/ sábado 22 de enero de 2022

Visita de Jennifer Granholm Positiva: AMLO

La visita de la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer M. Granholm, demostró que la presión en contra de la iniciativa de reforma eléctrica que se está debatiendo en el Congreso de la Unión mexicano es un tema de vital interés para el país vecino, aunque luego del encuentro con Andrés Manuel López Obrador, sin duda, la funcionaria llevará buenas noticias al Presidente Joe Biden y a sus congresistas.

Por un lado, está el compromiso del mandatario mexicano de que esta iniciativa no violará los acuerdos del T-MEC y de que, en caso de que alguna de las empresas extranjeras se sienta vulnerada en sus derechos se revisará caso por caso la situación y por otro lado, los principales operadores legislativos de, Ricardo Monreal e Ignacio Mier escucharon de viva voz las preocupaciones de la funcionaria norteamericana y precisamente ellos serán los encargados de modificar la iniciativa presidencial.

Y es que pese a que las pláticas de la funcionaria con diversos secretarios de estado de alto nivel de nuestro país, incluyendo el encuentro que tuvo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, se desarrollaron en un ambiente de cordialidad diplomática, lo cierto es que el disgusto de los norteamericanos es real.

Recordemos que previo a su llegada a México partidarios del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidieron a sus funcionarios más agresión en sus acciones contra la reforma eléctrica.

En una carta enviada al secretario de Estado (Anthony Blinken) y la secretaria de Energía (Jennifer Granholm), cuatro senadores demócratas miembros del Comité de Relaciones Exteriores pidieron poner freno a la propuesta de reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, con la que se dará mayor poder en el mercado eléctrico nacional a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

“Urgimos a la administración Biden a que se exprese más enérgicamente a favor de la producción de energías renovables que beneficiará a ambos países”, se lee en el documento, fechado el miércoles 18 de enero.

Ante esto, ya en nuestro país, Jennifer Granholm acompañada del embajador Ken Salazar reconoció a México como aliado, pero también las diferencias que hay respecto a la nueva regulación que se impulsa en el sector energético.

Sabemos que en Estados Unidos hay elecciones este año el 8 de noviembre y de ahí pudieran derivarse las presiones, pues como en cualquier país, la oposición y los mismos de “casa” utilizan todo lo que está a su alcance con fines de rentabilidad electoral.

En lo que sabemos hasta ahora en su paso por nuestro país la agenda de temas de la funcionaria del gobierno de Joe Biden incluyó la promoción del uso de energías limpias, mayor inversión, incrementar la diversidad en todo el sector energético internacional e intercambio de puntos de vista sobre los cambios propuestos a las leyes y regulaciones energéticas de México, como es el caso de la reforma eléctrica.

La secretaria de Estados Unidos también tuvo pláticas privadas con Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Esteban Moctezuma, todos presidenciables y aunque los detalles no se dieron a conocer confiamos que en los próximos días nos enteramos de lo que les dijo a estas importantes figuras mexicanas.

La pregunta ahora es ¿Qué efecto tendrán estos encuentros en la actitud de la administración de López Obrador? ¿La visita de la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, a México podrá permitir que se le cambien puntos a su iniciativa de Reforma Eléctrica? Es incierto, pues sabemos que ésta es muy rentable políticamente, como queda claro en las encuestas de popularidad.

Confiamos que como dice AMLO esta visita sea positiva para el país y haya permitido flexibilizar posturas pues no conviene al país enfrentar demandas millonarias de empresas agraviadas por la reforma o poner en riesgo los términos del T-MEC, porque se perjudicaría el único motor que está funcionando de la economía mexicana.

Es obvio que hay molestia en Estados Unidos, pero también quedó demostrado que, con diálogo y buena disposición de ambas partes, todo se podrá superar, ya veremos cómo traducen en la ley los acuerdos a los que el gobierno mexicano llegó estos días, pero en términos generales podemos decir que coincidimos con el Presidente en que estas reuniones bilaterales son positivas para México. Estaremos atentos.



