Su “obsesión” por las plantas y específicamente el proceso de fotosíntesis que da vida, lo llevaron a escribir un poemario que recibió por decisión unánime el galardón que desde 2015 concede la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
Marco Antonio Rodríguez Murillo recibirá este año el Premio de Literatura, Ciudad y Naturaleza José Emilio Pacheco 2020, en una ceremonia virtual el próximo 5 de diciembre, se anunció en conferencia, tras dar el fallo del reconocimiento dotado con 10 mil dólares y la publicación de la obra.
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Con su poemario "Tal vez el crecimiento de un jardín sea la única forma que los muertos pueden hablarnos", firmado bajo el pseudónimo de Julia y que inicia con un poema dedicado a Emily Dickinson, el poeta yucateco resultó ganador del premio creado por el Museo de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara, para “generar un vínculo entre las letras y las ciencias naturales, pero sobre todo promover una literatura que integre sentimientos y reflexiones humanas sobre la naturaleza y la ciudad”, señaló Marisol Shultz Manau, Directora general de la FIL.
Cristina Pacheco, Presidenta comité de honor, agradeció a la FIL “por mantener vivo este premio que lleva el nombre de mi esposo, José Emilio Pacheco”, y compartió que imagina la reacción de poeta al saber que los escritores jóvenes están participando cada vez más: “Diría que la palabra es la herramienta más maravillosa que podamos tener. Hay que conservarla, como se debe conservar la naturaleza, protegerla y nunca traicionarla… hoy la realidad se ha vuelto difícil, adversa en muchos momentos, son horas amargas en las que tenemos algunas escapatorias, todavía, más que escapatorias, compensaciones, el trato personal, la música, la literatura que nos permite vivir en otro mundo, ser otras personas y encontrarnos también con otras personas a las que tal vez nunca hayamos visto o volvamos a ver”.
Cristina Pacheco felicitó al ganador y reiteró su agradecimiento al certamen, por “mantener cada vez más viva la obra de José Emilio Pacheco, un mexicano que amó las palabras tanto como la vida”.
En representación del jurado, la poeta Pura López Colomé definió al ganador (elegido entre 134 trabajos de 12 países) como “un poemario sólido, profundo, anclado en la palabra y sus múltiples significados, en la travesía de la imagen poética. Sus analogías entre la muerte humana y la ambiental, llegan a exponernos con lujos filosóficos a la Hulboldt al vacío y a la agonía de la planta o de la flor a imagen y semejanza nuestra”.
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