CARMEN SANCHEZ El excelentísimo embajador de Rusia en México,Eduard Malayán, abrió las puertas de su residencia y fue elamable anfitrión que presentó una serie de fotografías acerca delos habitantes de la casona de la colonia Hipódromo Condesa en elsiglo pasado, lo que resultó un viaje nostálgico y documental delmajestuoso inmueble.
“Historia de la Embajada de Rusia-Historia de la familia” esel nombre de la exhibición que reunió alrededor de 20 imágenesde la historia de la casa que desde 1940 alberga la sedediplomática de la otrora Unión Soviética y que antaño fueocupada por la mencionada dinastía. El antecedente de esta muestrase da cuando miembros de la familia Gómez de Parada se ponen encontacto con el embajador Malayán para otorgarle parte del acervofotográfico de la estirpe, el cual se montó en caballetes paraque en el lobby del inmueble fueran apreciadas por losvisitantes.
“La idea es que las nuevas generaciones de la familia que nohabían visitado la casa, la conocieran”, expresó Lucía Gómezde Parada de Guinness, quien fue una de las entusiastas promotorasde esta idea que se hizo una realidad con la recepción queofreció el diplomático en la cual se ofrecieron deliciasgastronómicas.
Con los miembros de la dinastía reunida, entre ellos LorenzaGómez de Parada, Eduard Malayán pronunció en la escalinata de lacasona un discurso en inglés donde manifestó que estaba seguro delos fuertes sentimientos que movían a parte de la familia quehabían vivido en la casa e invitó a todos a recorrer lamagnífica construcción con sus muebles antiguos ymajestuosos.
En cuanto al origen del inmueble, que se ubica cerca de Circuitointerior, según información que proporcionó la embajada Rusa, seremonta a los siglos XVIII-XIX cuando las familias nobles deMéxico construían en Tacubaya sus fincas, sin escatimar dinero enla decoración lujosa de las casas, parques y jardines.