Hace 20 años, 19 de marzo de 1999, Jaime Sabines dejó de existir. Fue uno de los poetas mexicanos más importantes del siglo XX. Su obra es sin duda una de las más representativas de la memoria colectiva por su lírica directa, sin rebuscamientos y que tocó muchos corazones.
Uno de sus poemas más representativos, Los amorosos, manifiesta ese lenguaje que sabe llegar a la sensibilidad de quien lee o escucha a Sabines Gutiérrez. El poeta nació Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el 25 de marzo de 1926 y su relación con la literatura -se destaca en su biografía- se dio cuando el escritor se cambio de la carrera de medicina, (donde estuvo por tres años en la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM), a la facultad de Lengua y literatura española en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma casa de estudios.
Pero se registra que Sabines, se inclinó por la poesía como medio para transmitir sus emociones desde la preparatoria, donde comenzó a publicar. Algunos de los maestros del autor de Yo no lo se de cierto en su formación universitaria, fueron Agustín Yáñez, José Gaos y Eduardo Nicol y sus compañeros de clase, Emilio Carballido, Sergio Magaña, Sergio Galindo, Rosario Castellanos y Ramón Xirau, lo cual habla de ese sentido de superación que Sabines se impuso al momento de escribir poesía, según el mismo declararía en algunas entrevistas.
También sus influencias literarias como Ramón López Velarde, Rafael Alberti, Aldous Huxley, James Joyce, y Pablo Neruda, que el chiapaneco reconoció lo marcaron cuando comenzó a hacer poemas "pero poco a poco empecé a escribir cosas diferentes... fui notando que ya era una voz propia que se iba abriendo paso entre tantas influencias", comentó en alguna ocasión.
Entre sus libros más notables se encuentra Horal (1949), su primer poemario del que se dice, el escritor Carlos Pellicer le ofreció prologar en su edición de arranqué, pero Sabines rechazó la oferta pues deseaba que su obra se afirmara en méritos propios, y no en prestigios ajenos.
Fue en 1951 cuando publicó La señal. En 1952 y dos años después otro de sus obras representativas: Tarumba. La voz poética de Sabines trascendió cuando en 1965, una compañía discográfica, grabó un álbum de las obras del autor con su propia voz.
La vida intelectual y personal del poeta transcurrió entre su natal Chiapas y la Ciudad de México donde publicaría en el Diario Semanario y continuó con la publicación de otros libros entre ellos Yuria. Se cuenta también que la vida cotidiana resultó una fuente de inspiración infinita para el escritor como hospitales, calles y patios etcétera, aunque el amor y la muerte predominaron en su escritura.
Asimismo, las obras de Jaime Sabines fueron traducidas a varios idiomas y entre estas se cuentan Adán y Eva (1952) y Algo sobre la muerte del Mayor Sabines (1973). Entre sus premios se encuentran el Xavier Villaurrutia (1973), Nacional de Lingüistica y Literatura (1983), Nacional de Ciencias y Artes (1983) y la Medalla Belisario Domínguez (1994).
Como político, Sabines fue diputado federal por el I Distrito Electoral Federal de Chiapas a la 50 Legislatura de 1976 a 1979, por el Partido Revolucionario Institucional y diputado por el mismo partido en el Congreso de la Unión en 1988 por el Distrito Federal.