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Dr. J. Hector Muñoz Escobar

Twitter:@ jHectormunoz

Facebook:Hector muñoz

Instagram :jHectormunoz

www.hectormunoz.com.mx


La visita de la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer M. Granholm, demostró que la presión en contra de la iniciativa de reforma eléctrica que se está debatiendo en el Congreso de la Unión mexicano es un tema de vital interés para el país vecino, aunque luego del encuentro con Andrés Manuel López Obrador, sin duda, la funcionaria llevará buenas noticias al Presidente Joe Biden y a sus congresistas.

Por un lado, está el compromiso del mandatario mexicano de que esta iniciativa no violará los acuerdos del T-MEC y de que, en caso de que alguna de las empresas extranjeras se sienta vulnerada en sus derechos se revisará caso por caso la situación y por otro lado, los principales operadores legislativos de, Ricardo Monreal e Ignacio Mier escucharon de viva voz las preocupaciones de la funcionaria norteamericana y precisamente ellos serán los encargados de modificar la iniciativa presidencial.

Y es que pese a que las pláticas de la funcionaria con diversos secretarios de estado de alto nivel de nuestro país, incluyendo el encuentro que tuvo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, se desarrollaron en un ambiente de cordialidad diplomática, lo cierto es que el disgusto de los norteamericanos es real.

Recordemos que previo a su llegada a México partidarios del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidieron a sus funcionarios más agresión en sus acciones contra la reforma eléctrica.

En una carta enviada al secretario de Estado (Anthony Blinken) y la secretaria de Energía (Jennifer Granholm), cuatro senadores demócratas miembros del Comité de Relaciones Exteriores pidieron poner freno a la propuesta de reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, con la que se dará mayor poder en el mercado eléctrico nacional a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

“Urgimos a la administración Biden a que se exprese más enérgicamente a favor de la producción de energías renovables que beneficiará a ambos países”, se lee en el documento, fechado el miércoles 18 de enero.

Ante esto, ya en nuestro país, Jennifer Granholm acompañada del embajador Ken Salazar reconoció a México como aliado, pero también las diferencias que hay respecto a la nueva regulación que se impulsa en el sector energético.

Sabemos que en Estados Unidos hay elecciones este año el 8 de noviembre y de ahí pudieran derivarse las presiones, pues como en cualquier país, la oposición y los mismos de “casa” utilizan todo lo que está a su alcance con fines de rentabilidad electoral.

En lo que sabemos hasta ahora en su paso por nuestro país la agenda de temas de la funcionaria del gobierno de Joe Biden incluyó la promoción del uso de energías limpias, mayor inversión, incrementar la diversidad en todo el sector energético internacional e intercambio de puntos de vista sobre los cambios propuestos a las leyes y regulaciones energéticas de México, como es el caso de la reforma eléctrica.

La secretaria de Estados Unidos también tuvo pláticas privadas con Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Esteban Moctezuma, todos presidenciables y aunque los detalles no se dieron a conocer confiamos que en los próximos días nos enteramos de lo que les dijo a estas importantes figuras mexicanas.

La pregunta ahora es ¿Qué efecto tendrán estos encuentros en la actitud de la administración de López Obrador? ¿La visita de la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, a México podrá permitir que se le cambien puntos a su iniciativa de Reforma Eléctrica? Es incierto, pues sabemos que ésta es muy rentable políticamente, como queda claro en las encuestas de popularidad.

Confiamos que como dice AMLO esta visita sea positiva para el país y haya permitido flexibilizar posturas pues no conviene al país enfrentar demandas millonarias de empresas agraviadas por la reforma o poner en riesgo los términos del T-MEC, porque se perjudicaría el único motor que está funcionando de la economía mexicana.

Es obvio que hay molestia en Estados Unidos, pero también quedó demostrado que, con diálogo y buena disposición de ambas partes, todo se podrá superar, ya veremos cómo traducen en la ley los acuerdos a los que el gobierno mexicano llegó estos días, pero en términos generales podemos decir que coincidimos con el Presidente en que estas reuniones bilaterales son positivas para México. Estaremos atentos.



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Dr. J. Hector Muñoz Escobar

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