El pintor, escultor y muralista mexicano Federico Cantú es unafigura fundamental del arte en México, que exploró disciplinas yfusionó elementos y estilos, dentro y fuera del país, lo que lepermitió dotar de una nueva lectura al arte nacional, ponderóCecilia Santacruz, coordinadora general del Salón de la PlásticaMexicana (SPM).
En declaraciones en ocasión de la mesa-homenaje que esta nochese realiza en el Palacio de Bellas Artes al pintor, en el 110aniversario de su natalicio, Santacruz consideró que su formaciónen el extranjero y su estancia en París permitió a Cantú aportara la plástica nacional nuevas formas y motivos.
Santacruz reconoció al pintor como un artista muy activo queincorporó a su trabajo el arte monumental, llevándolo al pueblo ysumando esos elementos de la arquitectura al entorno, que es lomás importante de su trabajo.
A 110 años de su nacimiento, la obra de Cantú se mantienevigente pues muchas de sus piezas son parte del imaginario socialde los mexicanos y permanecen aún en los íconos que quedarondespués de tantos años, afirmó Santacruz, quien será moderadoraen la sesión, en la que participarán Leticia López Orozco,Adolfo Cantú y Luis Rius Caso.
Federico Cantú Garza nació el 3 de marzo de 1907, estudió alos 14 años en la Escuela de Pintura al Aire Libre de Coyoacán, yradicó en Europa y Estados Unidos, entre 1924 y 1934.
Su estancia en la Grande Chaumière y la Academia Colarossi enParís derivó en el tratamiento de temas históricos y religiosos,que desarrolló en algunas de sus obras.
Formó parte de la Escuela Mexicana de Pintura, etapa deproducción plástica que se dio al concluir la Revolución, en unesfuerzo por reconstruir el tejido social y promover la identidadnacional.
Entre 1940 y 1950 realizó obras murales, principalmente asolicitud de particulares, mientras que en la década de 1960realizó obras públicas entre las que destacan relieves yesculturas para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS),según un comunicado del Instituto Nacional de Bellas Artes(INBA).