/ domingo 21 de enero de 2018

Una paradoja más interesante

.- Para sustraerse de la marea púrpura del sinsentido, y de las abruptas borrascas de la fatuidad en que quieren deglutirnos las precampañas de los precandidatos a la precariez de la precalamidad, ofrézcase un paseíllo –si bien somero- por las luces no cegadoras sino esplendentes de la claridad y el conocimiento que con facilidad nos evade. Sobre todo ahora que enfrentamos la erosión global de la democracia, a manos justo de quien se proclama su adalid, y que cierra un año a la cabeza del país más poderoso del mundo, y que en México el desgaste al suntuoso y refinado modo de vida de la democracia parece someterse a pruebas más insensatas cada día. El recorrido lo dirige una de las mentes más brillantes de la Francia luminiscente, injustamente hecha a un lado de la Historia.

2.- Ilustre liberal constitucionalista, matemático, filósofo y precursor de la ciencia política, el marqués Nicolas de Condorcet (1743-1794) fue, en su día y el nuestro, un revolucionario de las ideas que pugnó por la educación pública gratuita, laica y general; por la igualdad de derechos de las mujeres y de personas de todas las razas, y delineó el sistema de votación que tantos estertores provoca en los políticos de la hora, conocido como el “Método Condorcet”. No por menos se sabe que sus ideas y su obra compendian los ideales de la Edad de las Luces, que incluso historió al titán historiador Voltaire.

3.- Como sin duda comprenden los profesionales de la ciencia política que en tan alta estima se tienen, el ensayo sobre la “Aplicación del análisis a la probabilidad de las decisiones sometidas a la pluralidad de votos” aborda las variables matemáticas que puede tener el resultado de una elección conforme a la combinación de las mayorías. De ese modelo concluye que las decisiones de una mayoría serían incoherentes respecto a las que adoptaría un individuo racional. En 1785 era muy fácil entender el teorema, hoy se antoja algo más simple.

4.- Cerca de ser encarcelado por los jacobinos de Robespierre, que finalmente le cobraron las ideas con su vida, este girondino excelso escribió un “Bosquejo para un cuadro histórico de los progresos de la mente humana” (suele traducirse  el ambiguo esprit por espíritu) cuya contundencia inspiró nada menos que a Robert Malthus a producir su célebre “Ensayo sobre el principio de la población”. En tiempos que el diseño manda sobre el contenido, la trivialidad sobre el fondo, y que se pierde hasta la idea de la elegancia en la concepción de las ideas, gratifica advertir que entre los clásicos, quedan aún valiosos tesoros por estudiar. Condorcet recibió, apenas en 1989, el honor de ser reinhumado en el Panteón de Francia.

5.- En la reivindicación del pensamiento, así como se ha atemperado la furia de los acosos, no está lejos el día que el Brexit se vea revertido por decisión ciudadana de los ingleses; la Unión Europea se verá fortalecida, y los mexicanos subsistiremos a la edad tenebrosa de los feudos entre lombrices y lagartijas, y que se conviertan, por lo menos en duelos de anacondas y cocodrilos. Y a ver si cabe.

camilo@kawage.com

.- Para sustraerse de la marea púrpura del sinsentido, y de las abruptas borrascas de la fatuidad en que quieren deglutirnos las precampañas de los precandidatos a la precariez de la precalamidad, ofrézcase un paseíllo –si bien somero- por las luces no cegadoras sino esplendentes de la claridad y el conocimiento que con facilidad nos evade. Sobre todo ahora que enfrentamos la erosión global de la democracia, a manos justo de quien se proclama su adalid, y que cierra un año a la cabeza del país más poderoso del mundo, y que en México el desgaste al suntuoso y refinado modo de vida de la democracia parece someterse a pruebas más insensatas cada día. El recorrido lo dirige una de las mentes más brillantes de la Francia luminiscente, injustamente hecha a un lado de la Historia.

2.- Ilustre liberal constitucionalista, matemático, filósofo y precursor de la ciencia política, el marqués Nicolas de Condorcet (1743-1794) fue, en su día y el nuestro, un revolucionario de las ideas que pugnó por la educación pública gratuita, laica y general; por la igualdad de derechos de las mujeres y de personas de todas las razas, y delineó el sistema de votación que tantos estertores provoca en los políticos de la hora, conocido como el “Método Condorcet”. No por menos se sabe que sus ideas y su obra compendian los ideales de la Edad de las Luces, que incluso historió al titán historiador Voltaire.

3.- Como sin duda comprenden los profesionales de la ciencia política que en tan alta estima se tienen, el ensayo sobre la “Aplicación del análisis a la probabilidad de las decisiones sometidas a la pluralidad de votos” aborda las variables matemáticas que puede tener el resultado de una elección conforme a la combinación de las mayorías. De ese modelo concluye que las decisiones de una mayoría serían incoherentes respecto a las que adoptaría un individuo racional. En 1785 era muy fácil entender el teorema, hoy se antoja algo más simple.

4.- Cerca de ser encarcelado por los jacobinos de Robespierre, que finalmente le cobraron las ideas con su vida, este girondino excelso escribió un “Bosquejo para un cuadro histórico de los progresos de la mente humana” (suele traducirse  el ambiguo esprit por espíritu) cuya contundencia inspiró nada menos que a Robert Malthus a producir su célebre “Ensayo sobre el principio de la población”. En tiempos que el diseño manda sobre el contenido, la trivialidad sobre el fondo, y que se pierde hasta la idea de la elegancia en la concepción de las ideas, gratifica advertir que entre los clásicos, quedan aún valiosos tesoros por estudiar. Condorcet recibió, apenas en 1989, el honor de ser reinhumado en el Panteón de Francia.

5.- En la reivindicación del pensamiento, así como se ha atemperado la furia de los acosos, no está lejos el día que el Brexit se vea revertido por decisión ciudadana de los ingleses; la Unión Europea se verá fortalecida, y los mexicanos subsistiremos a la edad tenebrosa de los feudos entre lombrices y lagartijas, y que se conviertan, por lo menos en duelos de anacondas y cocodrilos. Y a ver si cabe.

camilo@kawage.com

ÚLTIMASCOLUMNAS