En lo que va del año, han sido asesinados seis periodistas. Apenas el pasado jueves 24 de febrero, fue asesinado Jorge Camero Zazueta, director del portal de noticias “El Informativo”, en Empalme, Sonora. A mitad del sexenio, las cifras ubican a la actual administración en un record aterrador.
El problema de la violencia contra este gremio es estructural y añejo. Según los registros de la organización Artículo 19, del año 2000 a la fecha, se han dado 151 homicidios de comunicadores. En el sexenio de Vicente Fox, se registraran 22 asesinatos, 48 en tiempos de Felipe Calderón, 47 con Peña Nieto y actualmente van 31 con López Obrador.
En este contexto, medios, funcionarios y políticos de Estados Unidos han advirtido la necesidad de intervenir en la protección de quienes se dedican a esta actividad en el país. El influyente diario The Washington Post advirtió en una de sus editoriales que México experimenta “uno de los periodos más letales para los periodistas”…“Pero en lugar de abordar estos peligros, el presidente Andrés Manuel López Obrador dedicó gran parte de su conferencia matutina habitual del viernes 11 a atacar a Carlos Loret de Mola, una de las figuras mediáticas más destacadas del país”…lo que ha significado “un abuso de poder sin precedentes”.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas y Antony Blinken, secretario de Estado, también se manifestaron en torno a este problema. El encargado estadounidense de relaciones exteriores aseveró, a través de su cuenta de Twitter, que son “preocupantes” los elevados números de asesinatos de periodistas y las amenazas que enfrentan quienes se dedican a la labor de comunicar.
Por último, el senador republicano por Texas, Ted Cruz pidió a Joe Biden en una audiencia en el Congreso en Washington, presionar a su homólogo mexicano, para frenar la violencia contra este gremio: “En 2020, más periodistas fueron asesinados en México que en cualquier otro país del mundo”...“El presidente López Obrador parece decidido a empeorar todas estas tendencias”.
Ante estos señalamientos, Marcelo Ebrard escribió una carta a su homólogo estadounidense, en defensa de la administración de AMLO en la que subrayó que habrá “justicia y en ningún caso impunidad”. Por su parte, senadores como Ricardo Monreal calificaron las declaraciones como una “falta de respeto” para la soberanía nacional. Al mismo tiempo, responsabilizaron al país vecino por el tráfico de armas que cruzan hacia México.
Aún cuando el embajador Ken Salazar, con el fin de disminuir la tensión binacional, aseguró que México y EEUU mantienen su colaboración a favor de la “#SeguridadCompartida”, lo cierto es que estas críticas han dejado claro que la relación con el gobierno de nuestro vecino del norte se ha deteriorado. Es probable que el tema de los periodistas sea una mera excusa para reflejar la molestia prevaleciente en la administración Biden por asuntos tan variados como la propuesta de reforma eléctrica o la falta de acciones contundentes para disminuir el tráfico de fentanilo hacia aquella nación.
La violencia contra periodistas implica la erosión de nuestras libertades y de la propia democracia. La #SociedadHorizontal debe atender el tema por encima de la coyuntura o la crítica a una administración en específico. Más que una excusa para presionar al gobierno en turno, el trabajo entre ambas naciones deberá ser de colaboración para acabar con las causas que originan la violencia en ambos lados de la frontera: prevalencia del crimen organizado y la venta ilegal de armas.
