El duque de Cambridge, el príncipe William, se ha convertido en el futuro más inmediato de la monarquía británica, ocupa el tercer puesto en la línea de sucesión después de su padre, el príncipe Carlos de Gales, sin embargo, es uno de los elementos clave dentro de la familia real, tanto, que se dice ser el favorito de la reina Isabel II y de los ingleses.
Hoy está de manteles largos al celebrar 40 años, en medio de una enorme popularidad junto a su esposa la duquesa de Cambridge, Kate Middleton.
William Arthur Philip Louis, es Licenciado en Geografía, Biología e Historia del arte de la escuela Eton y formado como piloto de la Real Fuerza Aérea especializado en búsqueda y rescate, y aunque nació en “cuna de oro”, su vida no ha sido de cuento de hadas. Durante este tiempo ha tenido altibajos y momentos que lo han marcado de por vida.
El primero y el más fuerte fue el haber perdido a su madre, la princesa Diana de Gales el 31 de agosto de 1997, cuando apenas él tenía 15 años de edad. Durante el funeral, el joven príncipe caminó detrás del cortejo fúnebre, que tuvo un recorrido desde el palacio de Buckingham hasta la abadía de Westminster, protagonizando una de las imágenes más desgarradoras.
Con el paso del tiempo, demostró sus habilidades en el deporte, sobresaliendo en rugby, hockey, nado, fútbol, baloncesto y tiro al plato. Desde el 2006 es el presidente de la Football Association (FA), la Asociación de Fútbol el máximo organismo del fútbol en Inglaterra.
Es el integrante de la familia real británica más allegado al deporte del balompié. Su equipo favorito es el Aston Villa y en varias ocasiones se le ha visto en el estadio Villa Park apoyándolo.
Cuando concluyó sus estudios, en el año 2000, se tomó un año sabático, ocupándose en un entrenamiento con el ejército británico en Belice, llegando a la etapa final de su servicio en Chile como voluntario Raleigh Internacional.
En 2001 el príncipe William conoció a su ahora esposa, Kate Middleton mientras ambos estudiaban en la Universidad de St. Andrews en Escocia, y fue amor a primera vista.
En 2005 desempeñó sus primeros actos oficiales, representando a su abuela, la reina Isabel II durante el aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
En 2008, el príncipe comenzó su entrenamiento como piloto de la Real Fuerza Aérea (RAF), con el objetivo de prepararse para su futura labor como jefe de las fuerzas armadas, según fuentes militares. Siguiendo así los pasos de su padre, quien aprendió a volar para la RAF en el año 1971, y los de su tío el príncipe Andrés, que se graduó como piloto de helicópteros.
En ese año, también fue incluido en un listado de la revista Forbes como uno de los 20 miembros de la realeza más atractivos. A los 25 años, se graduó como piloto de la Fuerza Aérea Británica, siendo un experto en volar en helicópteros y a reparar alas de aviones.
En octubre de 2010, se comprometió con Kate Middleton, durante unas vacaciones en Kenia, que originalmente el viaje era con motivo de la culminación del entrenamiento del príncipe como piloto de helicóptero de búsqueda y rescate.
Ambos disfrutaron de una estancia de diez días en la reserva natural Lewa Wildlife Conservancy. La esperada boda real se realizó unos meses después del anuncio del compromiso, teniendo lugar el 29 de abril de 2011 en la abadía de Westminster, día en que la reina Isabel II les concedió el título de Duques de Cambridge.
Debutó como papá el 22 de julio de 2013 tras el nacimiento de su hijo George. Dos años después, el 2 de mayo de 2015, nace su segunda hija, la pequeña Charlotte y el 23 de abril de 2018, dieron la bienvenida a su último hijo, el príncipe Louis.
En 2019 se dieron a conocer algunas imágenes que comprometían al príncipe William, pues supuestamente parecía disfrutar de una velada en un exclusivo club nocturno junto a Rose Hanbury, “la mejor amiga” de Kate Middleton, a lo largo de 10 años. Dicho escándalo, orilló a la duquesa de Cambridge a romper toda relación con Hanbury.
Durante la pandemia se convirtió junto a su esposa, en la cara visible de los Windsor por las numerosas apariciones públicas y citas presenciales y online en las que los Cambridge representaron a la cabeza de la familia británica, la reina Isabel II.
Con motivo de su onomástico, por primera vez, la imagen del príncipe William se inmortalizó en una moneda de cinco libras de edición limitada y diseño de Thomas T. Docherty. Tiene grabada la cara del príncipe y de fondo el número 40 en referencia a los años que cumple y se complementa con su monograma real, una letra W y en las orillas puede leerse “HRH The Duke of Cambridge”.
