México.- El escritor y poeta José María Espinasa aseguró hoy aquí que las nuevas generaciones muestran un gran desinterés en torno a la figura del escritor Octavio Paz (1914-1998), derivado de un "hartazgo" de su imagen.
"Este desinterés supongo que se debe a establecer una distancia física y emocional, de tal forma que no se aproximan a esa lectura. Hay una parte comprensible de un autor tan omnipresente, que tras su muerte, entra en desuso su lectura, pero volverá.
"Este (desinterés) no es tanto una monotonía o una moda, sino radica con un hartazgo, alguien a quien vemos en la mañana, tarde y noche, y eso desgasta su presencia ante nosotros y eso puede ser lo que haya ocurrido con Paz", señaló el también director del Museo de la Ciudad de México.
Entrevistado esta noche a propósito del ciclo "Critica y Pensamiento. Sobre la Poesía y la Narrativa en México" en la Casa del Poeta "Ramón López Velarde", recordó que el centenario del único Premio Nobel de Literatura mexicano trajo consigo varios trabajos realizados por autores de su generación, de entre los años 50 y 60 del siglo XX.
"El centenario trajo varios trabajos como el de Cristopher Domínguez, Guillermo Sheridan, Adolfo Castañón y de gente cercana al círculo de Paz y que ha trabajado estos textos por muchos años y que ya se conocían de antemano.
"También hay una importante contribución de críticos menos cercanos al grupo del poeta como Víctor Manuel Mendiola, Pedro Serrano, Armando González Torres, Evodio Escalante, hay un proceso también de recuperación de los epistolarios y ciertos trabajos periodísticos", dijo Espinasa.
Para el vate, el conjunto de lo anterior brinda una radiografía de una situación compleja, pues por un lado, "Octavio Paz es una figura central y fascinante, llena de personas atractivas, incluso por explorar más a fondo".
Y por otro lado, señaló, "algo que me parece que hay que tratar de revertir es el desinterés que generaciones más recientes han mostrado por la obra de Octavio Paz".
Aclaró que los autores de su generación se formaron en la lectura de Paz, "un escritor presente en cultura mexicana que intervenía en polémicas y hacia valer su voz, que decía lo que pensaba y estuviéramos en contra o a favor, esto nos marco de manera profunda a quienes nacimos en la década de los 50 y primeros años de los 60".
"Luego se da una distancia, no se le lee, ni con la misma intensidad y fervor, ni con la misma virulencia que lo leyó mi generación, lo cual me parece grave, porque aunque pareciera ser natural en esos vaivenes del tiempo y del purgatorio que somete a la historia a los autores que están muertos, necesitamos entender porque Paz es tan importante", detalló.
Para José María Espinasa, el autor de obras como "Águila o Sol", "Salamandra" y "El laberinto de la soledad", representa hoy por hoy una de las figuras, sin la cual no entenderíamos nuestra literatura y sociedad.
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