El juego en los grandes casinos, las luces, las fiestas, y los múltiples registros civiles con jueces vestidos de Elvis Presley, han permanecido en el imaginario de quienes han escuchado algo sobre Las Vegas e incluso por quienes ya han tenido la oportunidad de conocer la Ciudad del pecado. Sin embargo, es más que sólo locura y descontrol.
Según Francesco Lafranconi, mixólogo y director ejecutivo de Mixology and Spirits Educator, en los últimos nueve años ha existido un importante impulso a la gastronomía y la coctelería en la ciudad.
“Me mudé del norte de Italia en el 2000, y cuando llegué a Las Vegas, el Bellagio era el único lugar que estaba muy comprometido en crear un programa de coctelería lejos de las bebidas poco costosas”, comenta en entrevista para El Sol de México.
Para Lafranconi la perfección es algo que lo persigue, se puede ver desde la forma en la que describe cada detalle de Mr. Coco (su piano bar), cuando se pone a pensar en las bebidas o incluso en su indecisión sobre cuál de los dos pañuelos que lleva consigo elegir para que resalte de forma adecuada en su impecable traje azul para las fotos.
Proveniente de una familia de dueños de bares, sus estudios de hotelería y su experiencia en hoteles europeos de cinco estrellas, demuestran que Francesco ha trabajado por el prestigio que lo rodea y con apenas tres meses de iniciado su nuevo proyecto, ya tiene un espacio en la alta coctelería de la ciudad.
“Cuando haces alcohol se trata de química orgánica, cuando eres mixólogo te inspiras en texturas, colores y sabores tienes que pensar que si pones curazao azul en jugo de naranja el resultado es café y puede no ser muy agradable, pero si el vaso en que lo pones es rojo, entonces no deja ver qué hay en el interior, y el sabor puede ser muy bueno”.
Lafranconi recuerda las palabras pronunciadas por un amigo y las ha hecho suyas “las tendencias están regidas por la industria, la creatividad está regida por el talento”, sin embargo considera que lo old fashion está regresando con fuerza pues “actualmente se toma mucho Bourbon whiskey, Manhattan, pero el mezcal tiene mucha fuerza” asegura.
Su trabajo lo describe como “clásico y espontaneo”, sus bebidas están compuestas de ingredientes internacionales y entre ellos se encuentran varios provenientes de México, una de las bebidas más propositivas del mixólogo italiano es el Smoked pleasure, que está hecho a base de mole, mezcal, cerveza de chocolate, Grand Marnier y vino amaderado. Su trabajo también implica el tener que recomendar tragos a quienes así lo pidan, para eso, lleva a cabo una serie de pasos.
“Depende la hora del día y la persona, lo primero que yo preguntaría es si le gustan las bebida con o sin jugos, luego pregunto qué alcohol prefieren y por último si les gustan los sabores amargos o lo ácidos trabajamos con la cabeza de las personas, es muy psicológico y también depende de cuánto quieran gastar” comenta.
Ubicado en el hotel The Palms, la imagen y el nombre de Mr. Coco está inspirado en su pequeño perrito y Lafranconi asegura que no es un típico piano bar sino un un salón sofisticado.
“El estilo del lugar es “lujoso pero no intimidante, es un espacio en el que te tomas el tiempo para esta ahí”, asegura. Cuenta con un gran acervo tanto de licores como de vasos. “Tenemos 32 tipos de cristalería, siete tipos de hielo y 700 etiquetas de licores internacionales”, a esto añade que su meta es tener el preciso número de mil 27 botellas, la razón es que “no podemos guardar más. Y afirma que “La atención al cliente es esencial, Mr. Coco es como una caja de joyas, todos los sentidos son estimulados”.
