POR CARMEN SÁNCHEZ Con la evidencia de ser un artista plástico en constante evolución, donde el color y la forma se hacen cada vez más presentes y hablan por sí solos como toda su obra, Carlos Génova exhibe “Arte Vivo” en la sala de exposiciones del Senado de la República, en la cual se aprecian 25 cuadros, la mayoría en gran formato.
“Trabajo con todos los formatos pero tengo un cariño fuerte por los grandes, porque en ellos me adentro y expreso más”, comenta el pintor a EL SOL DE MÉXICO, con motivo de la presentación de sus piezas en el recinto legislativo.
Considerado un artista instalado como uno de los más respetados en Yucatán, donde reside (nació en la Ciudad de México), y cuyo Gobierno respalda su muestra en el Senado, Génova nos aclara que en la plástica no se encuadra en un solo estilo, “dado que he practicado hiperrealismo. He hecho mucho de la escuela académica para tener siempre el ojo atinado en la pintura”.
Y agrega, respecto al desarrollo actual de su proceso creativo, que las formas cambiaron y pasaron a ser de ordenados a caóticas, “con mucho más expresiones en los colores y las técnicas”, y como prueba de su versatilidad, Carlos, lo mismo hace fotografía intervenida que oleos, cartoncillos, acrílicos y acuarelas, entre otros.
“No me gusta encasillarme en ningún género”, precisa el artista, quien desde pequeño siempre le atrajo expresarse mediante el arte. Tomó clases con Torre Gamboa; luego de otros estudios en la pintura, hizo la carrera ingeniería industrial “pero nunca dejé de tener interés en el arte”, aclara.
Después Génova, a quien le gusta visitar países con gran riqueza cultural, viajó al extranjero y fue ahí como se dedicó por completo a la pintura, donde el trabajo diario ha derivado en el perfeccionamiento de su técnica y ha sido el motor para que su sensibilidad, que se nutre con la música y lecturas (principalmente las fábulas), fluya.
De ahí que haga una combinación multicultural. “Tengo fascinación por la asiática y turca”, destaca el artista, y agrega que su obra “La venganza de mi madre” la inspiró en una fábula hindú. Leyendas como la “Coatlicue” y el arte aborigen australiano, que retoma en gusto para el detalle con puntos y rayas, lo motivan.
En cuanto al movimiento pictórico contemporáneo en nuestro país, Carlos Génova cree que sí existe apoyo para los nuevos artistas y para los consagrados, quienes fuera de la nación mexicana son reconocidos “porque tenemos una cultura muy rica”, expresa.
Al respecto, el pintor comenta que planea, con el galerista Fernando Padilla que lo representa internacionalmente, exponer en París y Londres, donde en el 2017 mostrará seis y 10 obras. Por lo pronto, su “Arte vivo” estará por una semana en la Cámara de Senadores, la cual considera apoya las artes y se ha convertido en un foro importante donde se aprecian piezas de otros grandes de la plástica, como Rafael Coronel.
