TEXCOCO. A cuatros años de que estuvo cerrada la Capilla Riveriana de la Universidad de Chapingo por sufrir afectaciones durante el sismo de 2017, este martes 19 de octubre fue reabierta al público.
La Universidad de Chapingo tiene el privilegio de conservar una de las obras maestras del muralista mexicano Diego Rivera.
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En entrevista con Juan Gerardo Arroyo Vilchis, maestro en Productos Editoriales del Museo de Agricultura de la Universidad de Chapingo, explicó que en 1924, el pintor mexicano Diego Rivera fue invitado a realizar los trabajos de un mural en lo que era una hacienda jesuita.
Los trabajos en Chapingo se realizaron entre los años de 1923 y 1927. Se inició por la entrada principal, sin embargo, el arte plástico dentro de la Capilla fue realizado en el año 1924.
Para ese entonces, el pintor ya había realizado la estructura del cañón corrido, los primeros trabajos fueron en el ábside, sin embargo, se quedó pendiente porque el gobierno de Álvaro Obregón lo desconoció y le rescindió su contrato, por eso interrumpió su trabajo dentro de la Capilla”, relató.
El también trabajador administrativo del Universidad Chapingo explicó que el emblemático lugar sufrió daños durante el sismo del pasado 2017, y luego de que especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), le realizaron una inspección, determinaron cerrar el lugar para realizar los trabajos de restauración.
Ante esto, el lugar fue cerrado al público, pero luego de los trabajos de restauración, en 2019 fue reabierto, sin embargo, días después de nueva cuenta fue cerrado derivado de la pandemia.
Durante el recorrido detalló que el mural se compone de cuatro partes, la frontal, en donde se encuentra La Tierra Fecunda, en ella se muestra una mujer embarazada que en la mano derecha tiene una semilla de la cual brota un capullo, mientras su mano izquierda se levanta en señal de armonía.
En la parte izquierda está el dios Vulcano, entregando fuego al ser humano, que está representado en un hombre desnudo que tiene en la mano izquierda una manzana, que representa el saber.
Cabe señalar que el artista, cuando realizaba el mural en la Capilla Riveriana, pintó simultáneamente el mural en la Secretaría de Educación Pública, los cuales proyectaban unidad temática singular y compleja.
“El maestro Diego Rivera perteneció a nuestra plantilla de trabajadores, él cobraba 20 pesos diarios, los cuales tenía que repartir entre sus trabajadores”, comentó.
“Según relatan que el trabajo del maestro no era constante y no se les pagaba a tiempo, finalmente fue demandado por su albañil de confianza”, comentó.
Sin duda, el maestro Diego Rivera dejó un legado importante para los estudiantes de esta noble casa de estudios, señaló.
De acuerdo con datos proporcionados por autoridades de esta institución, Diego Rivera pintó el mural a la edad de 38 años, cuando recién regresó de Rusia.
La obra fue realizada en una superficie de 700 metros cuadrados, la cual es parte de la hoy conocida como Universidad Autónoma de Chapingo.
Cabe resaltar que la Capilla Riveriana fue nombrada así en honor a su autor el pintor Diego Rivera.
La obra refleja cómo el campesino, para lograr su liberación debe pasar no sólo por la lucha social, también necesita incorporar los avances científicos al cultivo de tierra.
Diego Rivera tenía ideas revolucionarias, una concepción radical de los movimientos sociales, pese a que no vivió la revolución mexicana de viva voz, se la contaron, porque en esa época estuvo becado para estudiar en Europa, relató.
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Mencionó que a pesar de que la Universidad de Chapingo destina un recurso para el mantenimiento de las instalaciones de la Capilla Riveriana, sólo es para cosas que no tienen que ver con la pintura.
Los encargados del mantenimiento del mural es el personal del INBA e INAH, quienes cada que hay algún deterioro realizan los trabajos de reparación, recalcó.
Cabe recalcar que en el recinto se encuentran 28 bancas talladas en madera, cada una tienen un diseño único creado por Diego Rivera, al igual que la puerta de este inmueble.
Al término del mural, Diego Rivera pintó a su esposa Guadalupe Marín, con quien se había casado en 1922, la pintó desnuda, preñada de su segunda hija. En esa pintura, de alguna manera mostró los cuatro elementos al servicio del hombre, además de la ciencia y la tecnología para llegar al progreso.
Luego de estar por más de cuatro años cerrada, La Capilla Riveriana, que se encuentra dentro de las instalaciones de la Universidad de Chapingo, ubicada en la carretera México-Texcoco, kilómetro 38.5, en el municipio de Texcoco, reabrió sus puertas este 19 de octubre,.
El acceso se realizará con las medidas sanitarias establecidas por las autoridades para evitar contagios de Covid-19.