/ viernes 9 de octubre de 2020

Una consulta ambigua

Por una #SociedadHorizontal


La resolución de la SCJN dejó abierta la puerta para que cualquier actor político -incluido el propio AMLO- pueda ser enjuiciado por las acciones del pasado. Con una resolución ambigua, apoyó la solicitud del presidente para “enjuiciar” a expresidentes, al mismo tiempo que trató de lavar cara frente a quienes consideraron que hacerlo sería plenamente inconstitucional.

De esta forma, quedó una redacción que dice todo y nada; “Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminados a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas”. Así, la Corte abrió la posibilidad de que todo quede abierto a múltiples interpretaciones y a la competencia por comunicar lo que mas convenga a algunos. Por ello, es previsible que la lucha por la narrativa continúe desde las conferencias mañaneras.

Justo al día siguiente del fallo de la Corte, el presidente celebró la decisión. Aunque consideró que la nueva pregunta es “genérica y poco clara”, hizo énfasis en que será la gente la que decida si deberán ser juzgados los ex presidentes. Frente a los múltiples males que hoy aquejan la vida nacional -economía, salud, seguridad- la lucha por los símbolos entre pasado y presente, encontrará en la figura de quienes ya gobernaron al país, una gran oportunidad para distraer a los gobernados.

Hay que darle especial atención a las recientes declaraciones de Santiago Nieto. El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera declaró que los únicos ex presidentes que podrían ser enjuiciados por actos de corrupción serían Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Lo anterior debido a que “son los únicos cuyos actos -en caso de ser verificados- no habrían prescrito”. ¿Será que este es un adelanto de dónde enfilará sus baterías el gobierno? Recordemos que en junio del año entrante habrá elecciones intermedias.

Mucho se ha hablado de un posible pacto entre Enrique Peña Nieto y López Obrador. Durante la campaña presidencial, se rumoró que era muy probable que el entonces presidente Peña, habría evitado interponerse y darle paso a AMLO, a cambio de no ser molestado ya fuera del poder. Pero más allá de especulaciones, irse contra EPN podría no ser lo más rentable para Morena, considerando que la actual dirigencia priísta es vista más como una fuerza “colaboracionista” con el gobierno, que como opositora.

Ese no es el caso de Felipe Calderón, quien no solo ha tenido un enfrentamiento público e histórico con López Obrador, sino que por ser una imagen visible del PAN -aún cuando ya no milite en ese partido- podría ser un objetivo político que le deje más rendimientos electorales al partido en el poder. Dirigir un ataque frontal contra Calderón Hinojosa podría darle un doble rendimiento al gobierno. Por un lado, fortalecer la narrativa de combatir la corrupción del pasado y por el otro, centrar el golpeteo mediático en el PAN, el cual es percibido en varias partes del país, como un partido que podría ser competitivo y beneficiarse del desgaste de Morena.

Todo indica que los cuestionados resultados en el ejercicio de gobierno y la astringencia de recursos públicos, llevará al gobierno a usar el tema de los ex presidentes para apalancar su lucha contra la corrupción. La #SociedadHorizontal debería evitar distraerse. Se requiere atención a los problemas, más que consultas ambiguas.

Por una #SociedadHorizontal


La resolución de la SCJN dejó abierta la puerta para que cualquier actor político -incluido el propio AMLO- pueda ser enjuiciado por las acciones del pasado. Con una resolución ambigua, apoyó la solicitud del presidente para “enjuiciar” a expresidentes, al mismo tiempo que trató de lavar cara frente a quienes consideraron que hacerlo sería plenamente inconstitucional.

De esta forma, quedó una redacción que dice todo y nada; “Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminados a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas”. Así, la Corte abrió la posibilidad de que todo quede abierto a múltiples interpretaciones y a la competencia por comunicar lo que mas convenga a algunos. Por ello, es previsible que la lucha por la narrativa continúe desde las conferencias mañaneras.

Justo al día siguiente del fallo de la Corte, el presidente celebró la decisión. Aunque consideró que la nueva pregunta es “genérica y poco clara”, hizo énfasis en que será la gente la que decida si deberán ser juzgados los ex presidentes. Frente a los múltiples males que hoy aquejan la vida nacional -economía, salud, seguridad- la lucha por los símbolos entre pasado y presente, encontrará en la figura de quienes ya gobernaron al país, una gran oportunidad para distraer a los gobernados.

Hay que darle especial atención a las recientes declaraciones de Santiago Nieto. El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera declaró que los únicos ex presidentes que podrían ser enjuiciados por actos de corrupción serían Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Lo anterior debido a que “son los únicos cuyos actos -en caso de ser verificados- no habrían prescrito”. ¿Será que este es un adelanto de dónde enfilará sus baterías el gobierno? Recordemos que en junio del año entrante habrá elecciones intermedias.

Mucho se ha hablado de un posible pacto entre Enrique Peña Nieto y López Obrador. Durante la campaña presidencial, se rumoró que era muy probable que el entonces presidente Peña, habría evitado interponerse y darle paso a AMLO, a cambio de no ser molestado ya fuera del poder. Pero más allá de especulaciones, irse contra EPN podría no ser lo más rentable para Morena, considerando que la actual dirigencia priísta es vista más como una fuerza “colaboracionista” con el gobierno, que como opositora.

Ese no es el caso de Felipe Calderón, quien no solo ha tenido un enfrentamiento público e histórico con López Obrador, sino que por ser una imagen visible del PAN -aún cuando ya no milite en ese partido- podría ser un objetivo político que le deje más rendimientos electorales al partido en el poder. Dirigir un ataque frontal contra Calderón Hinojosa podría darle un doble rendimiento al gobierno. Por un lado, fortalecer la narrativa de combatir la corrupción del pasado y por el otro, centrar el golpeteo mediático en el PAN, el cual es percibido en varias partes del país, como un partido que podría ser competitivo y beneficiarse del desgaste de Morena.

Todo indica que los cuestionados resultados en el ejercicio de gobierno y la astringencia de recursos públicos, llevará al gobierno a usar el tema de los ex presidentes para apalancar su lucha contra la corrupción. La #SociedadHorizontal debería evitar distraerse. Se requiere atención a los problemas, más que consultas ambiguas.