/ viernes 17 de junio de 2022

¿USA, instrumento electoral de López Obrador? 

La semana pasada se llevó a cabo la novena edición de la Cumbre de las Américas en la que se dan cita los jefes de Estado de las naciones del continente. El propósito de estas reuniones, es revisar los temas más relevantes que afectan el desarrollo, la seguridad y la convivencia de las naciones de la región. En esta ocasión el anfitrión fue Estados Unidos, país que convocó a las naciones democráticas de la región para desahogar la agenda previamente concertada entre todas.

Los temas agendados fueron, entre otros, los relacionado con la pandemia del Covid-19 y las grietas que ha dejado al descubierto en los sistemas sanitarios, económicos, educativos y sociales; las amenazas a la democracia; la crisis climática y la falta de acceso equitativo a oportunidades económicas, sociales y políticas.

Como es bien sabido el AMLO, no asistió a esta importante reunión continental, con el argumento de que no se invitaba a Cuba, Nicaragua y Venezuela, que fueron excluidos por ser dictaduras en las que no se tienen procesos democráticos, libertades ciudadanas, respeto a la prensa y libre manifestación de ideas. Quisiera a partir de este hecho hacer tres reflexiones.

La primera, ¿cuáles son los valores que privilegia el Presidente?. López Obrador le dio la espalda a los valores de la agenda de la Cumbre, que fueron: democracia, cuidado al medio ambiente, equidad social, combate a la pobreza y sana convivencia internacional. En cambio, abrazó los principios de los gobiernos que defiende: represión, poder absoluto, degradación del medio ambiente y dictadura.

Una segunda reflexión parte de sus palabras pronunciadas al anunciar que no iría a la Cumbre. López dijo, “no voy a la cumbre porque no se invita a todos los países de América… por no respetar la soberanía de los países, la independencia de cada país”. Esta declaración pudiera parecer una posición de avanzada, sin embargo, es todo lo contrario, nadie cuestiona la soberanía e independencia de esos países; lo que se reprueba categóricamente es el reconocimiento a gobiernos que utilizan medios ilegales para hacerse del poder y someter a sus sociedades por caminos carentes de libertad. ¿Será que AMLO tema que su gobierno en algún momento sufra el mismo repudio?.

La tercer reflexión, es el frente de pelea que López abrió con legisladores americanos. Como consecuencia de su rechazo a la invitación para asistir a la cumbre por apoyar a gobiernos dictatoriales, senadores americanos reaccionaron acusando al presidente mexicano de tener vínculos con el narcotráfico. Concretamente Marco Rubio, senador por Texas, dijo “Me alegra ver que el presidente mexicano, que ha entregado secciones de su país a los cárteles de droga y es un apologista de la tiranía en Cuba, un dictador asesino en Nicaragua y de un narcotraficante en Venezuela, no estará en Estados Unidos esta semana”. A esta grave acusación, el mandatario reto a que se exhiban pruebas y acuso al senador estadounidense de recibir apoyos de la Asociación Nacional del Rifle. Al senador le es irrelevante la acusación de AMLO, ya que allá dichas aportaciones son legales y transparentes. López, debería estar consciente de que su actitud ante el crimen organizado cada vez despierta más sospechas de colusión, incluso entre sus cercanos como Porfirio Muñoz Ledo, que lo acusa de tener un pacto con el narcotráfico.

En resumen, la inasistencia de López Obrador a la cumbre de las Américas deja en claro muchas cosas y permite especular sobre otras. Nos resulta evidente, que diga lo que diga AMLO, sus valores personales no son los de la democracia, transparencia, respeto a derechos humanos y medio ambiente, ni tampoco una auténtica disposición a terminar con la injusticia social y la pobreza. También queda clara su inclinación por gobiernos autoritarios y represores, su fobia a la crítica y libertad de prensa. Y, deja patente su intención de proteger a las mafias criminales por encima del bienestar de la población, la seguridad nacional y nuestras relaciones con otros piases.

Sin embargo, también hay que preguntarse si el elevado costo de esta acción es solamente un asunto de principios del Presidente, aunque sean torcidos, pero suyos. Conociendo que en López Obrador todo lo que hace tiene una motivación electoral, sus acciones no obedecen a principios, sino a cálculos políticos. Por lo tanto, deberíamos preguntarnos ¿qué gana el Presidente provocando a nuestro poderoso vecino?, ¿será que quiere tener hacia el 2024 severas confrontaciones con los americanos?, ¿que se traduzcan en sanciones comerciales, financieras o incluso en amenazas a nuestro territorio? ¿ese escenario le favorecería para hacer un llamado al voto patriótico en apoyo a sus candidatos? ¿o más allá, para cancelar el proceso electoral argumentando que la defensa de nuestra soberanía nacional está en riesgo y es prioridad? No lo sabemos, pero lo que sí es seguro es que los desaires y groserías al gobierno vecino han sido constantes y graves. Los riesgos de estas actitudes son tan grandes que no tendrían sentido si solo fueran la congruencia con los valores torcidos del Presidente, en un personaje tan pragmático debe haber otra razón y siendo lo electoral lo único que para él vale, deberíamos explorar respuestas por ahí.

