||Por Erick Suárez||
Chiapas.- Este año el Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el estado registró una merma en su partida financiera de 20 por ciento. Para cubrir ese déficit maximiza recursos. Como resultado de esos esfuerzos próximamente anunciará un descubrimiento efectuado dentro de sus trabajos de rescate arqueológico; y dará a conocer oficialmente los resultados de las labores de salvamento ejecutadas durante la construcción de la presa “Chicoasén II”.
El ajuste presupuestal fue notificado con anticipación. Eso permitió tomar previsiones y diseñar un programa austero para cubrir todos los campos bajo su responsabilidad, dijo el titular de la dependencia en Chiapas, Héctor Álvarez Santiago.
Respecto a los nuevos vestigios, informó que resta que personal de la institución viaje al sitio para corroborar los reportes emitidos por los investigadores. La misión se cumplirá entre 15 y 20 días. Posteriormente el INAH estará en condiciones de hablar al respecto.
Sobre las accione de salvamento arqueológico en la edificación de la central hidroeléctrica “Chicoasén II”, afirmó que la coordinadora del proyecto, María Rebeca Yoma Medina supo sortear los obstáculos que surgieron en el transcurso de la iniciativa. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) continúa apoyando el plan. Además, la gente de las comunidades aledañas participa en las tareas. La medida asegura que la derrama económica beneficie a la región.
Hasta el momento fueron identificados más de 160 entierros. La única certeza es que el patrimonio hallado corresponde a un puerto fluvial que en la época prehispánica era la puerta de entrada y salida de la entidad desde y hacia Tabasco, así como Veracruz, aseveró.
Hasta octubre pasado el plan de rescate arqueológico “Chicoasén II” registraba un avance de poco más del 50 por ciento. En los 10 kilómetros explorados fueron descubiertos, además de los entierros, 2 mil esculturas, juegos de pelota, hornos para producir cal, cuevas con piedras grabadas, manos pintadas y fauna marina fosilizada, entre otros vestigios. En ellos convergen tres culturas: olmeca, maya y zoque, en orden de mayor a menor influjo.
CFE fondeó la iniciativa por medio de un convenio en especie que ascendió a cerca de 19 millones de pesos, sin embargo, debido a una supuesta falta de dinero en julio de 2015 la antes paraestatal suspendió unilateralmente el suministro de capital.
En ese entonces aún restaba intervenir los bancos de extracción de material cercanos a la obra de la presa. En los depósitos había evidencia arqueológica; existía la sospecha que era de origen olmeca.
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