Hay un lugar en el mundo donde la noche dura un día, en el que puedes ver un cielo iridiscente con auroras boreales que hipnotizan y paisajes nevados llenos de miles de millones de copos de nieve distintos entre sí. Un destino que tiene zona boscosa, en la que impera un silencio privilegiado y el hogar de Santa Claus, anfitrión que aviva la esperanza de quienes creen en él, principalmente cada fin de año, durante el mes de diciembre: Rovaniemi en Laponia, al norte de Finlandia. Un largo y sorprendente viaje que definitivamente parece parte de un sueño.

“Hace siglos vivo en Laponia, al norte de la región de Finlandia; pueden visitarme cualquier época del año, no solo en Navidad. Este, el Círculo Polar Ártico, lo tengo muy cerca de mi corazón por ser un área mágica en la que hay muchos secretos sobre el origen de estas festividades (…) Además, aquí está mi oficina, en la que pueden ver a los elfos trabajar. Ellos les darán una cálida bienvenida y los llevarán conmigo”, menciona Santa Claus en entrevista para Viajero.

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Ir a conocer a ese hombre bonachón puede ser uno de los primeros viajes con los que fantasea un niño, la razón de tantas noches en vela para seguir la pista de sus ilusiones escritas en papel. A su vez, Papá Noel —y los Reyes Magos— también es uno de los trotamundos más antiguos, quien nos ha puesto el ejemplo de que no hay límites para recorrer todo el planeta.

“Paso mucho tiempo en la naturaleza, caminando entre los árboles o, en invierno, conduciendo el trineo con mis renos. Disfruto los encantadores y hermosos escenarios naturales de Laponia. También soy muy privilegiado porque puedo celebrar la temporada decembrina con muchas familias y niños alrededor del mundo. Además, amo probar las delicias locales que la gente prepara para mí”, cuenta Santa respecto a sus viajes y su pueblo natal.

Por su parte, Salla Tauriainen, promotora turística de Rovaniemi, menciona que esta región de la tierra es ideal incluso para respirar el aire puro de sus bosques, “algo realmente enriquecedor en un mundo tan agitado”. Además, estar rodeado de las luces navideñas, la nieve y tener cerca la villa de Santa Claus es “un sentimiento único”.

“Si quieren venir a esta región de Finlandia en invierno, recomiendo anticipar su visita hasta con un año, especialmente para los alojamientos especiales como los iglúes. Pero si desean hacerlo en verano y un par de meses es ideal”, sugiere Salla.

TODAS LAS POSIBILIDADES

En primer lugar, está el espectáculo natural de las auroras borales que cautivan a cualquiera: “un fenómeno hermoso que me tiene impresionada y fascinada; aun para mí, alguien local, que ha vivido toda su vida en esta región”, nos contó Salla Tauriainen, promotora de Rovaniemi. Tú decides si quieres verlas en grupo o con un guía privado. Además, puedes practicar esquí, andar en moto de nieve o participar en excursiones con perritos huskies. Otra de las alternativas de invierno, es entrar a un sauna, incluso puedes complementarlo con un chapuzón en un agujero de hielo. Durante el verano la sugerencia es practicar senderismo, golf, bicicleta de montaña, kayak y visitar las granjas de renos.

Respecto a la gastronomía, Santa nos contó que cuando regresa a casa después de una buena jornada, siempre opta por los platillos finlandeses tradicionales “La señora Claus es una excelente cocinera”, menciona. Pero ¿cuáles son esos sabores que distinguen a Laponia? En Navidad, el cochinillo asado es uno de los más importantes; la lista sigue con el jamón asado, la sopa de frutas, el salmón fresco, la ensalada rosolli, las galletas de jengibre y el glögi (vino caliente). En este lugar del mundo será común encontrar restaurantes de hielo, como el Snowland, que a modo de iglú recibe hasta 260 comensales; también está el Snowman World, decorado con heladas figuras. Su menú incluye el clásico filete de reno y pan de la casa; además, hay una carta especial para niños.

Las estancias cumplen con distintos requerimientos y hay alternativas; si deseas quedarte en un hotel, un hostal, una villa o incluso en casas rurales, para una experiencia más cercana a la población que vive en Laponia. Está el Glass Resort, que cuenta con sala, mini cocina y la posibilidad de incluir hasta dos recámaras. Dentro de las villas hallarás varias opciones con techos adaptados para ver desde tu cama las auroras boreales; dos de ellos son el Holiday Village Pyhan Asteli o el Aurora Nest. Si quieres estar más cerca del ambiente navideño, hay opciones que incluso llevan el nombre de uno de sus personajes principales: Hotel Santa, el Santa Holiday Homes o el Santasport Apartment Hotel (40 departamentos nada más).

Aunque hay muchas atracciones en Finlandia, una de las más llamativas es la aldea de Santa; aquí no solo te encontrarás con él, sino que puedes ver en acción a los duendes en el taller. Además, cuenta con tiendas, restaurantes, cafeterías y otras actividades, como un safari con renos, alimentar a distintos animales de granja, patinar sobre hielo acompañado de personajes de “nieve” o realizar caminatas guiadas entre los majestuosos árboles que rodean la casa de Santa. También hay un espacio que se llama Santa Park, aquí te enseñan a hornear galletas de jengibre, visitar una galería de hielo y hasta conocer la fábrica de juguetes, antes de que lleguen a su destino.

FRASE

Si pudiera irme de viaje elegiría un lugar cálido donde solo necesitara un par de calcetines, Santa Claus

EL MOMENTO MÁS OSCURO
De acuerdo con Salla Tauriainen, promotora turística de Rovaniemi, el 21 de diciembre duran lo mismo el día y la noche y apenas si sale el Sol.

SONIDO QUE SORPRENDE
Las auroras boreales emiten ruidos, que, de acuerdo con científicos finlandeses, suenan como si caminaras sobre las hojas secas.

500
mil personas visitan la aldea de Santa al año, aproximadamente

MÁS FIESTAS
Después de la Nochebuena, los finlandeses celebran el Día de San Esteban, una fecha todavía más familiar

TEMPERATURA
Enero y febrero son considerados los meses con climas más fríos, incluso se le conoce como “el corazón del invierno”. Las temperaturas marcan de los –25 °C a los –15 °C

HERENCIA
Los cuchillos son una de las artesanías más antiguas de la región; por ejemplo, la fábrica Marttiini tiene más de 90 años en servicio

PRESUPUESTO
Un vuelo redondo de México a Laponia puede costar desde los 27 mil pesos hasta los 40 mil pesos. El precio cambia según las escalas y aerolínea.

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