- Proliferan clínicas y agencias ilegales de renta de vientres
Todas las mujeres en México deben estar alertas ante la proliferación ilegal “de clínicas y agencias de subrogación que se dedican a hacer negocio a través de la renta de vientres para parejas que no pueden tener hijos y por cuyo servicio explotan a mujeres”, advirtió el director de asuntos públicos de Early Institut, Marcelo Bartolini Esparza.
El especialista inició ayer una campaña a nivel nacional de información sobre los riesgos de una problemática social que afecta a mujeres en edad fértil, que viven en condiciones de vulnerabilidad y que “son víctimas potenciales de la explotación reproductiva”, sostuvo.
Al dictar la conferencia magistral “Explotación de Mujeres con Fines Reproductivos”, Bartolini Esparza expuso que la explotación de mujeres con fines reproductivos es una práctica “en donde se contrata a mujeres para que gesten a un bebé bajo el compromiso de entregarlo a un tercero al momento de su nacimiento a cambio de un pago de dinero”.
Ante académicos, universitarios, servidores públicos, legisladores, sociedad civil y directivos de medios de comunicación, este experto expuso que este fenómeno genera una severa problemática en tres rubros: la que se da en relación al Estado; el que afecta a las personas involucradas; y las que tienen que ver con la filiación y el niño.
Hizo ver, eso sí, que ante esta problemática ilícita que ya se extiende por todo el país, las cámaras de Diputados y Senadores del Congreso de la Unión, ya debatieron su origen, causas y posibles soluciones, por lo que en breve será dictaminada una iniciativa para regular esta práctica.
Desde la Universidad Latinoamericana del Caribe, el conferencista ratificó que en México la señalada explotación de mujeres con fines reproductivos “sigue siendo una actividad que irremediablemente da paso a acciones ilícitas”.
Comienza cuando una clínica o Agencia de Subrogación establece de manera irregular un acuerdo entre una pareja que no puede o no quiere embarazarse, y una mujer dispuesta a rentar su cuerpo para gestar un bebé con el compromiso de entregarlo al nacer.
El también abogado Bartolini destacó rubros para que la población femenil en edad fértil no caiga en situaciones de explotación: rechazar que su cuerpo sea tratado como mercancía, considerar que vender a un bebé significa tráfico infantil, tomar en cuenta que la subrogación de mujeres no cura la infertilidad y principalmente que la tendencia mundial va hacia la prohibición, “ya que los principales clientes son extranjeros”, remató.