POR MARÍA ESTHER BELTRÁN La exposición del Museo Carmen Thyssen Málaga presenta un centenar de obras de artistas del siglo XIX que revisa los arquetipos y leyendas de este momento histórico y en el que se incluyen óleos, esculturas, mapas, materiales documentados de grabados y objetos antropológicos que utilizaban los nativos americanos.
La curaduría ha estado a cargo de Miguel Ángel Blanco y la directora artística del museo Lourdes Moreno.
La ilusión del lejano oeste cuenta además con una sección dedicada a los bandoleros de Andalucía con la que se destaca las semejanzas existentes entre la forma de vida que llevaron estos marginales fuera de la ley durante el siglo XIX y el “Salvaje Oeste” americano.
Carmen Cervera indicó: “Mi colección de arte americano es una de mis grandes pasiones llena de hermosos recuerdos personales y de obras que nunca deja de cautivarme con sus soberbios paisajes. Ver varias de ellas reunidas en esta exposición, para contar la apasionante historia de las tierras del Lejano Oeste, me llena de entusiasmo y revive una fascinación que deseo con la mayor ilusión compartir con el público malagueño”.
En este sentido, Blanco curador señala que “el río Mississippi fue la frontera líquida natural a partir de la cual comenzaba toda leyenda del Lejano Oeste.
“Los indios, los colonos, los cuatreros y la naturaleza salvaje fueron protagonistas de esta gran aventura histórica. Junto a ellos y como primicia para esta exposición del Museo Carmen Thyssen de Málaga ha dedicado un capítulo a los forajidos y bandoleros. Personajes fuera de la ley que tuvieron una forma de vida con elementos comunes al de esta conquista”. Agrega que el lejano oeste norteamericano ha sido siempre un territorio mítico en el que la leyenda ha precedido a la realidad. Las primeras expediciones españolas, desde México y Florida, iban en busca de la fuente de la eterna juventud o de quiméricas riquezas y la expansión hacia el oeste de las colonias británicas antes y después de su independencia, fue espoleada por los relatos que describían tierras paradisíacas y aventuras extraordinarias, junto con una idea mesiánica que otorgaba al pueblo estadunidense un destino manifiesto esos sueños tuvieron efectos perversos. A lo largo de cinco siglos se produjo una profunda y dramática transformación cultural que acabó con muchos de las tribus indias y que redujo a las reservas a los que sobrevivieron el paisaje fue sometido a las mutaciones radicales a través de las actividades agrícolas y ganaderas de los colonos y de la fundación de pueblos y ciudades, y la fauna sufrió la depredación de cazadores y tramperos.
“Con la palabra ilusión nos brinda la polisemia para expresar esas dos características medulares de la mirada al Oeste: el entusiasmo y el espejismo. Buena parte de la pintura, la fotografía, el cine y la literatura producidos bajo esa seducción no constituye una descripción objetiva de lugares y gentes sino que los prejuicios y las expectativas, los intereses o el ámbito artístico las convicciones representativas, interpusieron filtros que deformaron la realidad. No obstante, cada artista aplicó su propia perspectiva, con más afán de veracidad que otros, y, en conjunto la novedad de todos los representados les obligó a innovar en las formas de representación. Los artistas pioneros encontraron verdaderamente ante un Nuevo Mundo que pocos habían pisado antes y en que el arte occidental se asomaba por primera vez. Más tarde, se crearon nuevas fórmulas que no impidieron la existencia de miradas personales diferenciadas”.
Destacó que la colección del Museo Thyssen-Bornemisza y Carmen Thyssen-Bornemisza se conservan las únicas obras que tenemos en España correspondientes a este importante capítulo de la Historia del Arte.
“Podríamos afirmar que hasta el expresionismo abstracto no hubo otro movimiento artístico de origen estadunidense que encarnará con tanta eficiencia la imagen que el país tenía de sí mismo. En España, sin embargo, buena parte de los protagonistas de esta aventura artística son muy pocos conocidos. Sólo este museo les ha prestado atención a través de su programa es positivo y es lógico que así sea. Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza fue un gran aficionado a la literatura y el cine del oeste y es posible que una de sus primeras adquisiciones fuera la magnífica carpeta del grabado de Karl Bodmer que ahora se ha restaurado. Después, tanto él como su esposa, adquirieron pinturas sobre el Oeste de enorme interés, algunas de las cuales se guardan en almacenes del museo”.
Lourdes Moreno, señala que es exposición temporal hace visible las imágenes artísticas de un relato único la conquista de un territorio en dominó de gran belleza natural y la percepción de los pintores sobre los nativos que vivían allí el primer idioma occidental que se escuchó en tierras americanas fue el español.
“La exposición se abre con mapas trazados por los primeros conquistadores junto a pinturas La exposición está dividida en cinco secciones la primera nominada: La tierra del Nuevo Mundo qué es la representación de la grandiosa naturaleza del norteamericana que estuvo muy influido por el romanticismo. El segundo segmento es Karl Bodmer y la memoria de los Mandan. Los dibujos de Bobmer, que detallan las características raciales, vestimentas, utensilios y rituales, se transformaron, ya en Europa, en el fabuloso conjunto de 81 estampas iluminadas a mano que ilustran los Viajes en el interior de Norteamérica, el libro que recogió las observaciones del antropólogo. La tercera Indios de las grandes llanuras. La vida de las tribus indias de las grandes llanuras fascinó a los artistas. Siguiendo los pasos de George Catlin y Karl Bodmer, los artistas que viajaron al Oeste durante la segunda mitad del siglo XIX fueron consolidando un género pictórico de gran éxito, que mostraba las costumbres de una raza observada de heces con una genuina admiración y otras a través del filtro de prejuicios, y casi siempre con una inmensa conexión con el paisaje. Forajidos y bandoleros en las mismas fechas en que el Lejano Oeste era descubierto, explorado y mitificado por los artistas, nacía en Andalucía otro nuevo mundo para el arte, a medias real y medias imaginario. Y si los asombrosos paisajes del Oeste fueron escenarios de peligrosas aventuras con la presencia en ellos de tribus indias y de toda clase de forajidos o malhechores, los no menos fascinantes paisajes del Sur y, en particular, sus serranías, se convirtieron en el territorio peligroso de Europa. Y por último La biblioteca del bosque que Miguel Ángel Blanco rinde homenaje a las tierras y los pueblos del Oeste con una selección de libros caja que forma parte de la biblioteca del bosque proyecto escultórico que recrea la experiencia y visiones expresadas en dibujos imágenes composiciones y materiales de la naturaleza”.
https://www.youtube.com/watch?v=cQO_QAX1opI
