La directora Yolanda Cruz tomó la inspiración de una ruptura amorosa para crear Hope, Soledad, la historia de dos mujeres que atraviesan por un cambio radical en sus vidas y que se encuentran en una procesión en Juquila, Oaxaca.
La directora no sólo había terminado un amor a distancia, sino también su relación con los Estados Unidos, donde había vivido desde hace tiempo. Así surgieron los dos ejes de esta historia, la de Hope, una universitaria desplazada que vuelve del norte a su tierra natal y la de Soledad, quien intenta superar la relación con su esposo que vive allá.
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“Encontré a muchas mujeres que me compartían la experiencia de tener a una pareja en otro lugar, esta historia no era mía, sino comunal. También quería contar la historia de la juventud mexicana que se enfrentaba a una política represora en Estados Unidos, estos jóvenes que nacieron en México y son llevados allá, pero que al volver se enfrentan a una incertidumbre de un mundo que no conocen”.
Yolanda Cruz siempre quiso explorar la tradicional procesión de la Virgen de Juquila en su tierra. Y aunque en principio pensó en realizar un documental, prefirió tomar este contexto como el espacio donde Hope y Soledad se encuentran, se descubren y expían sus almas.
“¿Por qué no en vez de ver tanto drama vemos a estas dos mujeres platicar y compartir sus problemas mientras caminan y lo procesan? Además, con la película queríamos capturar lo que es la realidad en los lugares por donde ocurre esta tradición”.
Para ello, la cineasta se acercó a los peregrinos y a las personas que viven en los alrededores por donde transita la procesión de la Virgen de Juquila. “Entrevistamos a varios personajes que encontramos en el camino y lo único que les pedimos es que nos hablaran de su profesión o nos dejaran grabarlos haciendo lo suyo.
“Lo interesante para nosotros era la comunidad que se junta en este camino, los que van en bicicleta y cuando llegan está la cocinera preparando la comida en cada lugar, cómo se apoyan, eso era lo importante para capturar, porque regularmente sólo los vemos caminando como en una marcha, pero detrás de ellos hay todo un grupo que reza para que les vaya bien”.
Para Yolanda Cruz, realizar una historia como Hope, Soledad fue una manera de vulnerabilizarse y procesar en el cine sus sentimientos más profundos. “A veces los artistas somos un poco descontrolados por eso, porque tenemos la necesidad de conocer y exponer tus males amores en pantalla. Así es como podemos llegar a una historia profunda y espero que así el público lo vea y lo sienta. Pagaría todos mis penares para que esta historia logre eso”.
Hope, Soledad, protagonizada por Karen Daneida y Frida Cruz, compite en la sección de Largometraje Mexicano de la decimonovena edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, donde tuvo su estreno.
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