Desde el lanzamiento de su marca homónima en 2017, Marco Rambaldi ha defendido un diseño ético donde la diversidad y la responsabilidad ambiental son pilares fundamentales. Su capacidad para fusionar la alta costura con prácticas sostenibles es excepcional, utilizando residuos de materiales y técnicas artesanales que respetan tanto el medio ambiente como las tradiciones.
Su última colección, presentada durante la Semana de la Moda Primavera-Verano 2025 en la emblemática Piazza Tomasi di Lampedusa en Milán, es un claro reflejo de esta visión.
Inspirado por la historia y el simbolismo de esta plaza como un lugar de encuentro y expresión, Rambaldi presentó una pasarela que desafió los cánones tradicionales de la belleza.
Con 44 looks que vistieron a personas de todas las edades, géneros, tallas y capacidades físicas, el diseñador italiano demostró que el diseño es para todos.
Modelos con prótesis caminaron con confianza, exhibiendo su fortaleza y belleza única, y creando una imagen poderosa de inclusión y diversidad. La música electrónica de influencia india, fusionada con un ambiente urbano y grunge, generó una atmósfera electrizante que capturó el espíritu rebelde y libre de la colección.
Cada pieza parecía estar pensada para celebrar la diversidad y la individualidad, rompiendo con los estándares convencionales de belleza. Rambaldi utilizó su característico enfoque ecléctico para integrar materiales reciclados en prendas que iban desde delicados vestidos de tul hasta pantalones de cuero reutilizado.
Los estampados multicolores, que evocaban una explosión de alegría y optimismo, eran el hilo conductor de la línea, creando un universo visual lleno de dinamismo. Estas vibrantes impresiones se plasmaron en tops de tul y vestidos elegantes, logrando un equilibrio audaz entre lo juguetón y lo sofisticado.
Las faldas, confeccionadas con detalles de satén vintage y organza adornada con cristales Swarovski, capturaban la esencia del glamour sin perder de vista el compromiso con la sostenibilidad. Estas piezas, cargadas de detalles elaborados, evocaban una feminidad delicada, pero a la vez poderosa.
Rambaldi también rindió homenaje a la nostalgia mediante el uso de prendas de punto, donde el jacquard en forma de corazón y las referencias a la publicidad retro aportaron untoque pop y sentimental.
El ganchillo, una de las técnicas de la marca, fue reinterpretado en materiales inusuales como el cuero pastel y se adornó con cristales, una muestra del equilibrio perfecto entre la artesanía tradicional y la innovación contemporánea. Esta técnica también se fusionó con el denim, un tejido clásico que, bajo la visión de Rambaldi, fue transformado mediante el uso de láser para recrear la red del ganchillo tradicional, resultando en piezas únicas que reinterpretan los jeans vaqueros desde una perspectiva moderna.
La presentación de Rambaldi fue más que un simple desfile, fue una declaración de intenciones. Al vestir a modelos de todas las edades, géneros y capacidades físicas, el diseñador italiano utilizó la ropa como un vínculo para promover la igualdad y la inclusión.
Su mensaje es claro: la moda puede ser respetuosa, responsable y divertida. Con esta propuesta, Rambaldi inspira a una nueva generación de creadores y consumidores que buscan marcas que reflejen sus valores.