/ martes 10 de agosto de 2021

Vendrán tiempos mejores

Que Lionel Messi haya dejado al Barcelona representa un duro golpe en cuanto a lo económico, pero no en lo deportivo. Se ha cumplido un ciclo, como muchos otros. Quizá un par de años antes de lo previsto o incluso de lo deseado, aunque también en un momento idóneo. De no ser así, el club habría hecho un mayor esfuerzo para renovar al delantero, dispuesto a reducir su salarió más allá de la mitad.

El hubiera no existe ni en la vida ni en el futbol. La toma de decisiones equivocadas se paga de la misma forma que las desatenciones en la cancha. Ya sea con derrotas, con goles en contra y a veces hasta con algún autogol. Todo depende de la capacidad de reacción para hacer un replanteamiento y sobreponerse.

¿Alguna vez se han preguntado qué habría sido de la carrera de Lionel Messi si hubiera coincidido mayor tiempo con Ronaldinho? Posiblemente algo similar a lo que le pasó a Neymar, quien decidió dejar al Barcelona, en el que era feliz, para no jugar siempre bajo la sombra del propio delantero argentino.

Quizá la historia del brasileño habría sido totalmente diferente si su estancia en el Barcelona no hubiera coincidido tanto tiempo con el que, cabe mencionar, es uno de sus mejores amigos dentro y fuera del terreno de juego.

Pero como el hubiera no existe ni en la vida ni en el futbol, sólo queda aprender de estas experiencia de cara al futuro. Y el futuro siempre está en los jóvenes, como es el caso, por ejemplo, de Ansu Fati, a quien quizá le hizo falta jugar una temporada más bajo el cobijo de Messi para ese cambio generacional que vimos hace ya 13 años con Ronaldinho.

Esa temporada que le faltó bien pudo haber sido la pasada, la que se perdió por un desgarre en la rodilla izquierda, que sufrió a principios de noviembre y que hasta ahora lo mantiene alejado de los terrenos de juego.

Se prevé que pueda reaparecer en septiembre. Para entonces podrá contar con el apoyo de Memphis Depay, fichado en este mercado de verano, con 27 años de edad y gran experiencia como líder de la Selección de Países Bajos y hasta hace poco como capitán del Lyon.

Debemos considerar que los cambios, por muy duros que sean, siempre son buenos y en ocasiones hasta necesarios. Más allá de que, efectivamente, Messi merecía un final muy distinto en su gran historia con el club al que llegó con sólo 13 años y en el que se imaginaba estar toda la vida.

En su despedida, entre lágrimas, el argentino aseguró haber hecho todo para quedarse, como aceptar reducir su salario más allá del 50 por ciento, aunque sin estar totalmente seguro de que el club haya hecho lo mismo.

Es cierto que la Liga española resentirá la salida de Messi, pero sólo en el aspecto económico, pues en lo deportivo se trata de la mejor Liga de Europa, y no sólo en la última década, la marcada por Lionel Messi con el Barcelona y Cristiano Ronaldo con el Real Madrid.

Lo ha sido desde décadas atrás, al grado de ser catalogada como la Liga de las Estrellas, además de que en tiempos más recientes ha adoptado modelos que le permitan modernizarse para ofrecer mayor atracción a los aficionados y que de paso genere más ingresos.

Evidentemente estaba interesada en que Messi renovara su contrato con el Barcelona, pero no a cualquier precio. Pues tan importante era que el delantero permaneciera en el futbol español como respetar el Fair Play financiero para asegurar el futuro de la competición, al menos bajo un concepto justo y equitativo, sobre todo en medio de la crisis económica que ha provocado la pandemia del Covid-19.

En vano está señalarla como responsable de que Messi no haya renovado su contrato. Más aun considerar que se trata de una venganza por impulsar la creación de la Superliga junto al Real Madrid y la Juventus, porque ese es otro tema.

La regla es clara y para todos. Si la directiva anterior hubiera tenido una pizca más de visión, habría evitado rebasar su masa salarial. Y si la directiva actual hubiera echado un ojito a la situación antes de hacer fichajes en este mercado de verano, la realidad quizá sería otra. Pero, insisto, el hubiera no existe ni en la vida ni en el futbol.

Vendrán mejores tiempos, como lo demuestra el Real Madrid, mucho más mesurado, gracias a la experiencia del presidente Florentino Pérez.

Para la próxima temporada sólo hizo un fichaje, el de David Alaba, sin tener que pagar ni un euro por el traspaso, para reforzar la defensa central tras la salida de Sergio Ramos y Raphael Varane.

Optó por recuperar algunos jugadores que cedió, como es el caso de Gareth Bale; y le abrió la puerta a sus jóvenes promesas, que, como mencioné anteriormente, deben ser el futuro de todos los equipos.

Vendrán tiempos mejores. Y muy pronto veremos a nuevos talentos tomar el relevo de Messi y Cristiano.

