Aunque la monarca británica, Isabel II, disfrutó hasta el final la tradicional ceremonia militar Trooping the Colour, el desfile que enmarcó el inicio del Jubileo de Platino, el Palacio de Buckingham ha difundido un comunicado oficial donde se expresa que la cabeza de la familia real experimentó ciertas molestias tras el evento.
“La reina disfrutó mucho el desfile de cumpleaños y el sobrevuelo de aviones de hoy, pero experimentó algunas molestias”, se lee en la papeleta oficial.
Durante tres horas, se le vio radiante, fuerte y muy sonriente, muy dispuesta a continuar sus celebraciones, sin embargo, su delicada salud no lo permite.
Debido a sus problemas de movilidad que la acechan desde hace algunos meses tras haber padecido covid-19, han obligado a la soberana más longeva a cancelar su asistencia al acto religioso programado para mañana en la Catedral de San Pablo, donde se ofrecerá una misa de Acción de Gracias.
“Teniendo en cuenta el viaje y la actividad requerida para participar en el servicio nacional de Acción de Gracias de mañana en la Catedral de San Pablo, su majestad, con gran desgana, ha concluido que no asistirá”,se añade en el texto difundido por varios medios británicos.
En este acto, la catedral tocará la campana de iglesia más grande del Reino Unido, que fue restaurada en 2021 y que ha sonado sólo en ocho ocasiones.
El comunicado dejó en duda si su majestad asistirá al evento de iluminación de esta noche. “La reina espera participar en el evento de iluminación Beacon de esta noche en el Castillo de Windsor y quisiera agradecer a todos los que hicieron de hoy una ocasión tan memorable”, se concluye.
Sus problemas de salud
El 20 de febrero se informó que había dado positivo por coronavirus y aseguró entonces que presentaba "síntomas leves similares a un resfriado" que le permitían continuar llevando a cabo "tareas ligeras". Tras haberse recuperado favorablemente, confesó sentirse “exhausta”.
Desde entonces, decidió mudarse al castillo de Windsor y nombrar a esta residencia como oficial. También se alejó del ojo público y cancelar sus presencia a actos oficiales, siendo representada por el heredero a la corona, el príncipe Carlos y en ocasiones por los duques de Cambridge, su nieto, el príncipe William y Kate Middleton.
Después de aparecer en el memorial de su esposo, Felipe, el duque de Edimburgo, el pasado 29 de marzo, ha ido retomando sus actividades, pero los problemas de movilidad la siguen limitando, por lo que ya es más frecuente verla con bastón en mano como un apoyo para caminar.
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