/ viernes 29 de noviembre de 2019

Y tú, ¿eres visionario 2030?

Por: Alejandra Zenzes

Desde que existe la humanidad hay problemas ambientales, porque medio ambiente es todo lo que nos rodea; y en aras del desarrollo, lo hemos sobrexplotado. Si bien existen problemas naturales como los climatológicos, hay otros que son antropogénicos, es decir, causados por el hombre. Éstos generalmente se presentan ya que rebasamos la capacidad de restauración de la naturaleza, contaminación que, a su vez, trae aparejada una serie de problemas que afectan tanto el desarrollo de las naciones, como la salud humana.

A lo largo de la historia hemos visto que cuando los problemas ambientales impactan negativamente en el desarrollo humano, se despierta una alerta para su atención. Así, en 1992, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) convocó en Río de Janeiro a la realización de la Cumbre de la Tierra; donde se pusieron sobre la mesa los problemas ambientales que más preocupaban a la humanidad entonces: el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la desertificación. Para su atención se crearon la Convención sobre Diversidad Biológica, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, respectivamente; cada una de ellas celebra reuniones periódicas y va generando avances en la materia de su competencia. Sin embargo, estamos a punto de cumplir 30 años desde entonces, y esos problemas siguen vigentes.

Por su parte, Naciones Unidas continúa impulsando la cooperación internacional para la atención de los problemas globales. Para celebrar la conmemoración de los 20 años de la Cumbre de la Tierra organizó en 2012, también en Río de Janeiro, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, con el objetivo de plantear un conjunto de propósitos destinados a enfrentar los nuevos retos mundiales: el cambio climático, la desigualdad, la paz y la justicia. Un nuevo paradigma de la comunidad internacional.

En 2015 surgen concretamente los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible globalmente conocidos por sus siglas como los ODS, que constituyen pilares de acción orientados a poner fin a la pobreza, a luchar contra la desigualdad y la injusticia, a proteger el planeta y a garantizar prosperidad a todos los habitantes del mundo. A pesar de que los ODS están interrelacionados, cada uno de ellos tiene una serie de metas a cumplir, con indicadores de verificación, y todo esto se enmarca en la Agenda 2030.

Los ODS fijan la agenda mundial para promover una visión general de las prioridades de desarrollo, guían la toma de decisiones de los gobernantes, generan homogeneidad en los planes de desarrollo nacionales, fomentan la colaboración público-privada, promueven la cooperación internacional e inciden en la opinión pública.

Estos objetivos dejan de ser buenas intenciones en el momento en que se materializan; por ello los impulsan los gobiernos nacionales ; sin embargo, todos debemos involucrarnos: las empresas nacionales, las trasnacionales, las organizaciones de la sociedad civil, la academia, los comunicadores, los emprendedores y la población en general.

Debemos orientar nuestras actividades en términos de ODs, ser visionarios y no solo adoptar el lenguaje de la comunidad internacional, sino actuar en consecuencia. Esto implica que desde nuestra trinchera habremos de empezar por definir en cuál ODS se enmarcan nuestras actividades laborales, de las actividades señaladas cuáles son las que llevaremos a cabo, y cómo deberemos reportarlas a la autoridad nacional, que en el caso de México recae en la oficina de la Presidencia.

Este es un llamado a hacer un ejercicio de corresponsabilidad; empecemos hoy identificando cuál o cuáles son los ODs sobre los que tendremos un impacto, hagamos una medición real de dicho impacto y asumámonos como ciudadanos comprometidos con nuestro medio ambiente, con el desarrollo sostenible de nuestro país, asumamos la responsabilidad de hacer hoy lo necesario para dejar un mejor futuro a las generaciones venideras, seamos visionarios, ciudadanos del cambio, los que en 11 años estaremos diciendo: somos la primera generación de la Agenda 2030.

Yo soy visionaria 2030 y mi compromiso está en torno a la identificación, impulso y socialización de esfuerzos que impactan positivamente en los ODS ambientales: ODS6 Agua Limpia y Saneamiento; ODS7 Energía Asequible y No Contaminante; ODS11 Ciudades y Comunidades Sustentable; ODS12 Producción y Consumo Responsable; ODS13 Acción por el Clima, ODS14 Vida Submarina y ODS15 Vida y Ecosistemas Terrestres.

