/ miércoles 29 de marzo de 2023

Visita Biden a Canadá: ¿Un mensaje para México? 

Por Saul Vazquez Torres

@sawie


La semana pasada Joe R. Biden se convirtió en tan sólo el octavo presidente en dirigir un mensaje al parlamento canadiense. Antes de él, Truman, Eisenhower, Kennedy, Nixon, Reagan, Clinton y Obama hicieron lo propio. En un momento complicado de nuestra propia relación bilateral con Estados Unidos por el desacuerdo del titular del ejecutivo mexicano con los profesionales informes de Derechos Humanos del Departamento de Estado, la crisis por el tráfico de fentanilo, la disputa comercial con un ultimátum por el tema energético que está a punto de irse a paneles del T-MEC… La relación entre los dos otros países del bloque comercial parece más sólida que nunca.

Durante la sesión del 24 de marzo del parlamento canadiense, el premier de esa nación, Justin Trudeau, recalcó que en los momentos convulsos que vive el orbe, hoy la amistad de Canadá con Estados Unidos es más importante que nunca. Subrayó los retos de la transición energética, la agenda de derechos humanos y reafirmó la alianza militar de Canadá con EEUU dibujando un paralelo entre el apoyo en la Segunda Guerra Mundial y el envío de armas y entrenamiento de tropas ucranianas ante la “brutal invasión de Putin”. Trudeau recalcó la coincidencia programática de su gobierno con el proyecto “Build back better” de Biden, enfatizando una industria concentrada en los automóviles eléctricos, la reformulación del proceso de fabricación de acero para la reducción de emisiones y la atracción a la región de industria que había optado por moverse al sudeste asiático en la última mitad del s. XX.

Por su parte, el discurso de Biden que arrancó con una ovasión de minutos y la frase “Los americanos y canadienses son dos pueblos, dos países, en mi punto de vista, compartiendo un solo corazón”. De ahí las coincidencias continuaron, remarcó la opinión positiva de los estadounidenses, 88% de opiniones positivas acorde a Gallup. En esa misma métrica, México cayó 4% el último año, con un 59% de opiniones favorables entre los norteamericanos. El discurso de Biden a partir de ahí versó sobre el futuro, la visión y proyectos compartidos. La creación de “valor compartido” en Norteamérica, su iniciativa de chips y vehículos limpios. Canadá como el principal socio comercial de su país. A pesar de que en varios años el intercambio con México lo ha superado.

¿Dónde quedamos nosotros? Norteamérica se encuentra en las puertas de un momento transformacional en la matriz productiva y económica impulsada por la transición energética y la revolución industrial que esto conlleva. Nuestra visión no puede seguir anclada a un pasado de producción de materias primas para un mundo que se aleja cada vez más de los combustibles fósiles. La visión del mundo del trabajo de Biden y Trudeau podrá traducirse en unos años en mejores condiciones para los trabajadores canadienses y estadounidenses. México no puede dejar esta oportunidad por un vetusto nacionalismo energético.

Las oportunidades de desarrollo están ahí para tomarlos, la era del nearshoring y nuestra base poblacional nos dan una oportunidad sin precedentes para verdaderamente encadenarnos al crecimiento de la región más importante del mundo para el comercio. Sin embargo nuestros líderes tienen que entender que nuestro aliado es Estados Unidos y que la confianza que podamos construir en estos años será clave para el porvenir de nuestro país. De otro modo, nos seguiremos quedando de lado mientras la alianza entre Canadá y Estados Unidos avanza dejándonos detrás.


Maestrante en Estudios México – Estados Unidos (UNAM). Asociado COMEXI

Por Saul Vazquez Torres

@sawie


La semana pasada Joe R. Biden se convirtió en tan sólo el octavo presidente en dirigir un mensaje al parlamento canadiense. Antes de él, Truman, Eisenhower, Kennedy, Nixon, Reagan, Clinton y Obama hicieron lo propio. En un momento complicado de nuestra propia relación bilateral con Estados Unidos por el desacuerdo del titular del ejecutivo mexicano con los profesionales informes de Derechos Humanos del Departamento de Estado, la crisis por el tráfico de fentanilo, la disputa comercial con un ultimátum por el tema energético que está a punto de irse a paneles del T-MEC… La relación entre los dos otros países del bloque comercial parece más sólida que nunca.

Durante la sesión del 24 de marzo del parlamento canadiense, el premier de esa nación, Justin Trudeau, recalcó que en los momentos convulsos que vive el orbe, hoy la amistad de Canadá con Estados Unidos es más importante que nunca. Subrayó los retos de la transición energética, la agenda de derechos humanos y reafirmó la alianza militar de Canadá con EEUU dibujando un paralelo entre el apoyo en la Segunda Guerra Mundial y el envío de armas y entrenamiento de tropas ucranianas ante la “brutal invasión de Putin”. Trudeau recalcó la coincidencia programática de su gobierno con el proyecto “Build back better” de Biden, enfatizando una industria concentrada en los automóviles eléctricos, la reformulación del proceso de fabricación de acero para la reducción de emisiones y la atracción a la región de industria que había optado por moverse al sudeste asiático en la última mitad del s. XX.

Por su parte, el discurso de Biden que arrancó con una ovasión de minutos y la frase “Los americanos y canadienses son dos pueblos, dos países, en mi punto de vista, compartiendo un solo corazón”. De ahí las coincidencias continuaron, remarcó la opinión positiva de los estadounidenses, 88% de opiniones positivas acorde a Gallup. En esa misma métrica, México cayó 4% el último año, con un 59% de opiniones favorables entre los norteamericanos. El discurso de Biden a partir de ahí versó sobre el futuro, la visión y proyectos compartidos. La creación de “valor compartido” en Norteamérica, su iniciativa de chips y vehículos limpios. Canadá como el principal socio comercial de su país. A pesar de que en varios años el intercambio con México lo ha superado.

¿Dónde quedamos nosotros? Norteamérica se encuentra en las puertas de un momento transformacional en la matriz productiva y económica impulsada por la transición energética y la revolución industrial que esto conlleva. Nuestra visión no puede seguir anclada a un pasado de producción de materias primas para un mundo que se aleja cada vez más de los combustibles fósiles. La visión del mundo del trabajo de Biden y Trudeau podrá traducirse en unos años en mejores condiciones para los trabajadores canadienses y estadounidenses. México no puede dejar esta oportunidad por un vetusto nacionalismo energético.

Las oportunidades de desarrollo están ahí para tomarlos, la era del nearshoring y nuestra base poblacional nos dan una oportunidad sin precedentes para verdaderamente encadenarnos al crecimiento de la región más importante del mundo para el comercio. Sin embargo nuestros líderes tienen que entender que nuestro aliado es Estados Unidos y que la confianza que podamos construir en estos años será clave para el porvenir de nuestro país. De otro modo, nos seguiremos quedando de lado mientras la alianza entre Canadá y Estados Unidos avanza dejándonos detrás.


Maestrante en Estudios México – Estados Unidos (UNAM). Asociado COMEXI