Este fin de semana, la reina Margarita cumplió 50 años al frente de la corona danesa y aunque el programa de actividades que enmarcan el jubileo de oro fue restringido por la actual situación sanitaria, la monarca de 81 años celebró rodeada de su familia.
Margrethe Alexandrine Þórhildur Ingrid, su nombre completo, es la mayor de tres hermanas y tuvo que esperar a un cambio constitucional en 1953 para convertirse en heredera, y 19 años más tarde para suceder en el trono a su padre Federico IX.
En su medio siglo de reinado no ha protagonizado ninguna salida de tono reseñable. A su condición de reina cercana y discreta añade otro punto a su favor: su variada faceta artística, que incluye desde los decorados y el vestuario de ballets, obras de teatro e incluso películas; al diseño de los monogramas de los miembros de la Casa Real o su afición por la pintura.
Y esa vocación artística continúa, pues hace unos meses se supo que diseñará la escenografía y el vestuario de Ehrengard, película dirigida por su compatriota Bille August sobre el relato homónimo de Karen Blixen y que estrenará la plataforma Netflix en 2023.
Fumadora empedernida, aunque desde hace unos años ya no lo hace en público, y enemiga de los teléfonos móviles, esta octogenaria ha dejado claro muchas veces que no se le pasa por la cabeza abandonar el trono, que considera "un deber de por vida", siguiendo la tradición escandinava, con el que además dice sentirse "muy a gusto".
Jubileo de oro
Las actividades programadas para la celebración, se realizarán durante cuatro días en los que en todo momento estará acompañada de su familia, sus dos hijos, el heredero Federico y Joaquín, así como por las esposas de estos y una de sus dos hermanas, la princesa Benedicta.
Participó en un Consejo de Estado y un acto con asistencia reducida en el Parlamento y visitó la catedral de Roskilde, al oeste de Copenhague, donde hizo una ofrenda floral en la tumba de sus padres, los reyes Federico IX e Ingrid.
El Gobierno danés y el Parlamento anunciaron que regalarán a la reina una obra de arte que simbolizará los lazos entre Dinamarca y sus dos territorios autónomos, Groenlandia y las Islas Feroe.
La mayor parte de los actos más programados para esta celebración, entre ellos una cena de gala con invitados de la realeza europea y un paseo en carroza por Copenhague, han sido aplazados hasta septiembre, a causa de la pandemia.
Entrega de medallas
El jubileo de oro estuvo enmarcado por emotivos e importantes actos como la entrega de la Medalla de Recuerdo.
Se trata de una pieza hecha en plata bañada en oro y con una corona en la parte de arriba. Al frente tiene un retrato de la reina rodeada de tres leones de plata del castillo de Rosenborg y la inscripción Margrethe II Danmarks Dronning (Margarita II reina de Dinamarca). La pieza fue entregada a la familia Real y al personal de la corte.
Cena en familia
La noche del 14 de enero (fecha en que ascendió al trono), su familia sorprendió a la reina con una cena privada en el Palacio de Christian VII en Amalienborg.
La especial velada fue organizada por sus hijos y ocho nietos. . El príncipe heredero Federico y la princesa Mary estuvieron presentes con sus cuatro hijos: el príncipe Christian, la princesa Isabella y los mellizos, el príncipe Vincent y la princesa Josephine.
Así como la princesa Benedicta, hermana de la reina. Los príncipes Nicolás y Félix, y los hijos mayores del príncipe Joaquín, no pudieron faltar a esta celebración.
El menú fue servido en la vajilla danesa más exclusiva, Flora Danica. La última vez que se utilizó fue en 1990 en el marco del cumpleaños 80 de la reina Ingrid.
Esta costosa vajilla, fue creada a finales del siglo XVIII en la Royal Porcelain Factory de Copenhague y fue decorado con plantas del imperio danés pintadas a mano.
Antes de la cena, se reunieron para tomar la fotografía oficial, donde la reina aparece sentada y los miembros de su familia la rodean. Su majestad luce un atuendo bicolor, una blusa negra de manga larga transparente y una falda satinada de color guinda. Complementa con un collar de perlas y su icónico peinado recogido.