Por Carmen Sánchez
La corriente artística en la que el reconocido pintor Arnaldo Coen inscribe su obra es: “libertad” y con ella explora ejercicios lúdicos y místicos como una serie basada en el I Ching, al igual que retoma una figura como la de Emiliano Zapata para trasladarla a otros ámbitos y épocas, además de proyectar un mural “Al infinito”.
En entrevista para EL SOL DE MÉXICO realizada en la galería Lourdes Sosa, en Polanco, donde recientemente se exhibieron algunas piezas del maestro Coen, quien es miembro de número en la sección de pintura en la Academia de Artes y ha expuesto en recintos como el Palacio de Bellas Artes, explica que los espacios son para “bordarlos”.
Por eso, nos detalla cómo fue que hilvanó la instalación que se presentó en la LS y en la que toma como referencia el mencionado oráculo chino, conformada por 64 hexagramas, donde quiso hacer una versión occidental de acomodar palabras con una idea original propia en la que involucró al poeta Francisco Serrano, aunque aclaró que en un principio, quería hacer esta iniciativa cúbica con Octavio Paz con quien hizo un libro.
“Originalmente la idea era asociar las palabras y leerlas de distintas maneras como lo hacían los surrealistas”, comentó el artista plástico con quien trabajó a su vez, en este concepto al que desdobló al blanco y negro para finalmente darle color. También en este proyecto involucró a un músico, debido a que siempre realiza una labor multidisciplinaria.
Llegar a estos momentos de no limitar su creatividad e ir más allá de los convencional, responde el maestro Coen, (10 junio 1940) a que “nunca tuve una disciplina muy estricta” en cuanto a su formación artística, lo mismo transitó por la danza con estudios con Guillermina Bravo, actuación con Seki Sano, la arquitectura y a publicidad, pero con una fuerte y definitiva atracción hacia el dibujo y la pintura.
Expresa el maestro con voz modulada que desde niño su educación cultural resultó muy enriquecedora. Su madre fue cantante de ópera y su padre musicólogo. De niño conoció a célebres personalidades como a Frida Khalo y al compositor y director de orquesta Julián Carrillo, por mencionar algunos.
Cabe destacar, que Coen se inició en la pintura en el taller de Laurence Calgagno (1959-1960), donde abordó el expresionismo abstracto. Ha realizado “environments”, escenografías y vestuarios para obras de teatro y actividades dancísticas, los cuales, más por necesidad que por vanguardia hicieron que incursionara en el body paiting. Asimismo, el maestro ha realizado importantes exposiciones en diferentes ciudades de Europa, Estados Unidos, Latinoamérica, India y Japón.
Con toda esta trayectoria, el artista comenta que al momento de crear son las bases que utiliza su hilo conductor, “puede ser una hoja de papel” y desde la primera línea, señala, comienza el diálogo con los soportes y así como no se limita con los materiales, tampoco lo hace con los géneros que aborda.
“El arte tiene que ver con la libertad, con esa capacidad que tenemos como cuando niños, que nacemos sabiendo todo, a dónde vamos a comer, todo eso de alguna manera es dado por el instinto del mundo, todo se comunica entre sí. De alguna forma, todos tenemos la capacidad creativa de actuar libremente porque nos lo dicen nuestros sentidos”.
En cuanto la fama, para Arnaldo Coen, Premio Nacional de Ciencias y Artes, esa palabra lo invita al juego, debido a que a él le gusta combinar los dichos: “Crea fama y te sacarán los ojos y al que madruga Dios lo arruga... “y más que los reconocimientos lo que desea es continuar con su labor. Aspectos como la crítica, el artista los considera desde el punto en que “me pueda enriquecer”, así venga de un experto o de un niño.
Respecto a si nuestro país tiene mercado para la expresión artística ya sea en la pintura o escultura, con el surgimiento de nuevos talentos en la plástica el creativo señala que no existe uno muy amplio y hay jóvenes mexicanos que empiezan a tener éxito en el extranjero.
Refiere el entrevistado que lo principal es la constancia y no dejarse derrotar hasta lograr un perfeccionamiento, como se requiere en cualquier profesión “a mí de chavo me decían si me dedicaba al arte iba a la ruina, cuando me puse a pintar dije que iba a incluir en mi proyecto de vida el fracaso, uno debe ser fiel a su vocación”.
En cuanto a sus nuevos proyectos, el pintor prepara un mural que es de una casa particular de 20 metros “para mi es una experiencia nueva en espacio, quiero ver de de qué manera lo continúo... darle una ventana abierta a un espacio infinito”, nos menciona.
Actualmente, Arnaldo Coen continúa con una serie basada en “El Caudillo del Sur” donde lo muestra de múltiples maneras, y sigue presentando sus piezas en lugares como Altavista Uno Cuatro Siete, donde sus creaciones forman parte de las exposiciones temporales.
