/ miércoles 29 de junio de 2022

Visas de trabajo temporal en EU:  ¿pronunciamiento político o solución? 

por Liliana Meza González

El pasado 23 de junio el Secretario de Gobernación de México, Adán Augusto López, refirió a los medios de comunicación nacionales que el gobierno estadounidense anunciará, durante la visita del presidente de México a la capital de ese país en julio de este año, un paquete de 300 mil visas de trabajo temporal para migrantes de México y Centroamérica. Según el funcionario, la mitad de ese total sería para migrantes mexicanos y la otra mitad para migrantes centroamericanos. La noticia fue muy bien recibida por los medios de comunicación regionales y por la sociedad en general, pues significa que Estados Unidos está mostrando sensibilidad frente a la crisis migratoria actual que, entre sus múltiples manifestaciones, ha provocado que el número de solicitudes de asilo en México haya aumentado a números récord. Por ejemplo, tan solo en 2021, y de acuerdo con datos de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), México recibió más de 130 mil solicitudes de asilo, la tercera cifra más alta para cualquier país del mundo (solo detrás de Estados Unidos y Alemania). De estas solicitudes, y de acuerdo con WOLA, aproximadamente 90 mil se presentaron en Tapachula, en la frontera con Guatemala. “Esta cifra es más de 100 veces mayor que la recibida en 2013. Las cifras siguen aumentando, ya que México ha recibido más de 40 mil solicitudes de asilo solo en los cuatro primeros meses de 2022”, refirió la organización en un comunicado.

Pero la crisis migratoria no solo se observa en las cifras de solicitudes de refugio en México. En la frontera entre México y Estados Unidos, del lado mexicano, hay un sinnúmero de campamentos que se caracterizan por su precariedad, donde se albergan miles de migrantes procedentes de países tan disímiles como Honduras, Haití y Nicaragua, quienes están a la espera de una respuesta a su solicitud de asilo en Estados Unidos. Esta espera se explica por una política establecida durante el gobierno de Donald Trump (MPP o Protocolo de Protección a Migrantes) y que el gobierno de Joe Biden no ha podido cancelar debido a una orden judicial. Y mientras tanto, más caravanas salen de Centroamérica para llegar a Estados Unidos, las cuales son muchas veces desmanteladas en Guatemala o en México, países que están jugando el papel de controladores de los flujos migratorios dirigidos a la Unión Americana.

Es en este contexto que el gobierno estadounidense, supuestamente (falta el anuncio oficial), ofrecerá visas de trabajo temporal para mexicanos y centroamericanos. Analicemos con lupa la nota.

Primero, 150 mil visas para centroamericanos son a todas luces insuficientes, dada la dimensión de la crisis migratoria. Los centroamericanos están huyendo de sus países en grandes cantidades por los problemas de pobreza, violencia e inseguridad, mientras que los haitianos salen por la ingobernabilidad y los problemas que dejó el terremoto de 2021. Los nicaragüenses y venezolanos huyen de regímenes autocráticos y autoritarios, que han dejado a sus países sumidos en el caos. La necesidad de visas es mucho mayor a la oferta actual, y es muy probable que esta propia oferta anime a más personas a movilizarse con la esperanza de que el gobierno de Joe Biden abra aún más las opciones de trabajo temporal.

El caso de las visas para mexicanos es todavía más complejo. En Estados Unidos, y de acuerdo con cifras del Pew Research Center, hay 10.5 millones de personas indocumentadas, la mitad de las cuales son de origen mexicano. Las visas temporales que ofrecerá el gobierno estadounidense son también para personas que residen en territorio estadounidense, lo que implica que más de 5 millones de personas estarán interesadas en regularizar su estancia en la Unión Americana. Sin embargo, las visas son para trabajo temporal, y estas personas residen de forma permanente en Estados Unidos, lo que implica que no serán atractivas para la población indocumentada de origen mexicano. Quienes si podrían aprovecharlas son quienes todavía viven en México. Pero la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (Customs and Border Protection) anunció en marzo de 2022 que tan solo en febrero, el número de mexicanos detenidos en la frontera sumó 164,973 personas, una cifra 7% mayor a la observada en enero. También, a todas luces, el número de visas temporales para mexicanos es insuficiente.

Todo lo anterior sugiere que el anuncio de las visas de trabajo temporal tiene un fin político, tal vez relacionado con los compromisos que se asumieron durante la pasada Cumbre de las Américas, celebrada en la ciudad de Los Ángeles. Es también posible que Biden quiera aumentar su popularidad y la de su partido entre la comunidad latina, en un año de elecciones intermedias, y en un contexto en el que el partido Republicano está subiendo en las preferencias. En conclusión, esperemos que el anuncio de las visas se haga oficial y que éste sea solo el inicio de una serie de medidas para paliar la grave crisis migratoria que la región latinoamericana está enfrentando.


