¡Para atrás ni para tomar vuelo! es la frase preferida y debatalla de la tapatía Jacqueline Bracamontes, quien ha sorteadoretos entre princesas y reinas de belleza, de la pasarela, elmodelaje, la televisión -como actriz y conductora- y ahoratambién con su libro “La pasarela de mi vida” (EditorialGrijalbo, 254 páginas), con prólogos de Martha Debayle y EugenioDerbez.
Jacky Bracamontes, como se le conoce y como a ella le gusta lanombren, es una convencida de que “infancia es destino”, tantoque desde que tiene uso de razón rememora estar fascinada a loscuatro años con el mundo de las princesas de Disney, de eseuniverso de magia, ilusiones y fantasía, donde Blancanieves era suheroína “absoluta”. LOS PILARES
A lo largo de La pasarela de mi vida, que incluye fotografíasde su álbum personal, Bracamontes proporciona para sus lectoresalgunos tips, entre ellos de moda: “Para una boda jamás tevistas de blanco, a menos de que seas la novia, ante la duda decómo arreglarte para un evento, más vale que sobre y no quefalte, es decir, mejor exagerar a ir mal vestida; reinvéntate yjuega con la ropa que tiene en tu clóset, atrévete a experimentarcombinaciones, y si te escotas arriba, no te escotes abajo yviceversa”. Y de cómo puede uno reinventarse, detalla: “Uncambio de look siempre es un buen paso, o cambiar de dieta, oprobar algo nuevo. Tal vez una terapia sea buena idea. Hay demuchas escuelas, la cuestión es elegir la que más vaya con tupersonalidad. Para mí, la mejor manera de reinventarme es crearnuevos sueños: todo el tiempo soñar en el futuro. Si es unsueño, entonces lo convierto en meta, lo pienso, hago planes, losejecuto y doy paso a mi siguiente sueño”.
“Siempre he creído -dice la exreina de belleza- que lasrelaciones personales no terminan, evolucionan y las personas secruzan en tu camino por alguna razón, porque algo debes aprender.Debido a eso la sinceridad, poner las cartas abiertas sobre lamesa, va para mí en primer término”.
De sus confesiones, Bracamontes se sincera: “Pese a los añosde exposición en los medios, sigo siendo una mujer más bienintrovertida. No busco la conversación con desconocidos, prefieroaislarme, escuchar música, ver series en el iPad o leer un libro.Cuando me daban un guión de una telenovela y nos disponíamos ahacer la lectura de cada escena, en especial de las románticas,sentía una pena tremenda solo de mirar a los ojos al actor queinterpretaba a quien tendría que confesarle los sentimientos delpersonaje en quien estaba a punto de convertirme”.L