/ miércoles 16 de marzo de 2022

Una respuesta de vergüenza

Una vergüenza que debería enfocarse a quien escribió la mamarrachada y los secuaces que colaboraron. Para desgracia nuestra, el agravio a los diputados de la Comunidad Europea se extiende a todos los mexicanos, al suscribirlo el que se supone es la cabeza de la nación.

Confieso que me pasó lo mismo que a otros miles de personas. Cuando lo leí esa trágica noche, creí que era una falsa noticia, una perogrullada más, de las tantas que circulan por las redes. Imposible creer que lo que aparecía frente a mi vista, hubiera salido de quien representa la máxima jerarquía.

Días antes se sabía que los europarlamentarios iban a declararse en relación a la cantidad de periodistas asesinados en México. No debería haberle tomado por sorpresa a un emperador palaciego, consciente del fuerte rumor. De modo que, cuando según sus palabras, se decidió a contestar al reclamo -en un vuelo a Chiapas-, sabía a ciencia cierta, lo que estaba haciendo.

Sobre las rodillas, discurrió un panfleto propio de un escuincle emberrinchado, maleducado y propenso a pelear hasta con su sombra. En ese tono redactó la misiva de Marras, que nos deja como una República de ignorantes, lacayos e irresponsables y negligentes frente al horror de la delincuencia organizada.

La recriminación europea, con argumentos irrebatibles se centró en el que, nuestro lacerado territorio se ha convertido en el más peligroso del mundo, para ejercer el oficio del periodismo. También solicitaba que, el populista demagogo que preside el gobierno, dejara de agraviar a comunicadores en sus mañaneras, en razón del daño que se infringe a quienes, con esos señalamientos se pone en peligro de muerte. No falta un fanático dispuesto a cobrar venganza por lo que considera ofensas a su gurú.

El excelso tlatoani escupió toda su ira en un papel en el que habló de “injerencias, colonialismo” y otras de las típicas lindezas que usa para convencer a su fanaticada -esta sí de borregos-, de que hay un complot en su contra y de la 4T.

Debe haberse dado cuenta del tamaño de su estulticia, porque, a la mañana siguiente dijo que no tenían porqué ofenderse porque les llamara “borregos”, ya que así se hablaban en el parlamento inglés. A una estupidez suma otra, o ¿habrá a quien le afecte lo que se diga en las cortes británicas?

Los legisladores europeos pusieron el dedo en una llaga que no se cierra. La inseguridad asuela y se encarniza contra los comunicadores que se atreven a hacerla pública.

Su broche de oro fue 24 horas después, cuando “aclaró” que de cinco mil muertos que ha habido a últimas fechas, sólo cinco corresponden a periodistas. O sea que le parece correcto que haya una pila de cadáveres estratosférica, como si su referencia fuera a la cantidad de basura que se desecha en esta República.

AMLO cree que podemos convertirnos en una isla y aislarnos del resto del mundo. De golpe y porrazo aniquila la tradición de la política exterior, acaba con los profesionales del ramo y suple el lenguaje profesional, con majaderías propias de un porro. Los diplomáticos de carrera no dan crédito a lo que sucede y se hacen cruces al verse desplazados por nombramientos de mequetrefes afines al tlatoani, ignorantes e impreparados para esos cargos.

La imagen de México en el exterior se hace añicos con las barbaridades de un ejecutivo que confirma que jamás debió llegar a un cargo, que le queda enorme y para el que no está capacitado.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq




Una vergüenza que debería enfocarse a quien escribió la mamarrachada y los secuaces que colaboraron. Para desgracia nuestra, el agravio a los diputados de la Comunidad Europea se extiende a todos los mexicanos, al suscribirlo el que se supone es la cabeza de la nación.

Confieso que me pasó lo mismo que a otros miles de personas. Cuando lo leí esa trágica noche, creí que era una falsa noticia, una perogrullada más, de las tantas que circulan por las redes. Imposible creer que lo que aparecía frente a mi vista, hubiera salido de quien representa la máxima jerarquía.

Días antes se sabía que los europarlamentarios iban a declararse en relación a la cantidad de periodistas asesinados en México. No debería haberle tomado por sorpresa a un emperador palaciego, consciente del fuerte rumor. De modo que, cuando según sus palabras, se decidió a contestar al reclamo -en un vuelo a Chiapas-, sabía a ciencia cierta, lo que estaba haciendo.

Sobre las rodillas, discurrió un panfleto propio de un escuincle emberrinchado, maleducado y propenso a pelear hasta con su sombra. En ese tono redactó la misiva de Marras, que nos deja como una República de ignorantes, lacayos e irresponsables y negligentes frente al horror de la delincuencia organizada.

La recriminación europea, con argumentos irrebatibles se centró en el que, nuestro lacerado territorio se ha convertido en el más peligroso del mundo, para ejercer el oficio del periodismo. También solicitaba que, el populista demagogo que preside el gobierno, dejara de agraviar a comunicadores en sus mañaneras, en razón del daño que se infringe a quienes, con esos señalamientos se pone en peligro de muerte. No falta un fanático dispuesto a cobrar venganza por lo que considera ofensas a su gurú.

El excelso tlatoani escupió toda su ira en un papel en el que habló de “injerencias, colonialismo” y otras de las típicas lindezas que usa para convencer a su fanaticada -esta sí de borregos-, de que hay un complot en su contra y de la 4T.

Debe haberse dado cuenta del tamaño de su estulticia, porque, a la mañana siguiente dijo que no tenían porqué ofenderse porque les llamara “borregos”, ya que así se hablaban en el parlamento inglés. A una estupidez suma otra, o ¿habrá a quien le afecte lo que se diga en las cortes británicas?

Los legisladores europeos pusieron el dedo en una llaga que no se cierra. La inseguridad asuela y se encarniza contra los comunicadores que se atreven a hacerla pública.

Su broche de oro fue 24 horas después, cuando “aclaró” que de cinco mil muertos que ha habido a últimas fechas, sólo cinco corresponden a periodistas. O sea que le parece correcto que haya una pila de cadáveres estratosférica, como si su referencia fuera a la cantidad de basura que se desecha en esta República.

AMLO cree que podemos convertirnos en una isla y aislarnos del resto del mundo. De golpe y porrazo aniquila la tradición de la política exterior, acaba con los profesionales del ramo y suple el lenguaje profesional, con majaderías propias de un porro. Los diplomáticos de carrera no dan crédito a lo que sucede y se hacen cruces al verse desplazados por nombramientos de mequetrefes afines al tlatoani, ignorantes e impreparados para esos cargos.

La imagen de México en el exterior se hace añicos con las barbaridades de un ejecutivo que confirma que jamás debió llegar a un cargo, que le queda enorme y para el que no está capacitado.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq