Una guía políticamente incorrecta para ser feliz, aunado a que las y los lectores rían, imaginen y siempre se pongan en los zapatos del otro, son los propósitos de “Ayúdame Supermana” (Ediciones B, 157 páginas), libro escrito por Daniel Vives (Desde Gayola), en el que se pueden encontrar tips de belleza, consejos sexuales, diversidad, autoestima y “todo para que su mundo tenga siempre un arcoíris en el cielo”.
En “Ayúdame Supermana”, Vives quiere que a través de sus páginas “las preferencias sexuales no importen, que se mezclen los géneros, que todos seamos un mismo ser humano dispuesto a reírse de sí mismo”. MUJERES…
“La mujer –agrega el autor- es el parámetro de estas letras, porque es mi parámetro, porque yo me visto de mujer en homenaje a ellas. Pero para mí, la humanidad es una y los humanos todos podemos estar en tcones o en zapatos de hombre”.
Entre los puntos a tratar en “Ayúdame Supermana” se encuentra el mito de la bisexualidad, pretextos para ser un mutante, todos somos travestis (“Hay quien se viste como superhéroe, como punk, como el cantante de moda, como oficinistas, todos somos travestis, porque travesti significa cambiar de ropa, nada más”), si le sobra escóndalo, la belleza de lo oculto y ¿cómo le digo a mis papás? O saliendo del clóset, entre otros.
“Es mejor que te miren raro por lo que eres, y no que te quieran por lo que finges”, puntualiza Vives. “Yo primero se lo conté a mi abuela. Me dijo: “Ay, qué padre, qué bueno, haz lo que quieras, diviértete como quieras”. “No abuelita, me gustan los hombres”. Se quedó chata y me dijo que ella lo sabía desde que nací.
“Luego todo el mundo lo supo, y claro, la última en enterarse fue mi madre. Cuando se lo dije le dio una especie de temblor; yo la llevaba del brazo y como que se desvaneció. “¿No llevábamos unas uvas?”, me preguntó. Era 31 de diciembre. Ella se sentó en la banqueta y me pidió que la dejara respirar, asimilar. Cuando la vida hacer esa escena, le dije: “Ahora sé de dónde saqué la vena artística; estás armando un pancho de la nada, ma”. Yo creo que todo hay que tomarlo con humor. Si tus padres se ponen mal, ríanse, porque no hay de otra”.
Derechos sexuales y un decálogo para salir del clóset, también aparecen a lo largo de las páginas de “Ayúdame Supermana”.