Presidente de la Academia Mexicana de Educación.

La semana pasada se llevó a cabo la novena edición de la Cumbre de las Américas en la que se dan cita los jefes de Estado de las naciones del continente. El propósito de estas reuniones, es revisar los temas más relevantes que afectan el desarrollo, la seguridad y la convivencia de las naciones de la región. En esta ocasión el anfitrión fue Estados Unidos, país que convocó a las naciones democráticas de la región para desahogar la agenda previamente concertada entre todas.

Los temas agendados fueron, entre otros, los relacionado con la pandemia del Covid-19 y las grietas que ha dejado al descubierto en los sistemas sanitarios, económicos, educativos y sociales; las amenazas a la democracia; la crisis climática y la falta de acceso equitativo a oportunidades económicas, sociales y políticas.

Como es bien sabido el AMLO, no asistió a esta importante reunión continental, con el argumento de que no se invitaba a Cuba, Nicaragua y Venezuela, que fueron excluidos por ser dictaduras en las que no se tienen procesos democráticos, libertades ciudadanas, respeto a la prensa y libre manifestación de ideas. Quisiera a partir de este hecho hacer tres reflexiones.

La primera, ¿cuáles son los valores que privilegia el Presidente?. López Obrador le dio la espalda a los valores de la agenda de la Cumbre, que fueron: democracia, cuidado al medio ambiente, equidad social, combate a la pobreza y sana convivencia internacional. En cambio, abrazó los principios de los gobiernos que defiende: represión, poder absoluto, degradación del medio ambiente y dictadura.

Una segunda reflexión parte de sus palabras pronunciadas al anunciar que no iría a la Cumbre. López dijo, “no voy a la cumbre porque no se invita a todos los países de América… por no respetar la soberanía de los países, la independencia de cada país”. Esta declaración pudiera parecer una posición de avanzada, sin embargo, es todo lo contrario, nadie cuestiona la soberanía e independencia de esos países; lo que se reprueba categóricamente es el reconocimiento a gobiernos que utilizan medios ilegales para hacerse del poder y someter a sus sociedades por caminos carentes de libertad. ¿Será que AMLO tema que su gobierno en algún momento sufra el mismo repudio?.

La tercer reflexión, es el frente de pelea que López abrió con legisladores americanos. Como consecuencia de su rechazo a la invitación para asistir a la cumbre por apoyar a gobiernos dictatoriales, senadores americanos reaccionaron acusando al presidente mexicano de tener vínculos con el narcotráfico. Concretamente Marco Rubio, senador por Texas, dijo “Me alegra ver que el presidente mexicano, que ha entregado secciones de su país a los cárteles de droga y es un apologista de la tiranía en Cuba, un dictador asesino en Nicaragua y de un narcotraficante en Venezuela, no estará en Estados Unidos esta semana”. A esta grave acusación, el mandatario reto a que se exhiban pruebas y acuso al senador estadounidense de recibir apoyos de la Asociación Nacional del Rifle. Al senador le es irrelevante la acusación de AMLO, ya que allá dichas aportaciones son legales y transparentes. López, debería estar consciente de que su actitud ante el crimen organizado cada vez despierta más sospechas de colusión, incluso entre sus cercanos como Porfirio Muñoz Ledo, que lo acusa de tener un pacto con el narcotráfico.

En resumen, la inasistencia de López Obrador a la cumbre de las Américas deja en claro muchas cosas y permite especular sobre otras. Nos resulta evidente, que diga lo que diga AMLO, sus valores personales no son los de la democracia, transparencia, respeto a derechos humanos y medio ambiente, ni tampoco una auténtica disposición a terminar con la injusticia social y la pobreza. También queda clara su inclinación por gobiernos autoritarios y represores, su fobia a la crítica y libertad de prensa. Y, deja patente su intención de proteger a las mafias criminales por encima del bienestar de la población, la seguridad nacional y nuestras relaciones con otros piases.

Sin embargo, también hay que preguntarse si el elevado costo de esta acción es solamente un asunto de principios del Presidente, aunque sean torcidos, pero suyos. Conociendo que en López Obrador todo lo que hace tiene una motivación electoral, sus acciones no obedecen a principios, sino a cálculos políticos. Por lo tanto, deberíamos preguntarnos ¿qué gana el Presidente provocando a nuestro poderoso vecino?, ¿será que quiere tener hacia el 2024 severas confrontaciones con los americanos?, ¿que se traduzcan en sanciones comerciales, financieras o incluso en amenazas a nuestro territorio? ¿ese escenario le favorecería para hacer un llamado al voto patriótico en apoyo a sus candidatos? ¿o más allá, para cancelar el proceso electoral argumentando que la defensa de nuestra soberanía nacional está en riesgo y es prioridad? No lo sabemos, pero lo que sí es seguro es que los desaires y groserías al gobierno vecino han sido constantes y graves. Los riesgos de estas actitudes son tan grandes que no tendrían sentido si solo fueran la congruencia con los valores torcidos del Presidente, en un personaje tan pragmático debe haber otra razón y siendo lo electoral lo único que para él vale, deberíamos explorar respuestas por ahí.

Presidente de la Academia Mexicana de Educación.