Transcurrió más de un siglo de campañas electorales en México desde aquel lema histórico: “Sufragio Efectivo, No Reelección’’, de Francisco I. Madero, hasta el “Tapado’’ que inmortalizó y ridiculizó a los aspirantes y candidatos a la Primera Magistratura, creación de Abel Quezada. Y un presente y un futuro en 2018 con era digital y sus redes sociales que lo mismo tumban que encumbran a todos por igual. Con videos de guerra sucia y discursos violentos para descalificar y denostar; con debates encendidos de candidatos y mesas de discusiones con personajes que de pronto saltan al circo electoral.
Todo un contraste como aquella propaganda de carteles de “seda’’ y botones chapeados en oro usados en 2011 o en 2012 con las manifestaciones de la “picaresca popular’’ que ensalzó el copete de plástico de Peña Nieto.
El Sol de México recorrió en objetos e imágenes la historia política del país desde 1910 hasta nuestros días, de cómo y porqué han evolucionado las campañas electorales; de ganar la Presidencia de la República con porcentajes históricos de cien por ciento de los votos con Álvaro Obregón y José López Portillo, éste último que, aun siendo candidato único del PRI, realizó una campaña de meses en 1976, calificada de ostentosa y de dispendió.
Y aquellos números cerrados, al tope que protagonizaron en 2006 las candidaturas de Felipe Calderón (35.9% y Andrés Manuel López Obrador (35.29), que al día de hoy las campañas presidenciales son impredecibles en cuanto al porcentaje que se obtenga para que un candidato sea declarado ganador de la Presidencia de la República 2018-2024.
Toda esa historia de campaña y propaganda política, de hombres y nombres ovacionados y denostados, con sus lemas célebres que los hicieron famosos más que buenos gobernantes; de souvenirs estereotipados y chapeados de oro; de mantas, pancartas y espectaculares gigantes, de pendones en calles y avenidas que hacían de la ciudad un “tendedero’’ inimaginable en nuestros días.
Toda esa memoria historia que ha quedado impresa en una gran diversidad de objetos e imágenes, la podemos encontrar en la exposición “Ciudadanía, Democracia y Propaganda Electoral en México’’, que presenta por segundo año consecutivo el Museo del Objeto del Objeto (MODO).
Desde aquel 1910 con Porfirio Díaz para un séptimo periodo presidencial que ganó con el 98.93% de los votos emitidos. Hasta la encrucijada de la elección del 1 de julio de 2018, que decidirá quién gobernará al país en los próximos seis años.
Una memoria impresa en una gran diversas de objetos e imágenes: carteles, gorras, camisetas, plumas, botones de campaña, ceniceros, tazas, vasos, calendarios, relojes, videos, panfletos y todo tipo de parafernalia repartida por sonrientes candidatos y candidatas en busca del voto popular.
Desde un ejemplar original del libro “La sucesión presidencial de 1910 de Francisco I. Madero’’, hasta unas botas con las iniciales de Vicente Fox; paquetes de semillas que repartía Miguel de la Madrid “para el florecimiento de México’’; boletos de camión que impulsaban a votar por Miguel Alemán; el Plan Sexenal con el que se promovió al general Lázaro Cárdenas del Río; discos de 45 rpm que regalaba José López Portillo, con un corrido alusivo a su vida en una cara y otro dedicado al general Arturo Durazo en el reverso; un lápiz labial que invitaba a apoyar a Felipe Calderón; los carteles con los que Rosario Ibarra de Piedra convocaba a elegir a la primera mujer postulada a la Presidencia de la República en 2982 y los camafeos plateados de Porfirio Díaz.
Los pines famosos de plástico de Diego Fernández de Cevallos o/y de Andrés Manuel López Obrador; un cartel impreso en sea que llamaba al voto por Francisco I. Madero y José María Pino Suárez en 1911.
Una diversa y variada colección de objetos de uso doméstico y cotidiano como llaveros, mochilas, muñecos, mandiles, pastillas de jabón y juegos de geometría marcados con los nombres de diversos partidos y candidatos, así como manifestaciones de la “picaresca popular’’ como el copete de plástico de Peña Nieto.
