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En una visión metafórica, los humanos, como la madre Tierra, llevamos parte de nuestra historia en el cuerpo, en especial la piel; las personas a modo de cicatrices, recuerdos de alguna acción que les hizo perder su tersa textura; mientras que el planeta, de una manera más imponente, incluso misteriosa, en forma de protuberantes volcán.
“Una abertura en la superficie de la Tierra a través del cual el magma (roca fundida) y los gases relacionados entran en erupción, así como el cono construido por las erupciones efusivas y explosivas”, es la definición que da sobre el volcán, el glosario del Volcano Hazards Program del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS); sin embargo, su exploración va más allá.
En el caso de los habitantes de México, es probable que el acercamiento haya comenzado en la educación básica, a través de leyendas; o en la clase de Geografía, donde los niños pueden moldear sus volcanes con plastilina, para darles vida y muerte con bicarbonato de sodio que emerge desde lo profundo.
Luego, vienen las artes, con hipnóticas pinturas de Gerardo Murillo (Dr. Atl), “prosista y poeta, vulcanólogo, botánico, minero, yerbero, astrólogo, hechicero, materialista anarquista, totalitarista…”, según lo describió alguna vez el muralista Diego Rivera; pero, Murillo también era retratista de la naturaleza, principalmente del volcán Paricutín, considerado hasta ahora, el volcán más joven en el continente americano (nació el 21 de febrero de 1943).
"Es el aparato volcánico más completo que el hombre ha podido contemplar y estudiar desde su nacimiento", mencionó alguna vez el Dr. Atl.
Nuevas y sensibles exploraciones
Hay otra manera de apreciar los volcanes nacionales, sin practicar senderismo para recorrerlos: la serie Intervalos, de Timelapse México.
“A pesar de que Intervalos explora otros entornos, tanto naturales como urbanos (Cabo Pulmo, Paseo de la Reforma, un Tianguis de la CDMX), es verdad que los volcanes son los protagonistas más recurrentes. Esto obedece sin duda al singular magnetismo de estas montañas, que a través de los siglos las ha hecho figurar en nuestra mitología, arte y ciencia. En nuestra muy humana búsqueda de atribuirle a todo nuestros rasgos, no nos sorprende que estos colosos que rugen, se transforman, duermen y despiertan, hayan sido objeto de nuestra particular adoración”, menciona en entrevista para El Sol de México, Julian Stubbs Generali, codirector de Timelapse México.
La serie cuenta hasta el momento con 11 capítulos y el volcán Chichonal es el más reciente; además, todavía faltan dos episodios más esta temporada: Volcán de Fuego y Ciudad de México que, a decir de Timelapse, será el más ambicioso y expansivo de todos, el resultado de cinco años de levantar material la urbe.
Tiempo y forma
“El timelapse, tan prominente en casi todos los videos, más que cualquier otra técnica fotográfica, requiere de mucha paciencia y depende completamente de las condiciones climáticas y lumínicas (…) tener el equipo correcto, en el lugar correcto, a la hora correcta, poseer el oficio y la paciencia, no serán suficientes para conseguir lo que quieres, necesitas también de la suerte”, comenta Julian Stubbs Generali.
Además, menciona el tiempo de realización es inmensamente variable; ellos han empleado de tres horas (como lo fue el Chichonal) a cinco días (en el Paso de Cortés).
Si bien la técnica hace único al proyecto, la historia detrás de cada volcán tiene un profundo significado.
“Nos gusta describir Intervalos como una exploración del territorio mexicano y sus fenómenos, buscando revelar ritmos, relaciones y perspectivas ocultas o inabarcables al ojo desnudo”, menciona Julian Stubbs Generali; procuran pasar tiempo observando los espacios, detectando con atención los aspectos les parecen únicos y definitivos, e intentan capturar con la técnica que los haga brillar más.
“A esto le sumamos una investigación, tanto científica como cultural, para entender el contexto del volcán de manera amplia. Esto siempre afecta lo que filmamos y como lo editamos. Por ejemplo, en Paso de Cortes, la amplia mitología sobre el vínculo Iztaccíhuatl - Popocatépetl nos llevó estructurar el video como un diálogo entre volcanes; y en Chichonal, la terrible erupción del 82 y el temor que pervive en las comunidades aledañas, nos llevó a resaltar su poder, calor y amenaza latente”, concluye.
SABÍAS QUE...
En México, hay más de 40 volcanes activos, según el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED). Los más activos en el presente son los de Colima y el Popocatépetl.
FRASE
En Intervalos continuamos con la tradición milenaria de contar historias sobre estos lugares, que nos parece son un recordatorio importante de humildad y respeto al mundo natural.
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