Un menú compartido pueden encontrar los turistas que arriben a este Pueblo Mágico, pues una red de al menos 20 restaurantes ha lanzado la campaña #ConsumeEnValle, mediante la cual se recomiendan y colaboran para atender a los visitantes.
“Somos un gremio que nos hemos unido y reinventado para apoyar a nuestros trabajadores y hacer una economía local, siendo beneficiados otros negocios que dependen de nosotros”, explicó Luz Alicia Rodríguez, restaurantera que participa en esta campaña.
La estrategia consiste en recomendar a quien sería su competencia e incluso ofrecer un servicio de manera conjunta.
“Justamente ahorita que sólo entregamos a domicilio, hay restaurantes en Avándaro, Acatitlán, en Valle, en diferentes puntos, y si yo puedo ofrecer comida mexicana y mi vecino restaurantero ofrece comida italiana, pues vamos a compartir.
“Porque a lo mejor a alguien se le antojan unas enchiladas o una pasta, incluso a veces lo podemos entregar en conjunto”, relató Salvador Enríquez, otro promotor de esta iniciativa.
A partir de esta unión, aseguran que ha aumentado la demanda del denominado turismo de carretera, pues Valle de Bravo es la puerta de entrada al suroriente del Estado de México.
Además de que por su cercanía con la capital mexiquense y la Ciudad de México se convierte en un sitio donde los turistas optan por distintas opciones gastronómicas.
Los promotores de #ConsumeEnValle reconocen que además de los turistas, el consumo local ha sido fundamental para sostener sus negocios.
“La verdad es que la gente local ha sido nuestro ángel de la guarda porque aunque sean ventas pequeñas o menores, las tenemos con ellos. La gente local nos permite, por supuesto, mantenernos con vida” agradeció Enríquez.
Aclaró que hay establecimientos que sólo abren en fin de semana y están dirigidos al turismo foráneo, pero la mayoría de restaurantes vallesanos abren toda la semana para atender a la demanda local.
“No somos una fuente de contagio, más bien somos el sustento de muchas familias que están bajo nuestro resguardo”, reconoció Rogelio Arrieta, integrante de esta iniciativa.
Solidaridad
Impulsados por la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), estos restauranteros se unieron no sólo para incentivar la economía local, sino para elevar los estándares de calidad y los protocolos de sanitización que exige la pandemia del Covid-19.
“Lo primero que nos comenzamos a compartir fueron los proveedores de todos los sanitizantes, tapetes, todo lo que se necesita para cumplir la norma nos lo empezamos a compartir”, indicó Enríquez.
Los lazos solidarios no sólo llegaron ahí, también compartieron proveedores de productos que se necesitan en las cocinas.
“Dijimos por qué no todos pedimos un producto con alguien o por qué no compramos todos en paquete, esto nos ha permitido tener ahorros importantes y a mantener una sobrevivencia”, explicó el empresario restaurantero.
Con esta red también garantizan la calidad y sanidad de los alimentos.
“El uso de cubrebocas y goggles no se retiran durante todo el periodo de trabajo, el lavado de manos es bastante frecuente.
“También un lavamanos, valga la redundancia, muy a la mano de nuestros clientes y comensales y la toma de temperatura”, explicó la empresaria Alicia Rodríguez.
Además, a partir de la realización de pruebas gratuitas contra Covid-19, los integrantes de este sector económico se han sometido a estos análisis.
“Todos esos protocolos hemos tenido que hacerlos para la seguridad de la empresa y de nuestros clientes”, finalizó Rodríguez.
Aunado a las medidas sanitarias, los comercios de comida preparada también emigraron a las diferentes plataformas digitales para dar servicio a domicilio.