Coordinadora de la Maestría en Estudios sobre Migración. Universidad Iberoamericana.


por Liliana Meza González

El pasado 23 de junio el Secretario de Gobernación de México, Adán Augusto López, refirió a los medios de comunicación nacionales que el gobierno estadounidense anunciará, durante la visita del presidente de México a la capital de ese país en julio de este año, un paquete de 300 mil visas de trabajo temporal para migrantes de México y Centroamérica. Según el funcionario, la mitad de ese total sería para migrantes mexicanos y la otra mitad para migrantes centroamericanos. La noticia fue muy bien recibida por los medios de comunicación regionales y por la sociedad en general, pues significa que Estados Unidos está mostrando sensibilidad frente a la crisis migratoria actual que, entre sus múltiples manifestaciones, ha provocado que el número de solicitudes de asilo en México haya aumentado a números récord. Por ejemplo, tan solo en 2021, y de acuerdo con datos de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), México recibió más de 130 mil solicitudes de asilo, la tercera cifra más alta para cualquier país del mundo (solo detrás de Estados Unidos y Alemania). De estas solicitudes, y de acuerdo con WOLA, aproximadamente 90 mil se presentaron en Tapachula, en la frontera con Guatemala. “Esta cifra es más de 100 veces mayor que la recibida en 2013. Las cifras siguen aumentando, ya que México ha recibido más de 40 mil solicitudes de asilo solo en los cuatro primeros meses de 2022”, refirió la organización en un comunicado.

Pero la crisis migratoria no solo se observa en las cifras de solicitudes de refugio en México. En la frontera entre México y Estados Unidos, del lado mexicano, hay un sinnúmero de campamentos que se caracterizan por su precariedad, donde se albergan miles de migrantes procedentes de países tan disímiles como Honduras, Haití y Nicaragua, quienes están a la espera de una respuesta a su solicitud de asilo en Estados Unidos. Esta espera se explica por una política establecida durante el gobierno de Donald Trump (MPP o Protocolo de Protección a Migrantes) y que el gobierno de Joe Biden no ha podido cancelar debido a una orden judicial. Y mientras tanto, más caravanas salen de Centroamérica para llegar a Estados Unidos, las cuales son muchas veces desmanteladas en Guatemala o en México, países que están jugando el papel de controladores de los flujos migratorios dirigidos a la Unión Americana.

Es en este contexto que el gobierno estadounidense, supuestamente (falta el anuncio oficial), ofrecerá visas de trabajo temporal para mexicanos y centroamericanos. Analicemos con lupa la nota.

Primero, 150 mil visas para centroamericanos son a todas luces insuficientes, dada la dimensión de la crisis migratoria. Los centroamericanos están huyendo de sus países en grandes cantidades por los problemas de pobreza, violencia e inseguridad, mientras que los haitianos salen por la ingobernabilidad y los problemas que dejó el terremoto de 2021. Los nicaragüenses y venezolanos huyen de regímenes autocráticos y autoritarios, que han dejado a sus países sumidos en el caos. La necesidad de visas es mucho mayor a la oferta actual, y es muy probable que esta propia oferta anime a más personas a movilizarse con la esperanza de que el gobierno de Joe Biden abra aún más las opciones de trabajo temporal.

El caso de las visas para mexicanos es todavía más complejo. En Estados Unidos, y de acuerdo con cifras del Pew Research Center, hay 10.5 millones de personas indocumentadas, la mitad de las cuales son de origen mexicano. Las visas temporales que ofrecerá el gobierno estadounidense son también para personas que residen en territorio estadounidense, lo que implica que más de 5 millones de personas estarán interesadas en regularizar su estancia en la Unión Americana. Sin embargo, las visas son para trabajo temporal, y estas personas residen de forma permanente en Estados Unidos, lo que implica que no serán atractivas para la población indocumentada de origen mexicano. Quienes si podrían aprovecharlas son quienes todavía viven en México. Pero la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (Customs and Border Protection) anunció en marzo de 2022 que tan solo en febrero, el número de mexicanos detenidos en la frontera sumó 164,973 personas, una cifra 7% mayor a la observada en enero. También, a todas luces, el número de visas temporales para mexicanos es insuficiente.

Todo lo anterior sugiere que el anuncio de las visas de trabajo temporal tiene un fin político, tal vez relacionado con los compromisos que se asumieron durante la pasada Cumbre de las Américas, celebrada en la ciudad de Los Ángeles. Es también posible que Biden quiera aumentar su popularidad y la de su partido entre la comunidad latina, en un año de elecciones intermedias, y en un contexto en el que el partido Republicano está subiendo en las preferencias. En conclusión, esperemos que el anuncio de las visas se haga oficial y que éste sea solo el inicio de una serie de medidas para paliar la grave crisis migratoria que la región latinoamericana está enfrentando.


Coordinadora de la Maestría en Estudios sobre Migración. Universidad Iberoamericana.