo político, entre otros eventos. La fatiga que la acumulación de estos eventos ocasiona en las audiencias es real y es de esperarse que impacte su manera de consumir noticias. Sin embargo, es interesante reflexionar sobre el impacto que puede tener un público desinteresado en asuntos de interés público frente a un panorama social en que una parte importante del orden público y el progreso social recae en que las audiencias no sean víctimas de estrategias de desinformación y a su vez que reciban información verídica. Estos incidentes se hicieron todavía más claros durante la pandemia de COVID-19, ya que la desinformación volvió aún más complicadas la contención de los contagios, el uso de cubrebocas y posteriormente la vacunación, entre otros.

En el libro The Phantom Public, publicado en 1925, Walter Lippman argumenta sobre la existencia de un tipo de ciudadano muy indiferente, que se involucra en los asuntos públicos porque vive en sociedad y no es un ser aislado, pero no siente que deba tomar parte en ellos. En palabras de Lippman, este ciudadano “vive en un mundo que no puede ver, no entiende y es incapaz de dirigir”. A pesar de tener casi un siglo, esta noción es sumamente familiar al fenómeno que hoy se vive entre las audiencias.

Y no se refiere únicamente al hecho de que los hábitos de consumo de noticias estén cambiando (aspecto que también se discute en el reporte) sino que vale la pena preguntarnos qué significa este creciente desinterés para el futuro de la conciencia cívica a través de los eventos de interés público. Esto puede afectar todo desde estrategias gubernamentales de comunicación hasta los resultados de elecciones presidenciales pasando por el porcentaje de participación electoral.

Los resultados de este estudio son alarmantes y a la vez representan más que una mera ruptura con la audiencia. A pesar de que exista una clara fatiga, es la manera de llegar a ellas la que está cambiando, al igual que la manera de financiar el periodismo y el acceso a las noticias. Más allá de intentar atraer a las audiencias, el verdadero reto está en crear contenido periodístico responsable, verídico y consciente en una época en la que el acceso a la información está en constante cambio y la oferta periodística es más grande que nunca.