Y tu………………. ¿qué tan visionario eres?

Por: Alejandra Zenzes

Desde que existe la humanidad hay problemas ambientales, porque medio ambiente es todo lo que nos rodea; y en aras del desarrollo, lo hemos sobrexplotado. Si bien existen problemas naturales como los climatológicos, hay otros que son antropogénicos, es decir, causados por el hombre. Éstos generalmente se presentan ya que rebasamos la capacidad de restauración de la naturaleza, contaminación que, a su vez, trae aparejada una serie de problemas que afectan tanto el desarrollo de las naciones, como la salud humana.

A lo largo de la historia hemos visto que cuando los problemas ambientales impactan negativamente en el desarrollo humano, se despierta una alerta para su atención. Así, en 1992, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) convocó en Río de Janeiro a la realización de la Cumbre de la Tierra; donde se pusieron sobre la mesa los problemas ambientales que más preocupaban a la humanidad entonces: el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la desertificación. Para su atención se crearon la Convención sobre Diversidad Biológica, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, respectivamente; cada una de ellas celebra reuniones periódicas y va generando avances en la materia de su competencia. Sin embargo, estamos a punto de cumplir 30 años desde entonces, y esos problemas siguen vigentes.

Por su parte, Naciones Unidas continúa impulsando la cooperación internacional para la atención de los problemas globales. Para celebrar la conmemoración de los 20 años de la Cumbre de la Tierra organizó en 2012, también en Río de Janeiro, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, con el objetivo de plantear un conjunto de propósitos destinados a enfrentar los nuevos retos mundiales: el cambio climático, la desigualdad, la paz y la justicia. Un nuevo paradigma de la comunidad internacional.

En 2015 surgen concretamente los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible globalmente conocidos por sus siglas como los ODS, que constituyen pilares de acción orientados a poner fin a la pobreza, a luchar contra la desigualdad y la injusticia, a proteger el planeta y a garantizar prosperidad a todos los habitantes del mundo. A pesar de que los ODS están interrelacionados, cada uno de ellos tiene una serie de metas a cumplir, con indicadores de verificación, y todo esto se enmarca en la Agenda 2030.

Los ODS fijan la agenda mundial para promover una visión general de las prioridades de desarrollo, guían la toma de decisiones de los gobernantes, generan homogeneidad en los planes de desarrollo nacionales, fomentan la colaboración público-privada, promueven la cooperación internacional e inciden en la opinión pública.

Estos objetivos dejan de ser buenas intenciones en el momento en que se materializan; por ello los impulsan los gobiernos nacionales ; sin embargo, todos debemos involucrarnos: las empresas nacionales, las trasnacionales, las organizaciones de la sociedad civil, la academia, los comunicadores, los emprendedores y la población en general.

Debemos orientar nuestras actividades en términos de ODs, ser visionarios y no solo adoptar el lenguaje de la comunidad internacional, sino actuar en consecuencia. Esto implica que desde nuestra trinchera habremos de empezar por definir en cuál ODS se enmarcan nuestras actividades laborales, de las actividades señaladas cuáles son las que llevaremos a cabo, y cómo deberemos reportarlas a la autoridad nacional, que en el caso de México recae en la oficina de la Presidencia.

Este es un llamado a hacer un ejercicio de corresponsabilidad; empecemos hoy identificando cuál o cuáles son los ODs sobre los que tendremos un impacto, hagamos una medición real de dicho impacto y asumámonos como ciudadanos comprometidos con nuestro medio ambiente, con el desarrollo sostenible de nuestro país, asumamos la responsabilidad de hacer hoy lo necesario para dejar un mejor futuro a las generaciones venideras, seamos visionarios, ciudadanos del cambio, los que en 11 años estaremos diciendo: somos la primera generación de la Agenda 2030.

Yo soy visionaria 2030 y mi compromiso está en torno a la identificación, impulso y socialización de esfuerzos que impactan positivamente en los ODS ambientales: ODS6 Agua Limpia y Saneamiento; ODS7 Energía Asequible y No Contaminante; ODS11 Ciudades y Comunidades Sustentable; ODS12 Producción y Consumo Responsable; ODS13 Acción por el Clima, ODS14 Vida Submarina y ODS15 Vida y Ecosistemas Terrestres.

Y tu………………. ¿qué tan visionario eres?