María Esther Beltrán / El Sol de México
Corresponsal
MÁLAGA, España.(OEM-Informex).- Comienza el año y Andalucía se viste de color y lentejuelas para celebrar los diversos Carnavales que son referencia de turismo en las principales ciudades de esta comunidad autónoma.
Cádiz, Córdoba y Málaga son ciudades donde el pueblo participa y se suma a la celebración sana y creativa cada año. Las agrupaciones toman la batuta y dan el punto original y creativo a la celebración de los carnavales. Que si bien también hay desfiles y la población se disfraza y disfruta con su familia de la buena gastronomía que hay en los diversos restaurantes de alrededores del Centro de la Ciudad. El principal punto de atracción de visitantes y locales son los concursos de las agrupaciones que se presentan en los principales teatros de cada Ciudad. En Málaga el teatro Cervantes es la casa del pueblo en estos días. Ahí se reúnen para prepararse como los profesionales de las Bellas Artes.
Por meses los participantes han preparado su agrupación en el género que hayan elegido sea: comparsa, cuarteto y murga.
Cádiz es referencia de los concurso; sin embargo, se encuentra gran talento en otras ciudades que forman agrupaciones que no piden nada a las de ninguna ciudad.
Cada año surgen con más fuerza y actividad las agrupaciones en otras ciudades como ha sido este año en Málaga donde han participado no solo grupos locales, sino han llegado de Córdoba, Estepona, Granadas y otras ciudades.
Cuando se ven por primera vez uno queda admirado. La calidad vocal es muy buena, sus vestuarios, maquillaje es una muestra del cariño y pasión que tienen por resaltar el carnaval y ser reconocidos por la población. A quiénes les cantan sus temas que son los de actualidad y se identifican con lo que escuchan.
Es un carnaval familiar, es una celebración donde la creatividad tiene voz para expresar el malestar que hay por la economía, el deporte, la sociedad que sufre por la carestía, y porque no burlarse de los políticos que con sus promesas sólo dejan ver las pautas de pobreza que existen en la esfera política.
El Carnaval, une familias y amigos que se suman a la realización de: vestuario, maquillaje y diseño de sus escenografías. Son meses de preparación la familia es punto de referencia para lograr su presentación y por supuesto el gusto que se tiene por estar presente cada año. Este Carnaval es un fondo de alegría no solo para el visitante y quien lo protagoniza, también para el comercio que se ve beneficiado.
En Málaga la celebración data desde principio del siglo XVI, el Cabildo Catedral malagueño autoriza, el día de San Nicolás y el día de los Santos Inocentes, la representación de esta parodia por la que un niño del coro, revestido con los atuendos de obispo. La representación estaba, sin duda, guiada por la doctrina transgresora del carnaval y, al igual que en otras ciudades españolas, en sus comienzos estuvo organizada por el propio clero, informan los organizadores del Carnaval en su página.
Una opción más en la expresión musical y letrista se encuentra en 1857, la capilla vocal de la Casa de Socorros con actividad desde 1853 y 1864, la coral de San Felipe (1863), la Sociedad Pastoril La Aurora María (1865), y las comparsas La Malagueña y Música del Pueblo, ambas de 1869.
Es durante este período final del siglo XIX donde la fiesta adopta las que serían sus formas básicas de celebración, un modelo que, aún evolucionando y adaptándose a los cambios sociales y políticos que se vivirán.
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