¡Que te lo digo yo!

Que Lionel Messi haya dejado al Barcelona representa un duro golpe en cuanto a lo económico, pero no en lo deportivo. Se ha cumplido un ciclo, como muchos otros. Quizá un par de años antes de lo previsto o incluso de lo deseado, aunque también en un momento idóneo. De no ser así, el club habría hecho un mayor esfuerzo para renovar al delantero, dispuesto a reducir su salarió más allá de la mitad.

El hubiera no existe ni en la vida ni en el futbol. La toma de decisiones equivocadas se paga de la misma forma que las desatenciones en la cancha. Ya sea con derrotas, con goles en contra y a veces hasta con algún autogol. Todo depende de la capacidad de reacción para hacer un replanteamiento y sobreponerse.

¿Alguna vez se han preguntado qué habría sido de la carrera de Lionel Messi si hubiera coincidido mayor tiempo con Ronaldinho? Posiblemente algo similar a lo que le pasó a Neymar, quien decidió dejar al Barcelona, en el que era feliz, para no jugar siempre bajo la sombra del propio delantero argentino.

Quizá la historia del brasileño habría sido totalmente diferente si su estancia en el Barcelona no hubiera coincidido tanto tiempo con el que, cabe mencionar, es uno de sus mejores amigos dentro y fuera del terreno de juego.

Pero como el hubiera no existe ni en la vida ni en el futbol, sólo queda aprender de estas experiencia de cara al futuro. Y el futuro siempre está en los jóvenes, como es el caso, por ejemplo, de Ansu Fati, a quien quizá le hizo falta jugar una temporada más bajo el cobijo de Messi para ese cambio generacional que vimos hace ya 13 años con Ronaldinho.

Esa temporada que le faltó bien pudo haber sido la pasada, la que se perdió por un desgarre en la rodilla izquierda, que sufrió a principios de noviembre y que hasta ahora lo mantiene alejado de los terrenos de juego.

Se prevé que pueda reaparecer en septiembre. Para entonces podrá contar con el apoyo de Memphis Depay, fichado en este mercado de verano, con 27 años de edad y gran experiencia como líder de la Selección de Países Bajos y hasta hace poco como capitán del Lyon.

Debemos considerar que los cambios, por muy duros que sean, siempre son buenos y en ocasiones hasta necesarios. Más allá de que, efectivamente, Messi merecía un final muy distinto en su gran historia con el club al que llegó con sólo 13 años y en el que se imaginaba estar toda la vida.

En su despedida, entre lágrimas, el argentino aseguró haber hecho todo para quedarse, como aceptar reducir su salario más allá del 50 por ciento, aunque sin estar totalmente seguro de que el club haya hecho lo mismo.

Es cierto que la Liga española resentirá la salida de Messi, pero sólo en el aspecto económico, pues en lo deportivo se trata de la mejor Liga de Europa, y no sólo en la última década, la marcada por Lionel Messi con el Barcelona y Cristiano Ronaldo con el Real Madrid.

Lo ha sido desde décadas atrás, al grado de ser catalogada como la Liga de las Estrellas, además de que en tiempos más recientes ha adoptado modelos que le permitan modernizarse para ofrecer mayor atracción a los aficionados y que de paso genere más ingresos.

Evidentemente estaba interesada en que Messi renovara su contrato con el Barcelona, pero no a cualquier precio. Pues tan importante era que el delantero permaneciera en el futbol español como respetar el Fair Play financiero para asegurar el futuro de la competición, al menos bajo un concepto justo y equitativo, sobre todo en medio de la crisis económica que ha provocado la pandemia del Covid-19.

En vano está señalarla como responsable de que Messi no haya renovado su contrato. Más aun considerar que se trata de una venganza por impulsar la creación de la Superliga junto al Real Madrid y la Juventus, porque ese es otro tema.

La regla es clara y para todos. Si la directiva anterior hubiera tenido una pizca más de visión, habría evitado rebasar su masa salarial. Y si la directiva actual hubiera echado un ojito a la situación antes de hacer fichajes en este mercado de verano, la realidad quizá sería otra. Pero, insisto, el hubiera no existe ni en la vida ni en el futbol.

Vendrán mejores tiempos, como lo demuestra el Real Madrid, mucho más mesurado, gracias a la experiencia del presidente Florentino Pérez.

Para la próxima temporada sólo hizo un fichaje, el de David Alaba, sin tener que pagar ni un euro por el traspaso, para reforzar la defensa central tras la salida de Sergio Ramos y Raphael Varane.

Optó por recuperar algunos jugadores que cedió, como es el caso de Gareth Bale; y le abrió la puerta a sus jóvenes promesas, que, como mencioné anteriormente, deben ser el futuro de todos los equipos.

Vendrán tiempos mejores. Y muy pronto veremos a nuevos talentos tomar el relevo de Messi y Cristiano.

¡Que te lo digo yo!