Monumental como el alma del modisto que la inspiró,la muestra Christin Dior, Couturier duRève que estará abierta hasta el 7 de enero, inunda elMuseo de las Artes Decorativas de París con 300 modelos de altacostura y decenas de documentos, cuadros, vídeos, esculturas,cartas, dibujos y fotografías relacionados con ese hijo denotables normandos y cuya primera profesión fue la degalerista.
El pilar fundamental de la exposición es su primeracolección, Corolle que vio la luz enfebrero de 1947, un trabajo que fue bautizado como New Look, después de que la periodista Carmel Snow,de la revista estadounidense Harper’sBazaar, exclamara tras ver el desfile: “Dear Christian,your dresses have such a new look!”-“Querido Christian, ¡sus vestidos tienen un estilo tannuevo!”-. Así surge el afamado y copiado NewLook, un estilo que impone volumen en la falda y líneasajustadas en el busto y que enterró la austera estética de laposguerra que imponía a la mujer.
El patrón de esta nueva estética de Christian Diorapostaba por hombros redondeados, pecho alto y sobresaliente,cintura entalladísima y voluminosas faldas en forma de corolahasta la media pierna, que requieren una inusual abundancia demateria prima.
En poco tiempo, la firma se convirtió en una de lasmás cotizadas del mundo, aristócratas como la princesa Soraya, laprincesa Margaret o la duquesa de Windsor, adoraban sus diseños.Así como millonarias y esposas de políticos como Eva Perón,también actrices de Hollywood de la talla de Marlene Dietrich,Rita Hayworth o Ava Gardner idolatraban a este costurero que seinteresó por la arquitectura, el arte, la música y lapoesía.
Christian Dior fue autodidacta
Sin otro aprendizaje que la intuición y sin otrométodo que la necesidad, a los 41 años Dior convertía lacreación de vestidos de alta costura en su razón de ser.
Se instaló en el número 30 de la avenida Montaigne,en el triángulo de oro de la capital francesa, allí donde en laactualidad, la firma tiene su cuartel general, en un palaceteconstruido en 1868 por el conde Walewski, hijo natural de NapoleónI.
Con el deseo de volver a la tradición del gran lujode la costura francesa, fundó una casa pequeña, muy cerrada, conpocos talleres, donde se trabajaba según las tradiciones de lamejor costura para vestir a una clientela de mujeres verdaderamenteelegantes.
Más allá del New Look,Dior comprendió que venían nuevos tiempos y se preparó paravestir a la mujer de la segunda mitad del siglo XX, para la quecreó una silueta filiforme y también la Línea H, definitivamente“desencorsetada” y liberadora.
Toda su obra y su legado están presentes en laexposición que muestra los 70 años de costura de esta míticacasa francesa. En la exposición se ve un calendario que resume losgrandes momentos de su vida y la posteridad de su firma, así comola primera sala que recuerda también que antes de dedicarse alarte y de hacerse modisto por casualidad gracias a sus dibujos eilustraciones, el joven Dior estudió Ciencias Políticas.
Este espacio incluye un primer retrato del maestro yuna de sus primeras obras, un entallado “vestido de tarde hechocon lana roja plisada rojo ‘satán’”, bautizado Diablesse,muy ceñido en la cintura antes de abrirse en una amplia falda decorte piramidal.
En otros lugares del museo, sedescubre cómo el artista tradujo en moda su infinita curiosidad ycultura y cómo sus sucesores retomaron sus hallazgos y fuentes deinspiración, de Egipto y la China imperial, al arte africano o laEspaña del siglo XVII, en el intento de continuar la senda abiertapor él