El Mes Patrio está en curso y con él llega una inmensa cantidad de platillos típicos y comida ancestral que ha perdurado y evolucionado a través de los años.
Nuestra gastronomía cuenta con una gran variedad de productos que nos permiten jugar con infinidad de sabores, aromas y texturas para llenar de felicidad a propios y extraños en cada bocado. Cabe decir que no es para menos la alegría, pues deleitarse con un buen platillo es uno de los pocos placeres que nos quedan a los humanos sin demonios que ahuyentar.
Y no nada más en Fiestas Patrias, la comida mexicana ha ido de la mano de celebraciones como el Día de Muertos, la Cuaresma, el Día de Reyes, la Candelaria, entre otras festividades que forman parte de la identidad nacional, para las que solemos preparar platillos especiales a los que les hincamos el diente sin letargo ni atadura.
Los mexicanos estamos orgullosos de nuestra comida, sabemos disfrutar del fogón y sus alientos. Además, las delicias que nos brinda nuestro país son infinitas, comemos cada vez que queremos sin temores y a veces hasta sin hambre. Esa es nuestra virtud: cada vez que nos sentamos en una mesa lejos de casa, en cualquier rincón de la República Mexicana, no damos crédito de lo que acontece en nuestro paladar.
Se trata de un amasiato entre el maíz, el chile y el frijol; una trinidad que es la base de nuestra gastronomía; una manifestación cultural antigua con continuidad histórica y que en la actualidad está viva y presente en todas nuestras cocinas para elaborar platillos señoriales, comida de reyes ancestrales que formaron parte de nuestras raíces culinarias y que hoy por hoy representan, por todo lo alto, a nuestra cultura… y que quede claro, la cultura no miente.
Hablar de la gastronomía mexicana es hacer un viaje en el tiempo para aprender acerca de los elementos culturales más importantes, no solo en la historia de nuestro país, sino de todo el mundo.
Es por todo esto y por muchas cosas más que nuestra comida, esa que llevamos a diario a nuestras mesas, que nos cocina la abuela cada fin de semana, de esa que estamos orgullosos los mexicanos y que sabemos disfrutar igual parados en el puesto de la esquina o sentados con nuestras mejores ropas en el restaurante más exclusivo, es considerada por La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como patrimonio inmaterial de la humanidad.
La cocina constituye en sí un modo de vida y una expresión cultural que propicia la relación social y evolución humana; es por eso que, ahora más que nunca, debemos preservarla a costa de las tendencias y creaciones que desafían sus formas, tradición y sabores auténticos.
“Nuestra cocina tradicional es un elemento fundamental de identidad cultural.” Brenda Vega
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