Como ya es costumbre, el diseñador italianio Giorgo Armani cerró con broche de oro la Semana de la Moda de Milán con una pasarela silenciosa donde presentó su más reciente colección para la temporada otoño-invierno 2022-2023.
Así como en ocasiones anteriores, el creativo decidió evitar la música en su presentación ya que “no hay nada que celebrar por la situación en Ucrania”. De esta forma, volvió a manifestar su preocupación por el conflicto bélico.
Con más de 40 desfiles en su trayectoria, el veterano de 87 años, presentó una línea de prendas basada en la simplicidad, destacando una paleta de color de tonos vivos como el azul, sin faltar su prenda insignia, la chaqueta, que fue una de las piezas más aclamadas de la pasarela.
La línea clásica de la maison se hizo presente en cada confección, sin embargo, el modisto optó por emplear ciertos detalles de inspiración oriental incluyendo kimonos en forma de abrigos, además de flecos y brillos que aportaban una sofisticación especial a las prendas.
No podía faltar el traje sastre que ha distinguido el guardarropa de la mujer contemporánea de Armani dispuesta a triunfar para cada cualquier ocasión.
Los accesorios en piel daban el toque básico pero elegante, haciendo de la marroquinería todo un concepto de innovación a través de bolsos de mano, clutchs, collares, cinturones over size entre otras creaciones.
Actualmente, Giorgio Armani opera un negocio de belleza global responsable que refleja los valores originales del diseñador italiano y que se traducen en tres áreas cruciales: durabilidad de productos y materiales, abastecimiento de ingredientes y compromiso contra la escasez de agua; también cuenta con iniciativas como productos recargables, boutiques con módulos reutilizables y envases hechos de plástico y vidrio reciclados.
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