El Ballet Folclórico de México, cuya especialidad es la representación dancística de las culturas tradicionales de México, ofrecerá un concierto de danza para conmemorar el centenario del natalicio de su fundadora, Amalia Hernández Navarro, mañana a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
La bailarina y coreógrafa dedicó su vida a la consolidación de una compañía de danza que ha enaltecido el nombre de México en los principales escenarios del mundo. Logró marcar una de las tendencias más representativas de la danza mexicana de la segunda mitad del siglo XX, consolidando a la compañía con fuerza, estilos propios y con una propuesta artística tan innovadora que le ha permitido prevalecer.
Durante la década de los 60 del siglo pasado, trabajó junto con los bailarines más importantes de la época, especialmente de la danza contemporánea, programando cursos impartidos por bailarines y maestros de las compañías de Alvin Nikolais y Louis Murray de Nueva York.
En este sentido, la maestra se preocupó por brindar a los bailarines un entrenamiento que les permitiera explorar otras tendencias y maneras de expresión corporal, convocando a artistas como Alvin Ailey, Martha Graham, Alvin Nikolais y Rudolph Nureyev.
El programa homenaje estará integrado por la Danza de los matachines; danzas del estado de Guerrero como el Solo de Mariquita, Las amarillas, cuyo nombre e inspiración son las calandrias, y el zapateado de El gusto. También bailarán temas revolucionarios como La Adelita y Juana Gallo.
Asimismo, se suman coreografías charras como Danza de la reata, Jarabe de amor ranchero, El bien-el amor y El mundo se libra del mal con el amor, para mostrar esa riqueza tradicional haciendo alusión a las fiestas de charrería.
Además, el ballet interpretará la Fiesta en Tlacotalpan, donde ofrecerá la Danza de los pescadores, Conjunto de músicos jarochos, La morena, El pájaro carpintero, Los abanicos, El coco, La bamba, El payaso y La jarocha, entre otras. Con La danza del venado, seremos testigos de un ritual hermético de caza del pueblo yaqui de Sonora y para cerrar con alegría, gracia y belleza los sones jaliscienses La culebra, El tranchete, La negra y el Jarabe tapatío.