Guanajuato.- La noche del martes 17 de octubre Teresa Salgueiro volvió a hechizar con su voz a los asistentes al Festival Internacional Cervantino (FIC), aunque esta vez en un remodelado Teatro Juárez, escenario que sirvió de marco al talento y la belleza de la intérprete portuguesa.
“¡Bienvenida, Teresita!”, gritó con entusiasmo alguien del público en el momento en que la nacida en Lisboa en 1969 apareció por fin en el escenario. Y es que fueron ocho años de espera tras aquella magnífica presentación del 13 de octubre de 2015 en la Alhóndiga de Granaditas, cuando Salgueiro presentó “La golondrina y el horizonte”, producción en la que rendía homenaje a la música latinoamericana y en la que destacaban temas de los mexicanos Álvaro Carrillo, Agustín Lara, Tomás Méndez, Cuco Sánchez y José Alfredo Jiménez.
El repertorio de Salgueiro estuvo conformado por temas de sus producciones más recientes como solista, aunque también por éxitos de sus años con Madredeus, la mítica banda portuguesa que se volvió un referente de la cultura lusa tras su aparición en “Historia de Lisboa”, filme de 1994 del cineasta alemán Wim Wenders.
Así, el ensamble conformado por Ana Albino en la guitarra, Sofia Queiroz en el contrabajo, Fábio Palma en el acordeón y Rui Lobato en percusiones, acompañó a Teresa Salgueiro en temas como “A cidade”, en el que se reflexiona sobre la soledad que avasalla al individuo pese a encontrarse rodeado de semejantes en una ciudad moderna, cualquier ciudad moderna, que, idealmente, fue proyectada para la autorrealización y el disfrute.
Por contraste, continuó con “Alegría”, un poema musicalizado de José de Sousa Saramago, el escritor portugués que hace un cuarto de siglo obtuvo el Nobel de Literatura. La velada, con los sentimientos a flor de piel, siguió con “Os senhores da guerra”, tema emblématico de la banda metalera lusa Moonspell y con el que hizo una pausa necesaria para recordar que “el Mundo no ha conocido nunca tiempos de paz, siempre ha estado en guerra” y donde puso particular énfasis en las víctimas, “en las de todos los bandos”.
Como era de esperar, la audiencia vibró aún más alto cuando sonaron los primeros acordes de “Guitarra”, ese fado que es a la vez manifiesto y que situó a Madredeus, y a la voz de Teresa Salgueiro, en lo más alto del Parnaso de los melómanos de todo el orbe.
HOMENAJE AL “HIJO DEL PUEBLO”
En una noche de magia y homenajes no podía faltar el dedicado a José Alfredo Jiménez, de quien se conmemora este año el aniversario luctuoso número 50. En presencia de Paloma Jiménez, hija del compositor nacido en Dolores en 1926, Teresa Salgueiro compartió que “El hijo del pueblo” le había conmovido porque en ese tema es en donde José Alfredo se muestra en toda su esencia.
Para mayor alegría de la concurrencia, siguió con “Gracias a la vida”, de la chilena Violeta Parra, y con “Fina estampa”, de la peruana Chabuca Granda.
Hacia el final de la velada, Salgueiro se dijo agradecida con el público, “pues habiendo podido hacer mil cosas, decidieron venir a acompañarme en esta noche”, a lo que siguió una tanda de gritos y aplausos que, sin duda, fue recompensada por el infaltable encore.
El próximo miércoles 25 de octubre, la intérprete lisboeta se presentará en la CdMx en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris” como parte de las actividades del Circuito Cervantino.