/ jueves 6 de octubre de 2016

El universo creativo de Frida Kahlo

Muletas, corsés, fotografías, cuadros y objetos de la vida cotidiana cuentan la historia de Frida Kahlo, la pintora latinoamericana más reconocida internacionalmente y que se presentan en “La Casa Azul”, donde nació, vivió algunas etapas de su vida y finalmente murió.

El Museo Frida Kahlo, ubicado en la calle de Londres número 247, en Coyoacán, funciona como tal desde 1958, cuatro años después de la muerte de la artista originaria de la Ciudad de México y es uno de los más concurridos de la capital, pues recibe mensualmente a 25 mil visitantes, el 45 por ciento de ellos extranjeros.

De acuerdo a la presentación del recinto, a cargo de Hilda Trujillo, se da a conocer que la Casa Azul es el sitio donde los objetos personales revelan el universo íntimo de la pintora, quien de joven sufrió un terrible accidente en un autobús y que la dejó invalida para toda su vida.

Así cada objeto, entre vestidos, juguetes y joyas dicen algo de la pintora, por ejemplo las muletas y medicinas, junto con los corsés testimonian el sufrimiento de las múltiples operaciones a las que fue sometida; mientras que exvotos, juguetes, joyas y vestidos son de la coleccionista.

La Casa Azul es museo porque Frida Kahlo y el muralista Diego Rivera, su compañero, abrigaron la idea de donar a los mexicanos su obra y bienes, incluso el artista pidió al poeta y museógrafo, Carlos Pellicer, que realizará el montaje para abrirlo al público como museo.

Es una síntesis del gusto de los dos pintores y de su admiración por el arte y la cultura mexicana, por lo que coleccionaron piezas de arte popular con un gran sentido estético.

El inmueble fue construido en 1904, no era entonces de grandes dimensiones, pero ahora tiene una construcción de 800 metros cuadrados y un terreno de mil 200 metros cuadrados y se edificó originalmente como se estilaba entonces, con un patio central y las habitaciones a su alrededor, mientras que su fachada era afrancesada.

Fue Diego Rivera, quien vivió ahí, por mucho tiempo, quien terminó por comprar la casa, pagó las hipotecas y deudas que el padre de Frida, el fotógrafo Guillermo Kahlo, había contraído.

De las modificaciones que a lo largo del tiempo sufrió el edificio, resalta la que se hizo cuando fue refugio de León Trotsky, “el profeta armado”, pues se tapiaron las paredes, los muros fueron pintados de azul y se compró un predio de más de mil metros cuadrados que hoy ocupa el jardín, a fin de darle al creador del Ejército Rojo seguridad ante la persecución de las fuerzas estalinistas.

Asimismo, en 1946, Diego Rivera le pidió a Juan O’Gorman construir el estudio de la pintora, para lo cual propuso usar materiales de la zona, como piedra volcánica o basalto.

Finalmente, el estudio adquirió un estilo funcionalista, un decorado con objetos de arte popular mexicano y cabe resaltar que la sala de la casa fue escenario de tertulias a las que asistieron grandes personalidades de la cultura del siglo pasado.

Muletas, corsés, fotografías, cuadros y objetos de la vida cotidiana cuentan la historia de Frida Kahlo, la pintora latinoamericana más reconocida internacionalmente y que se presentan en “La Casa Azul”, donde nació, vivió algunas etapas de su vida y finalmente murió.

El Museo Frida Kahlo, ubicado en la calle de Londres número 247, en Coyoacán, funciona como tal desde 1958, cuatro años después de la muerte de la artista originaria de la Ciudad de México y es uno de los más concurridos de la capital, pues recibe mensualmente a 25 mil visitantes, el 45 por ciento de ellos extranjeros.

De acuerdo a la presentación del recinto, a cargo de Hilda Trujillo, se da a conocer que la Casa Azul es el sitio donde los objetos personales revelan el universo íntimo de la pintora, quien de joven sufrió un terrible accidente en un autobús y que la dejó invalida para toda su vida.

Así cada objeto, entre vestidos, juguetes y joyas dicen algo de la pintora, por ejemplo las muletas y medicinas, junto con los corsés testimonian el sufrimiento de las múltiples operaciones a las que fue sometida; mientras que exvotos, juguetes, joyas y vestidos son de la coleccionista.

La Casa Azul es museo porque Frida Kahlo y el muralista Diego Rivera, su compañero, abrigaron la idea de donar a los mexicanos su obra y bienes, incluso el artista pidió al poeta y museógrafo, Carlos Pellicer, que realizará el montaje para abrirlo al público como museo.

Es una síntesis del gusto de los dos pintores y de su admiración por el arte y la cultura mexicana, por lo que coleccionaron piezas de arte popular con un gran sentido estético.

El inmueble fue construido en 1904, no era entonces de grandes dimensiones, pero ahora tiene una construcción de 800 metros cuadrados y un terreno de mil 200 metros cuadrados y se edificó originalmente como se estilaba entonces, con un patio central y las habitaciones a su alrededor, mientras que su fachada era afrancesada.

Fue Diego Rivera, quien vivió ahí, por mucho tiempo, quien terminó por comprar la casa, pagó las hipotecas y deudas que el padre de Frida, el fotógrafo Guillermo Kahlo, había contraído.

De las modificaciones que a lo largo del tiempo sufrió el edificio, resalta la que se hizo cuando fue refugio de León Trotsky, “el profeta armado”, pues se tapiaron las paredes, los muros fueron pintados de azul y se compró un predio de más de mil metros cuadrados que hoy ocupa el jardín, a fin de darle al creador del Ejército Rojo seguridad ante la persecución de las fuerzas estalinistas.

Asimismo, en 1946, Diego Rivera le pidió a Juan O’Gorman construir el estudio de la pintora, para lo cual propuso usar materiales de la zona, como piedra volcánica o basalto.

Finalmente, el estudio adquirió un estilo funcionalista, un decorado con objetos de arte popular mexicano y cabe resaltar que la sala de la casa fue escenario de tertulias a las que asistieron grandes personalidades de la cultura del siglo pasado.

Elecciones 2024

Xóchitl Gálvez se lleva los aplausos de banqueros en Acapulco

Representantes del sector empresarial celebraron el compromiso de la candidata de mantener la separación de poderes y de reconstruir Acapulco, entre otras propuestas

Sociedad

Ricardo Aldana, líder petrolero, cobra dos sueldos en Pemex

Como jefe de área de Terminal de Almacenamiento cobra en total 116 mil 526 pesos, 11 mil 679 menos que el Presidente

Metrópoli

Ahuehuete la libra, prevén larga vida para el huésped de Paseo de la Reforma

El segundo ejemplar plantado hace casi un año en Paseo de la Reforma está sano, según Sedema

Metrópoli

Demandan justicia tras feminicidio en Iztacalco ¡falta María José!

Vecinos y familia de la joven, víctima de feminicidio, honran su memoria

Finanzas

Roku le da el “control” a los usuarios con publicidad personalizada

La plataforma apostará por la publicidad personalizada para seguir alentando a sus 80 millones de clientes a elegir qué y cuándo ver el contenido

Mundo

Israel e Irán viven entre el silencio y la calma

Tras la máxima tensión por las explosiones en una localidad iraní, ningún gobierno ha confirmado la autoría de los presuntos ataques