Para Tatiana Huezo, cada uno de sus proyectos la han llevado a una fuerte confrontación con ella misma. Primero, con El lugar más pequeño, la documentalista exploró a un pueblo en reconstrucción después de una devastadora guerra civil, después, en Tempestad exploró la corrupción e injusticias hacía dos mujeres acusadas de crimen organizado, y ahora con Noche de Fuego, la directora da "un gran salto en mi carrera", al dirigir su primera ficción.
"Todos mis proyectos nacen de la confrontación con uno mismo, de algo que te sacude, te mueve profundo adentro, esta película fue una experiencia muy dura, fuerte y apasionante uno de los retos más grandes de mi vida a nivel emocional y profesional y una confrontación con mi forma de contar mi vínculo con la realidad" explica en entrevista.
Aunque solo ha presentado un avance de lo que será la totalidad de la película, el escenario que presenta es demoledor, la historia de amistad de tres niñas en un pueblo en el que es peligroso crecer siendo mujer y está basada en Ladydi, una novela de la escritora Jennifer Clement. "El contexto de la historia es un contexto hostil y enmarcado en el ámbito de la siembra de amapola en las montañas, que podría ser cualquier montaña de cualquier pueblo de nuestro país", narra.
La propuesta le llegó a Tatiana disfrazada por su productor Nicolás Celis, quien la ha acompañado en sus trabajos anteriores, y quien aseguró en una conferencia que le daba pena ofrecerle el proyecto de forma directa por temor al rechazo, por eso le tuvo que pedir a su amigo y también productor de la película, Jim Stark que se lo propusiera él para que en caso de que no estuviera muy conforme, Huezo pudiera safarse fácilmente.
"Es una novela que se devora, me cautivo me enamoré y es lo que logré un poco trasladar. Me dijeron que adaptará el guión y fue el primer reto y descubrí que amo escribir y que me encanta hacer guiones pero entre en un conflicto fuerte porque quería hacer una versión mía y eso implicaba alejarme del libro", recuerda, lo cual no fue problema pues Celis aseguró darle entera libertad al respecto.
Tatiana asegura además, que este proyecto la ha llevado a mirarse a sí misma, a mirar a su hija e intentar entender la mirada desde una niña, que también la ha remontando a su propia infancia, por lo que esta ficción, se ha convertido en un autoanalisis y autoconocimiento.
"Siempre me preguntan que por qué hablo de la violencia, creo que yo no escogí la violencia para que fuera el tema de mis películas, tal vez la perdida sí, no sé por qué, pero creo que es un elemento común que hay en todos mis trabajos. A veces hay un agujero de algo que no está, de una ausencia de algo que falta, pero siento que también hay mucha luz en los personajes a los que me acerco, a las personas tanto en mis documentales y en este caso en una ficción".
El rodaje de Noche de fuego ya fue terminado y la película actualmente se encuentra en etapa de posproducción, entre sus planes está que la película este presente en diversos festivales del próximo año, sea exhibida en cines y llegué a alguna plataforma.