/ martes 30 de abril de 2019

Violencia y degradación social

Una serie de hechos delictivos en los últimos días han conmocionado a la opinión pública y reabren el debate sobre los altos índices de violencia. Punto y aparte, la crueldad con que se cometen.

En la lista no solo está la mascare de Minatitlán, Veracruz, donde fueron acribilladas 14 personas, incluyendo un menor. A la lista hay que sumar el atentado en Cuautla, Morelos, donde fallecieron seis personas, entre las víctimas dos niñas de nueve y diez años, un menor de cinco años y la abuela de una de las menores. En Huimanguillo, Tabasco, comando armado asesina a cuatro integrantes de una familia, además, el homicidio de la alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Veracruz, Maricela Vallejo y su esposo.

Para sintetizar, la barbarie ha trastocado la paz social con estos asesinatos y los paradigmas de la violencia se han diversificado al grado de perturbar la dignidad humana.

Por lo anterior, es perceptible que el 74.6 por ciento de los connacionales se sientan inseguros en la ciudad en la que viven de acuerdo a los últimos datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi. En tanto, el 96.5 por ciento de los niños entre 6 a 9 años no se sientes protegidos en la calle y ocho de diez menores, tampoco se sienten seguros en la escuela, según datos de la reciente Consulta Infantil y Juvenil del INE.

A pesar de que el Senado acaba de aprobar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, pacificar el país no es solo responsabilidad del gabinete de seguridad del gobierno federal. La violencia obedece a cuestiones multifactoriales.

Por ejemplo, cinco mil 888 niños están bajo proceso o con sentencia por haber cometido un delito. Por otro lado, en la última década se han cometido 14 mil asesinatos contra menores de edad. En 2017 fueron ultimados 51 menores. Los datos son de la Red por los Derechos de la Infancia en México.

Por otro lado, en el primer trimestre de este año, la violencia política se incrementó en un 4 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado, lo que representa un “debilitamiento institucional en la esfera municipal y estatal” de acuerdo a la consultora Etellekt.

¿Qué ocurrió para que el país llegara a estos niveles de degradación? Víctimas y victimarios son producto de la desigualdad, falta de oportunidades, corrupción e impunidad, ineficiente procuración de justicia, fractura del tejido social, fragilidad de las instituciones, entre otros factores.

Quienes estamos en un puesto público o de representación popular, tenemos la urgente obligación de buscar respuestas y encontrar soluciones, de lo contrario, la paz será lejana.

Coordinadora del PT en el Senado

Una serie de hechos delictivos en los últimos días han conmocionado a la opinión pública y reabren el debate sobre los altos índices de violencia. Punto y aparte, la crueldad con que se cometen.

En la lista no solo está la mascare de Minatitlán, Veracruz, donde fueron acribilladas 14 personas, incluyendo un menor. A la lista hay que sumar el atentado en Cuautla, Morelos, donde fallecieron seis personas, entre las víctimas dos niñas de nueve y diez años, un menor de cinco años y la abuela de una de las menores. En Huimanguillo, Tabasco, comando armado asesina a cuatro integrantes de una familia, además, el homicidio de la alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Veracruz, Maricela Vallejo y su esposo.

Para sintetizar, la barbarie ha trastocado la paz social con estos asesinatos y los paradigmas de la violencia se han diversificado al grado de perturbar la dignidad humana.

Por lo anterior, es perceptible que el 74.6 por ciento de los connacionales se sientan inseguros en la ciudad en la que viven de acuerdo a los últimos datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi. En tanto, el 96.5 por ciento de los niños entre 6 a 9 años no se sientes protegidos en la calle y ocho de diez menores, tampoco se sienten seguros en la escuela, según datos de la reciente Consulta Infantil y Juvenil del INE.

A pesar de que el Senado acaba de aprobar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, pacificar el país no es solo responsabilidad del gabinete de seguridad del gobierno federal. La violencia obedece a cuestiones multifactoriales.

Por ejemplo, cinco mil 888 niños están bajo proceso o con sentencia por haber cometido un delito. Por otro lado, en la última década se han cometido 14 mil asesinatos contra menores de edad. En 2017 fueron ultimados 51 menores. Los datos son de la Red por los Derechos de la Infancia en México.

Por otro lado, en el primer trimestre de este año, la violencia política se incrementó en un 4 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado, lo que representa un “debilitamiento institucional en la esfera municipal y estatal” de acuerdo a la consultora Etellekt.

¿Qué ocurrió para que el país llegara a estos niveles de degradación? Víctimas y victimarios son producto de la desigualdad, falta de oportunidades, corrupción e impunidad, ineficiente procuración de justicia, fractura del tejido social, fragilidad de las instituciones, entre otros factores.

Quienes estamos en un puesto público o de representación popular, tenemos la urgente obligación de buscar respuestas y encontrar soluciones, de lo contrario, la paz será lejana.

Coordinadora del PT en el Senado