Con una apuesta por acercar al público infantil a la danza clásica, el Ballet de la Ciudad de México toma el escenario del Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque para presentar su propia versión de La niña malcriada, uno de los ballets más antiguos del repertorio clásico mundial, creado en 1789 en Burdeos, Francia.
Bajo la dirección de Arcelia de la Peña, la compañía ofrecerá dos únicas funciones este 9 y 10 de julio, con una adaptación especial a cargo de Isabel Ávalos, en tiempo y narrativa, para el público infantil desde los cinco años de edad, apuntó la directora en entrevista.
“Esta obra tiene la característica especial de que es para todo público, lo pueden apreciar desde los niños hasta los adultos, y es uno los temas que nos interesa mucho en la compañía con la idea de la creación de nuevos públicos. No sólo pensando en los niños sino también los adultos que nunca se han acercado y que tienen cierta resistencia a la danza, la idea es que aprecien un ballet ligero en tiempo y drama con la guía de una narrador”, apuntó De la Peña.
El ballet se caracteriza por la comicidad de la historia de amor. Se trata de un enredo amoroso entre Lizet, única hija de la viuda Simone, propietaria de un próspero plantío. Ella está enamorada de Colas, un joven campesino, pero Mamá Simone tiene planes más ambiciosos para su hija. Todos pasan un día en el campo en medio de alegres danzas, donde se unen los campesinos que han terminado la cosecha, pero son interrumpidos por una fuerte tormenta.
“Es un ballet muy antiguo, La niña malcriada es el más antiguo que se conserva en el repertorio del ballet clásico, y los críticos creen que la razón por la que este ballet ha sobrevivido es por su comicidad, es muy fresco, ligero, con mucha risa y eso permite un balance entre los bailarines y la dramaturgia. Nosotros ya lo habíamos montado hace más de 20 años pero con una producción prestada, y ahora lo retomamos con nuestra propia producción y bajo este concepto de tener un narrador que ayuda a introducirse al ballet”, detalló del montaje de una hora 15 minutos.
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El Ballet de la Ciudad de México se ha propuesto retomar a los clásicos para acercarlos a un público nuevo desde una visión más ligera que rompa con los esquemas rígidos del ballet; entre sus próximos proyectos destaca la presentación de El lago de los cisnes, también en una versión infantil, y así completar una serie de cuatro cuentos bailados dirigidos a los niños.
“Siempre es un reto para los bailarines porque prácticamente somos la única compañía que presenta los clásicos en versiones más ligeras, la verdad es que hemos tenido éxito y seguiremos retomando a los clásicos con el objetivo de despertar la curiosidad del público de todas las edades”, concluyó.