Campofelice di Roccella, Italia.- El caviar decaracol está conquistando las mesas más refinadas de Europa, conese recóndito sabor de hierbas y hongos que evoca el otoño.
La marca "Lumaca madonita", localizada cerca dePalermo, capital de Sicilia, ha obtenido un éxito sin precedentesal reducir el tradicional ciclo de producción de los caracoles decerca de tres años a nada menos que ocho meses.
El secreto ha sido que el preciado molusco, que sueleser criado en granjas ecológicas de Italia, Francia y España,recibe una alimentación especial, a base de cereales.
"Nosotros alimentamos al bebé de caracol con unamezcla aprobada por los veterinarios de cereales, calcio yvitaminas, lo que hace que crezca mucho más rápido que el que sealimenta con sólo hojas de plantas", contó a la AFP DavideMerlino, uno de los fundadores de la marca.
Bien alimentados, los caracoles crecen en pequeñoscampos al aire libre de la localidad de Campofelice di Roccella,tras lo cual son colocados en una red de estructuras de madera,dentro de una habitación con humedad y temperatura controladas, enla que pueden entrar en cajas de plástico llenas de tierra paradepositar sus huevos.
Reunir esas preciosas perlas blancas es difícil,gratificante y un buen negocio.
Un kilogramo de huevos de caracol, o mejor de caviarde caracol, cuesta 1.600 euros, y se presenta en confecciones de 50g.
El producto, que apareció tímidamente en la décadade 1980, se sirve como entrada o con platos de carne o conremolacha. Pero debido a su alto precio termina en mesas delujo.
Los italianos figuran entre los mayores consumidores de caracoles y gracias a sus antenitas resaltan enlas cestas de los mercados de la península, especialmente delsur.
El placer por ese molusco es muy antiguo y remontainclusive a la época de Plinio el Viejo, en el siglo I, quienescribió sobre las granjas que alimentaban con leche de burra yvino a los caracoles, un verdadero manjar para los romanosricos.
Las primeras granjas de caracoles fueron creadas enPompeya, ya que los romanos los consumían no sólo como alimentosino también como remedio para enfermedades del estómago y lasvías respiratorias.
Según las estimaciones, los italianos adquirieron en2014 unas 40.000 toneladas de caracoles, contra las 30.000toneladas de Francia.
Italia produce más del 40% de los caracoles que seconsumen.
Desde Piamonte (norte) pasando por Roma e inclusoApulia (sur) y Sicilia, los agricultores italianos se lanzaron aaumentar la producción del exquisito manjar, conocido en la cocinainternacional con la palabra francesa "escargot". (AFP)
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